Las cuatro bazas catalanas para Eurovisión 2023
Las propuestas de Alfred García, Siderland, Sharonne y Vicco se medirán a comienzos de año en el Benidorm Fest con otros 14 finalistas
Sin sorpresas ni nombres consolidados en el listado de artistas clasificados para el Benidorm Fest, de donde saldrá quien represente a Radio Televisión Española (RTVE) en Eurovisión. Quizás el más conocido, o al menos el más popular en términos de medios de comunicación, es uno de los cuatro representantes que aporta Cataluña, Alfred García.
Este cantante, productor y compositor de El Prat de Llobregat, se dio a conocer en OT, fábrica de...
Sin sorpresas ni nombres consolidados en el listado de artistas clasificados para el Benidorm Fest, de donde saldrá quien represente a Radio Televisión Española (RTVE) en Eurovisión. Quizás el más conocido, o al menos el más popular en términos de medios de comunicación, es uno de los cuatro representantes que aporta Cataluña, Alfred García.
Este cantante, productor y compositor de El Prat de Llobregat, se dio a conocer en OT, fábrica de celebridades mayormente solubles en el tiempo, en cuya edición de 2017 quedó en cuarta posición. Adscrito a un pop de perfil radiofónico que puede ser rítmico o tierno, producido con ciertos toques de modernidad, Toro de cristal, o deliberadamente tradicional, De la Tierra hasta Marte, precisamente sus dos temas más escuchados en Spotify, alcanzó todavía más notoriedad en la edición de 2019 junto a Amaia.
Su elección para representar a Radio Televisión Española tuvo un enorme apoyo popular, pero ya en Lisboa la pareja alcanzó un modesto vigésimo tercer puesto. Es más, el tiempo ha parecido bendecir más a Amaia, la tímida indie, que al perfil más conservador de Alfred, a quien cantar en catalán no resulta extraño como muestra su toma conjunta del celebérrimo El boig de la ciutat de Sopa de Cabra.
Su popularidad en las redes es notable, ya que como publica Eurovisión Spain, sus seguidores en Instagram alcanzan los 405.000, solo superados por el fenómeno de TikTok de las guipuzcoanas y también clasificadas Twin Melody, con 1.200.000 seguidores en Instagram y más de 18 millones de seguidores en TikTok. Mucho más modestas son las cifras de Siderland (4.000 seguidores en Instagram), el trío que canta en catalán y que podría devolver el idioma de Víctor Català, bien no exactamente ese, a Eurovisión después de las tibias participaciones de Andorra.
El trío tiene un pequeño problema con su nombre, derivado del latín y que expresa constelación de estrellas, ya que Google, tan suyo él, se obstina en ofrecer información sobre el Sunderland, modesto equipo inglés que milita en la segunda división. Al margen de este detalle, no menor hasta que el trío tenga repercusión mundial, la música del Siderland es un pop espumoso y fugaz, algo así como la continuación con otros recursos de producción del pop catalán de los noventa. Este tipo de música, por otro lado, idónea para no pensar en los problemas del día a día sin recurrir a las drogas, tiene un punto contagioso que puede encontrar abrigo en Eurovisión, donde el trío aspira a ofrecer una trabajada puesta en escena. El hecho de expresarse en catalán ya ha generado debates que vinculan el idioma, Eurovisión y la política estatal, despertándose esperanzas de gestos hacia el idioma por parte RTVE e incluso masivas votaciones de toda Cataluña concentrando el voto en Siderland.
Quien sí cuenta con notable popularidad en su ámbito es Sharonne, la drag queen que recientemente ha ganado la segunda edición española del certamen Drag Race. Tras Sharonne se encuentra Cristóbal Garrido, un artista nacido en Sabadell y que presenta una paleta de habilidades propias de quien vive en sentido amplio el mundo del espectáculo. Cristóbal puede hacer de cantante, de presentador y de actor, manejándose perfectamente en todo tipo de coreografías. Salió del anonimato gracias a su participación en el concurso de Antena 3 Tu cara no me suena todavía, donde interpretó junto a La Terremoto de Alcorcón el clásico de Donna Summer y Barbara Streisand No More Tears (Enough Is Enough).
En un concurso como Eurovisión donde el aspecto visual resulta relevante, Sharonne puede ser una carta con posibilidades, pues además canta con solvencia y su disco-pop es vitalista, fácil y bailable. Y si unos reivindican en Eurovisión el idioma, otros los derechos del colectivo LGTBIQA+. De hecho, en algunos ámbitos Eurovisión es conocida como “la champions gay”.
Finalmente, Vicco es una artista muy rodada en los escenarios. Compositora, pianista, cantante y productora, fue tutelada por Alejandro Sanz, para quien abrió varios conciertos en su gira Sirope. Su eclecticismo demuestra una innata capacidad de adaptación, pues entre otros ha colaborado con La Pegatina, Chenoa o Bejo, el ingenioso rapero tinerfeño que se autoafirma diciendo: “Tengo más tablas que Leroy Merlín”. Nacida como Victoria Riba en Barcelona, con estudios musicales, su carrera está dando los primeros pasos y su pop rítmico con inofensivos efluvios rítmicos urbanos tiene ya apalabrado un contrato con Sony.
Estas son las bazas catalanas para un concurso que un día pareció muerto, anacrónico y tan antiguo como el nombre que tuvo el grupo que formó Vicco con sus hermanas: Carpanta.
Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal