ERC aprieta a Junts con el Govern en solitario tras una nueva reunión en la cárcel de Lledoners
El plazo para la convocatoria de nuevas elecciones vence el `día 26
El líder de ERC, Pere Aragonès, ha vuelto este sábado a la prisión de Lledoners, coincidiendo con el fin del ultimátum que lanzó el pasado domingo sobre el pacto de investidura. En ese centro están recluidos Jordi Sànchez, el secretario general de Junts, y el líder republicano, Oriol Junqueras. Fuentes de ERC aseguraron que “exprimirán las últimas horas” para poder cerrar un Ejecutivo de coalición y, si no hay fumata blanca a más tardar el lunes, pla...
El líder de ERC, Pere Aragonès, ha vuelto este sábado a la prisión de Lledoners, coincidiendo con el fin del ultimátum que lanzó el pasado domingo sobre el pacto de investidura. En ese centro están recluidos Jordi Sànchez, el secretario general de Junts, y el líder republicano, Oriol Junqueras. Fuentes de ERC aseguraron que “exprimirán las últimas horas” para poder cerrar un Ejecutivo de coalición y, si no hay fumata blanca a más tardar el lunes, plantearán que se les apoye para gobernar en minoría.
Junts oficialmente no ha valorado el contenido de la reunión, aunque arrecian las críticas internas por la manera como llevan las negociaciones Sànchez, Elsa Artadi y Josep Rius. En las filas republicanas han asegurado que el balance era “positivo” aunque añadiendo que el ultimátum no decae. “Exprimiremos las últimas horas con conversaciones con Junts y reuniones internas”, han explicado en ERC. Esperan pronunciarse este domingo o, como máximo, el lunes sobre el futuro del Govern. El plazo para evitar la repetición electoral vence el 26 de mayo.
Aragonès había puesto el 1 de mayo como fecha límite para llegar a un acuerdo de legislatura con Junts y, de no alcanzarlo, se abría a explorar otros posibles formatos de Ejecutivo. Sànchez abrió la puerta a que los republicanos gobernaran en solitario si no se llegaba a un acuerdo sólido para la coalición y en ERC sopesan recoger el guante. El propio Aragonès no descartó esa posibilidad incluso el día después del 14-F: “pero no lo queremos”, dijo
De ahí que todos los focos este sábado estuvieran puestos en qué podría decir el coordinador de las filas republicanas. Su agenda pública incluía tres actos en el marco del 1 de mayo. Ha asistido al primero, el homenaje al abogado del movimiento obrero Francesc Layret; el segundo (organizado por la Intersindical) se ha cancelado y en la concentración de CC OO y UGT en Barcelona no ha aparecido. La ausencia de Aragonès ha chirriado. No hubo presencia oficial de Junts, pero sí han participado representantes del PSC, los comunes y los republicanos. El consejero en funciones de Trabajo y Asuntos Sociales, Chakir El Homrani, ha evitado pronunciarse sobre las negociaciones.
Mientras que los presidentes de UGT (Camil Ros) y de CC OO (Javier Pacheco) pedían que se agilizara la formación del Govern para poder hacer frente a la crisis, Aragonès entraba en Lledoners. “Que dejen de hablar de tanto Consell per la República y sitúen de manera clara una agenda social de gestión de la crisis económica. [Lo del Consell] ya lo hablaremos después”, ha aseguado Ros. “No se puede esperar más”, ha insistido Pacheco.
El pasado martes, el president en funciones ya había ido al centro penitenciario para explicar personalmente a Sànchez su propuesta de arquitectura del Govern. El coordinador nacional de ERC consideró que se trataba de un punto tan vital en el futuro del Ejecutivo que quería abordarlo personalmente. Junts, por su parte, podía reivindicar ante sus filas que obligaba al presidenciable de los republicanos a bajar a la arena del pacto.
Que en menos de una semana Aragonès decida tomar dos veces el protagonismo de las conversaciones en las negociaciones y evite comparecer ante los medios justo el día que se vence su ultimátum indica que algo se mueve de cara al pacto. Tras la reunión de la cárcel del pasado martes, hubo algún trabajo interno en los departamentos de la Generalitat y de entidades del sector público para enviar sus organigramas y poder profundizar en la estructura del Ejecutivo.
El pasado viernes, por su parte, la CUP insistió en la necesidad de que se respeten las medidas ya pactadas con ERC. Existe cierto temor entre las filas republicanas. “Si quieren el apoyo de la CUP para iniciar esta legislatura, deberán venir a preguntarnos y a explicar a qué acuerdo han llegado”, dijo el pasado viernes diputado Xavier Pellicer en una entrevista en Ràdio 4.