Cataluña invertirá 11 millones para retirar el amianto de 39 escuelas en tres años

Los trabajos más habituales son la retirada de las cubiertas de fibrocemento

Cubierta de fibrocemento de la escuela Arraona de Sabadell.CRISTÓBAL CASTRO (EL PAÍS)

Sin prisa, pero sin pausa. Progresivamente, el Departamento de Educación va eliminando el fibrocemento que hay en los centros escolares. El último paquete consta de 11 millones de euros para intervenir en 39 escuelas e institutos, principalmente, para sustituir las cubiertas antiguas de uralita, un material que contiene amianto, altamente nocivo y que provoca graves enfermedades respiratorias que pued...

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Sin prisa, pero sin pausa. Progresivamente, el Departamento de Educación va eliminando el fibrocemento que hay en los centros escolares. El último paquete consta de 11 millones de euros para intervenir en 39 escuelas e institutos, principalmente, para sustituir las cubiertas antiguas de uralita, un material que contiene amianto, altamente nocivo y que provoca graves enfermedades respiratorias que pueden ser mortales.

La escuela Arraona de Sabadell es una de las que se beneficiarán de la nueva dotación, aunque todavía no saben cuándo se ejecutarán las obras para retirar la cubierta (normalmente se aprovecha las vacaciones estivales). “Es una demanda muy antigua de la comunidad educativa. Parecía que se iba a hacer en el verano de 2020, pero la pandemia lo paró todo”, apunta el director, Xavi Terol. Hace unos meses ya se tuvo que actuar de urgencia cuando parte del tejado salió volando durante una ventada.

La escuela se construyó en los años sesenta usando los materiales de la época: entre ellos, el fibrocemento, económico y efectivo, pero que escondía un regalo envenenado (hasta que en 2002 se prohibió su uso). El director abunda que la escuela se tenía que haber inaugurado en 1962, el año de las riadas que asolaron el Vallès Occidental. “La escuela se convirtió en refugio de las personas que se quedaron sin casa, así que no se inauguró hasta un año más tarde”, cuenta. “Todos los edificios de este barrio fueron construidos con uralita, pero muchos ya se derribaron”, añade.

Tras años de reivindicación, la escuela espera su turno para hacer desaparecer la cubierta. Las obras, que se complementarán con trabajos de mejora del aislamiento térmico, se elevan a 392.000 euros y están previstas para el periodo 2022-23, según consta en el listado de actuaciones programadas por la Generalitat para retirar el amianto de las escuelas, recogidas en una respuesta parlamentaria a petición del PSC.

En total serán 39 intervenciones en escuelas e institutos que supondrán una inversión de unos 11 millones de euros. De momento, solo se han adjudicado las obras de ocho, por un valor de 755.000 euros; de estas, destacan por su importe el instituto escuela de Badalona (213.000) o el instituto Salvador Espriu de Salt (111.000). El resto de las obras están previstas para este año y el próximo: y las de mayor envergadura son las del instituto Mare de Déu de la Mercè de Barcelona (910.000 euros), el instituto de Flix (690.000) y la escuela de educación especial Flor de Maig de Cerdanyola del Vallès (672.000).

En 2017, el Departamento de Educación realizó un mapa de los centros con elementos de fibrocemento: lo detectó en 291 escuelas e institutos. El amianto no solo está presente en las cubiertas, también se ha hallado en bajantes y tuberías. Y en elementos no constructivos, como las pizarras. A raíz de ese estudio, se detectaron 108 encerados con amianto en 25 colegios que se han ido retirando progresivamente.

Los trabajos para eliminar este producto tóxico son muy costosos porque requieren de equipos de alta protección y de empresas especializadas que cuenten con una acreditación especial. Además, los residuos se deben trasladar a un vertedero concreto en Castellolí (Anoia). El fibrocemento es nocivo cuando se rompe y desprende unas fibras que son inhaladas, aunque los expertos alertan de que esto también sucede cuando se degrada, tres o cuatro décadas después de su colocación. La sustancia puede provocar cáncer de pleura y graves dolencias respiratorias.

“Es una evidencia científica que se trata de un material muy peligroso. Cuando ves los equipos de protección que usan los trabajadores que retiran el amianto, y piensas que nosotros estamos aquí cada día, pues no te genera confianza, la verdad”, tercia el director de la escuela Arraona, que pide más celeridad en estas obras. “Las cuestiones de seguridad y salud deben ser una prioridad y pasar por delante de todo”, remata.

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