Aragonès presiona a Junts para que apruebe los presupuestos que diseñó su consejero de Economía
Los posconvergentes le responden al presidente que, antes de negociar nada, se someta a una moción de confianza
El presidente catalán Pere Aragonès ha nombrado este martes a sus siete nuevos consejeros y en la presentación del equipo chutó un pelotazo al tejado de Junts per Catalunya: “Han abandonado el gobierno, pero sería incomprensible que abandonaran a la ciudadanía”. El jefe del gobierno catalán identifica a Junts como un compañero forzoso para poder aprobar los presupuestos, pese al reciente divorcio de los dos socios independentistas. “Este presupuesto lo elaboró un consejero nombrado a propuesta suya” y “no se entendería que se vetase a sí mismo”, presionó Aragonès en una comparecencia en el Palau de la Generalitat, aludiendo a Jaume Giró, responsable de la cartera de Economía hasta el pasado fin de semana, y a los lazos frescos que tiene Junts con el diseño de las cuentas para el 2023. Aragonès se ha alineado con el veto al PSC anunciado por el presidente republicano Oriol Junqueras. A cada pregunta sobre si descartaba buscar el apoyo de los socialistas, el president ha respondido con un mismo argumento: “La prioridad es aprobarla con los grupos que dieron apoyo a la investidura”.
Albert Batet, presidente de JxCat en el Parlament, replicó esta misma mañana de martes que “antes que hablar de los presupuestos se tiene que hablar de la cuestión de confianza”. La cuerda sigue tensa entre Junts y ERC, pero Aragonès insiste en presentar a sus exsocios como la compañía prioritaria para dar luz verde a los presupuestos. “Mi voluntad es llegar a acuerdos, no voy a entrar en una espiral de reproches”, dijo el president. Apenas unas horas antes, su mano derecha, la consejera Laura Vilagrà, había comparado a la presidenta de Junts, Laura Borràs, con la ultraderecha. Vilagrà señaló que Borràs abusa de un “lenguaje populista”, y puso de relieve que copia la estrategia “que Vox usa habitualmente en el Congreso”.
Con apenas 33 diputados de 135 en el Parlament, Esquerra se enfrenta a una encrucijada para aprobar los presupuestos. Junts da muestras de que no se lo va a poner fácil, Turull y Borràs exigen a Aragonès que convoque elecciones, y Oriol Junqueras, presidente de ERC, adelantó que el partido no tiene ninguna intención de aceptar el apoyo del PSC. “Mi prioridad es que el presupuesto salga aprobado con aquellas formaciones que dieron apoyo a la investidura o al último presupuesto”, repitió Aragonès este martes. La fórmula pretendida incluye a En Comú Podem y a la CUP, además de a Junts, pero los anticapitalistas ya han rechazado la invitación. Los ocho diputados de los comunes son a todas luces insuficientes si no se cuenta con alguno de los grandes bloques que representan PSC (33 escaños) o Junts (32). En caso de no sumar las alianzas necesarias, queda recurrir al alargue de las cuentas de este año. “La prórroga no es nuestra primera opción”, afirma Aragonès.
Junts no piensa dar tregua a su exsocio y ha vinculado cualquier negociación presupuestaria a que Aragonès se someta con antelación a una cuestión de confianza. Fue esa la reivindicación de Junts que provocó que estallara el Govern y, de hecho, es una especie de trampa porque saben que, posiblemente, no la superaría -debería dimitir- o bien visualizar un cambio de alianzas. Tras la comparecencia del president Aragonès, Albert Batet, diputado del grupo de Junts, ha instado a actuar ser “riguroso” y “responsable”. “No se puede empezar la casa por el tejado”, ha dicho afirmando que Aragonès destituyó al vicepresidente Jordi Puigneró, que ha incumplido el pacto de investidura y que ha imprimido un cambio radical de orientación política. “Hay que aplicar el principio de realidad. No se puede hacer como si nada. Tiene que someterse a una cuestión de confianza por radicalidad democrática “, ha insistido.
Batet se ha negado a responder si creía que es un Govern sin legitimidad, como sostiene Laura Borràs, pero sí ha deslizado que es el más débil de la historia al contar solo con 33 diputados y el 21% de los votos y que ahora no tiene el aval de las urnas y del Parlament. La lectura no dista mucho de la que realizan socialistas y comunes cuando recuerdan esa fragilidad al subrayar que fue investido con 74 escaños y ahora cuenta con menos de la mitad. “Es irresponsable hacer apelaciones y vetos cuando solo tienes 33 escaños”, ha dicho Batet, que ha añadido que Aragonès ha descubierto al final sus cartas y ha aparcado la independencia: “Su proyecto no es el de la independencia ni el 1-O. Es el Govern de dejémoslo estar”.
La ruptura de los dos socios ha empezado a visualizarse este mismo martes cuando Junts ha reivindicado que el proyecto de presupuestos de Giró era el que reflejaba el de un gobierno de coalición y no el que habrían hecho si gobernaran en solitario. El partido de Laura Borràs ha presentado en la Junta de Portavoces la proposición de ley audiovisual, registrada en septiembre de 2021, que había generado diferencias con ERC y que hasta ahora Junts había metido en un cajón para no avivar las tensiones. Los socialistas, mientras, han advertido que fiscalizarán al Govern y que no le darán “ni un minuto”. “No es un Ejecutivo nuevo. Llevamos 500 días de ingobernabilidad. Parece que ERC está con la calculadora”, ha afirmado la socialista Alícia Romero.
Un mensaje para los nuevos: gobernar para “la Cataluña entera”
El nuevo Gobierno catalán monocolor ya ha tomado posiciones en la Generalitat. Los consejeros nombrados por Aragonès para suplir la marcha de Junts del Ejecutivo han asumido el cargo este martes. El president les ha pedido que gobiernen “para la Cataluña entera”, una nueva alusión a la estrategia de “consenso” que dice perseguir Esquerra, y que fue motivo de reiterados choques con Junts.
En un acto celebrado en el Saló de Sant Jordi del Palau de la Generalitat, Aragonès ha agradecido el compromiso de los nuevos consellers y ha valorado que hayan aceptado dar un paso adelante “para hacer posible la nueva etapa”. Aragonès ha destacado que los nuevos consejeros asumen su responsabilidad en un momento difícil, tanto por el contexto económico y social, como por el conflicto catalán. El jefe del Govern se ha mostrado convencido de que su nuevo equipo trabajará para el conjunto de la sociedad catalana con la máxima exigencia y ambición, y sin olvidarse de nadie ni de ningún territorio. Aragonès puso énfasis en la “voluntad de suma”, en lo que pareció una dedicatoria velada para los reiterados desencuentros que mantuvieron Esquerra y Junts en varios puntos de la acción de gobierno.
El domingo, tras un mensaje donde Aragonès ya aludía al hecho de que Cataluña iba a tener “un gobierno de país”, Gemma Geis, la consejera de Junts que más a favor estaba de salir del Ejecutivo, respondió públicamente al president: “Con todo el respeto, pero lo hemos dado todo, y al servicio de la gente”. Este martes hay consejo ejecutivo del Govern, y en la toma de posesión Aragonès ha celebrado que los fichajes “incorporan experiencia, voluntad de mejora y creatividad”.
El presidente catalán ha recalcado que las prioridades del Govern son atender a las “urgencias del momento” por el efecto de la inflación, impulsar la transformación en ámbitos como el sistema productivo, la lucha contra el cambio climático y contra toda forma de discriminación, sin olvidar buscar fórmulas para la resolución de la crisis política catalana. Ha insistido acerca de que el Govern se debe “a la Cataluña entera” y ha apelado a la transversalidad. “Buscad siempre las respuestas a vuestras dudas en los grandes consensos”, ha dicho.
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