Artadi acelera con su candidatura para copar el voto contra “la Barcelona del no” de Colau
La jefa de filas de Junts lanza su propuesta arropada por los consellers de su partido, el ‘expresident’ Artur Mas y el exalcalde Xavier Trias
La carrera por la alcaldía de Barcelona ha comenzado oficiosamente este jueves, con la puesta de largo de la candidatura de la jefa de Junts en el consistorio, Elsa Artadi. Pese a que aún quedan dos años para las elecciones y, técnicamente, su partido aboga por la celebración de primarias, la también diputada apuesta por dar un golpe de efecto pisando ahora el acelerador. Rodeada de las primeras espadas de Junts en el Govern; el expresident Artur Mas y el exconsejero Quim Forn, Artadi ha presentado una propuesta que pivota en explotar la dicotomía “degradación - ilusión” que dibuja ...
La carrera por la alcaldía de Barcelona ha comenzado oficiosamente este jueves, con la puesta de largo de la candidatura de la jefa de Junts en el consistorio, Elsa Artadi. Pese a que aún quedan dos años para las elecciones y, técnicamente, su partido aboga por la celebración de primarias, la también diputada apuesta por dar un golpe de efecto pisando ahora el acelerador. Rodeada de las primeras espadas de Junts en el Govern; el expresident Artur Mas y el exconsejero Quim Forn, Artadi ha presentado una propuesta que pivota en explotar la dicotomía “degradación - ilusión” que dibuja “la Barcelona del no” de Ada Colau y desempolva algún proyecto estrella del mandato de Xavier Trias.
El camino hasta los comicios de 2023 es largo y bajar a la arena tan pronto tiene sus riesgos. El caso local más paradigmático fue el desplome del favoritismo del ya exconcejal Manuel Valls en 2019. Pero en el entorno de Artadi defienden que era necesario salir antes que el resto para ganar terreno y notoriedad. Creen incluso pueden dar la sorpresa si logran monopolizar el voto en contra del “no a todo” que ven en la gestión de la alcaldesa y el socialista Jaume Collboni.
Ese espacio (que amenaza con imponerse al eje nacional), es muy codiciado. Ya tiene otros pretendientes, como la plataforma Barcelona es imparable. Artadi tiene ahora cinco regidores de 41 pero cree que, a diferencia de ERC, no tiene hipotecas para intentar seducir el voto movido por el rechazo a la gestión de Colau. “Prometió que acabaría con los desahucios porque ‘era solo una cuestión de voluntad política’ pero la realidad es que Barcelona es la ciudad con más desahucios del Estado”, ha recordado en su exposición.
A Artadi también le fueron a escuchar, entre otros, el presidente de UGT, Camil Ros; el presidente de la Asociación del paseo de Gràcia, Luis Sans; el empresario David Madí y Àngels Guiteras, expresidenta de la Mesa del Tercer Sector. Algunas sillas más allá estaba José Antonio Acebillo, arquitecto jefe de la ciudad entre 1999 y 2003. Para ganar, aceptan en la fontanería de Junts, es indispensable superar las fronteras del partido y salir de primeros, agregan, también da margen para explorar todas las vías.
Los detractores de Artadi le critican cierta pulsión tecnócrata, con un punto robótico que se escapa al candidato de manual para unos comicios locales. La presentación ha dejado dejado claro, al menos, que en la artillería de campaña estarán la defensa de la colaboración público privada, una apuesta por preservar el medioambiente sin “populismo” y la enmienda a la totalidad del urbanismo táctico.
¿Es eso el artadismo? Una vez más, en su entorno esperan que el tiempo destile mejor una propuesta que aún tiene gusto de work in progress. El sitio elegido para la presentación fue la sala de cine Phenomena, en el barrio de Sagrada Familia, con una puesta en escena deliberadamente cinematográfica y alejada del sello de la extinta CiU. La diputada apuesta por enfatizar que tanto su formación y como su propuesta son otra cosa pese a que en el auditorio lo llenara lo que sobrevive del triismo. Artadi ha hecho suyo, por ejemplo, el plan de convertir el Morrot en un una zona de vivienda e industrias limpias que cosa la ciudad por el litoral. La idea estrella (y estrellada) con que el arquitecto Vicente Guallart convenció a Trias en 2011.