Sin asfalto y con 400 árboles más: comienza la mayor obra de Colau para peatonalizar cuatro calles de Barcelona
El Ayuntamiento echará en agosto a los coches de los futuros ‘ejes verdes’. Los plazos son muy justos para terminar antes de las elecciones
El gobierno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, está a punto de comenzar los trabajos del que considera su proyecto estrella en este mandato, la peatonalización de cuatro calles de Barcelona: Consell de Cent (solo hasta Marina), y tramos de Rocafort, Borrell y Girona. Serán los primeros cuatro ejes verdes del ambicioso plan Superilla Barcelona, que abandona ...
El gobierno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, está a punto de comenzar los trabajos del que considera su proyecto estrella en este mandato, la peatonalización de cuatro calles de Barcelona: Consell de Cent (solo hasta Marina), y tramos de Rocafort, Borrell y Girona. Serán los primeros cuatro ejes verdes del ambicioso plan Superilla Barcelona, que abandona la idea original de cerrar cuadrados de manzanas al tráfico y la evoluciona a pacificar una de cada tres calles de la cuadrícula que dibuja el distrito del Eixample. Serán calles sin coches de paso, sin asfalto y con mucho más verde. Y crearán plazas en las intersecciones. En esta primera fase se plantarán 400 árboles.
La teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, ha presentado este jueves el calendario de las obras y el plan de comunicación que han puesto en marcha para informar a los vecinos, comercios y otros negocios afectados. En las próximas semanas comenzarán los trabajos previos a las obras: cuestiones como retirar una decena de estaciones del Bicing. Y en agosto arrancarán las obras propiamente dichas, que entre las cuatro calles afectan a un total de cuatro kilómetros.
El calendario, con un mes y medio de retraso, es justísimo para llegar a las elecciones, en mayo del año que viene, con las calles renovadas. Se comenzará por el lado mar (cuatro meses) y luego el montaña (otros cuatro). Si todo va bien, habría 15 días de margen para acabar de vestir las calles. “Hay diez contratistas, es una obra muy ambiciosa con plazos muy ajustados, el calendario es sólido y la obra es solo de piel, no hay afectaciones sobre los servicios”, han indicado fuentes de Bimsa, la empresa municipal de obras. “De 36 tramos puede salir algún problema, pero es factible”, han añadido.
“Esta es la primera fase de lo que será la gran transformación de la trama Cerdà [el arquitecto que diseñó el Eixample]. Un nuevo modelo que responde al nuevo sentido común que recorre el mundo para hacer ciudades del siglo XXI”, ha defendido la responsable de Urbanismo. Unas calles “donde la gente es la prioridad y el resto se tiene que adaptar”. El espacio público ganado ocupará seis hectáreas.
Durante las obras se permitirá el paso de coches y bicicletas en lo que todavía ahora es la calzada, pero no podrán circular linealmente por las cuatro calles afectadas: deberán girar al final de cada manzana. En estos tramos no hay autobuses, por lo que el transporte público no resultará afectado. Cuando las obras estén terminadas, con el nuevo diseño los actuales carriles bici de Consell de Cent y Girona habrán desaparecido. Las alternativas serán Gran Via, València, Pau Claris y Llúria. La carga y la descarga se mantendrá.
Las obras costarán 52 millones financiados por los fondos Next Generation. “Europa avala esta propuesta”, ha celebrado Sanz. Estas obras fueron llevadas a la Fiscalía por la plataforma ciudadana Salvem Barcelona. La Fiscalía abrió investigación por la denuncia contra el proyecto urbanístico, porque considera que el Ayuntamiento podría haber cometido un delito contra la ordenación del territorio.
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