Joan Miró y Paul Klee se verán las caras en Barcelona
La fundación del pintor expondrá en 2022 las obras de su colección personal y la relación del creador suizo y la naturaleza
Joan Miró fue tan generoso como buen pintor. Lo demuestra la donación que hizo a Barcelona en 1975 al inaugurarse la fundación que su amigo Josep Lluís Sert le construyó en Montjuïc. Su familia ya lo sabía. Durante años regaló a su mujer Pilar Juncosa una obra de cada serie que hacía, además otras a su hija Dolors. Es lo que se conoce como la “colección Miró”, que el artista firmaba en el reverso con frases como appartenant á Pilar y ...
Joan Miró fue tan generoso como buen pintor. Lo demuestra la donación que hizo a Barcelona en 1975 al inaugurarse la fundación que su amigo Josep Lluís Sert le construyó en Montjuïc. Su familia ya lo sabía. Durante años regaló a su mujer Pilar Juncosa una obra de cada serie que hacía, además otras a su hija Dolors. Es lo que se conoce como la “colección Miró”, que el artista firmaba en el reverso con frases como appartenant á Pilar y appartenant á Mlle. Miró. La buena relación de Miró con Barcelona ha continuado con sus nietos que durante años han cedido o depositado obras de su propiedad. La última el pasado septiembre cuando han cedido 54 obras del artista (44 pinturas, nueve dibujos y una cerámica) y cinco más de Alexander Calder que le regaló a su amigo catalán.
Muchas de estas obras llegaron a la fundación en septiembre. Otras lo acaban de hacer, después de participar en la exposición Miró. El color de los sueños que cerró el día 12 en la Fundación Magnani-Rocca de Mamiano, Parma (Italia). Todas ellas serán el núcleo de una de las muestras estrellas de la próxima temporada en la Fundación Miró de Barcelona: Miró. El legado más íntimo (desde el 31 de marzo), en la que podrán verse 80 de las 139 obras depositadas o donadas por tres generaciones de miembros de la saga Miró-Juncosa que convierten Barcelona en la ciudad con la colección pública más importante del mundo de este artista.
La segunda exposición destacada de la temporada será la dedicada a Paul Klee, un artista que inspiró a Miró desde que lo conoció en París y estuvo presente siempre en su obra. Será a partir de octubre y analizará la vinculación del artista germanosuizo con la naturaleza.
Ayer se vivió un momento emocionante en la fundación: la apertura de cuatro de las cajas que contenían algunas de estas obras de Miró recién llegadas. La responsable de restauración, Elisabet Serrat, ayudada por los montadores Juande Jarillo y Eduardo Ruiz, en presencia del director del centro, Marko Daniel, supervisaron el estado de conservación de cuatro en presencia de los medios de comunicación: Oiseau (1938), Femme entourée d’oiseaux (1942), Pintura (1965) y Personnage et oiseaux devant le soleil (1976). Todo estaba perfecto.
Vida artística
Las 59 obras pasarán a las reservas en espera de formar parte de esta exposición que comisarian el propio Marko Daniel junto a Elena Escolar y Dolors Rodríguez Roig y que permitirán hacer un recorrido por la vida artística de Miró, desde 1910, cuando solo contaba con 17 años, hasta 1976, reforzando, según el director del centro, el discurso de la colección permanente en su vertiente más íntima y personal por el hecho apartar estas obras de la venta y reservarlas para los suyos. “Tenía mucha estima por su familia y era consciente de la importancia de no dejar salir toda su producción, sino que había que dejar una parte muy cerca de él”, explicó Daniel.
La otra una gran muestra de la próxima la protagonizará Paul Klee, vinculado desde siempre con Miró. Estará comisariada por Martina Millá, en colaboración con Fabienne Eggelhöfer, del Zentrum Paul Klee de Berna (Suiza), que presta las obras, y analizará la fascinación que sentía el artista germanosuizo por la naturaleza y sus fenómenos, desde su época de formación y hasta su última etapa en la que no dejó de estudiar atentamente su entorno más inmediato.
Para Millá, será “una oportunidad de revisar a Klee desde una perspectiva mironiana viendo el Klee que Miró disfrutaría observando y estudiando” con el foco puesto en la “vinculación con la naturaleza, en un momento de emergencia climática”. En la primavera de 2023, el Zentrum Paul Klee de Berna acogerá una exposición centrada en Miró.
La presentación de la nueva temporada se realizó en la biblioteca, situada en la torre octogonal que Miro y Sert concibieron como el núcleo intelectual del centro; la “torre del conocimiento”, según Daniel. Gracias a los fondos Feder y la Generalitat este espacio ha recuperado gran parte de su funcionalidad. Aquí se instalará en breve la biblioteca personal del artista, formada por unos 1.830 volúmenes, principalmente de poesía y novela negra, depositada en la fundación, como las últimas obras, por su familia. En la primera planta se han trasladado la reserva de los dibujos preparatorios (un fondo de unas 10.000 obras en papel) y se ha habilitado un pequeño espacio para exponer parte de estas obras para poder profundizar y difundir el proceso creativo de Miró.
Daniel ha subrayado la importancia de la colaboración con otros museos monográficos, con la vista puesta en el proyecto Miró-Picasso para 2023 y un posible acuerdo con el Museo Munch de Oslo (Noruega), del que aseguró no había nada cerrado, pero que reconoció que se está hablando.
En el Espai 13 se podrá ver Salto e inmersión, una propuesta comisariada por Pere Llobera en la que participarán Víctor Jaenada, Marcel Rubio, Marria Pratts y Martín Vitaliti. El centro seguirá ofreciendo exposiciones de fotografía en el vestíbulo, el próximo año de Enric Tormo, Joaquim Gomis y Nora Baylach, y proseguirán las exposiciones temporales fuera de la Fundación como la que se ofrecerá en el My Art Museum de Seúl (Corea), Joan Miró. Mujeres, pájaros, estrellas, entre abril y agosto de 2022, que hasta el 10 de enero permanece abierta (después de prorrogarse mes y medio) en el Museum of Art Pudong de Shanghái (China).