El fuerte incremento de la demanda en guarderías desborda a los municipios catalanes

El anuncio de la gratuidad en Infantil2 ha disparado hasta un 35% las solicitudes en las grandes ciudades, pero apenas se han creado nuevas plazas

Una escuela municipal de Barcelona, en una imagen de archivo.Joan Sánchez

El anuncio hecho por el president Pere Aragonès hace un año de que el curso de Infantil2 (el antiguo P2 en las escuelas infantiles) sería gratuito ha provocado un aumento de la demanda -que las administraciones ya esperaban, sin calcular la magnitud-, pero que muchos municipios han sido incapaces de asumir, porque no han podido crear el volumen de plazas necesario para dar respuesta. Según un sondeo hecho por este diari...

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El anuncio hecho por el president Pere Aragonès hace un año de que el curso de Infantil2 (el antiguo P2 en las escuelas infantiles) sería gratuito ha provocado un aumento de la demanda -que las administraciones ya esperaban, sin calcular la magnitud-, pero que muchos municipios han sido incapaces de asumir, porque no han podido crear el volumen de plazas necesario para dar respuesta. Según un sondeo hecho por este diario a las 11 ciudades con más de 100.000 habitantes, las solicitudes para el curso actual aumentaron en todas ellas entre un 16 y un 36%, pero solo cinco incrementaron las plazas, aunque no lo suficiente.

La gratuidad del Infantil2 (I2) se ha convertido, junto al avance del curso escolar, en las medidas estrella del Govern de Aragonès. A pesar de que la Generalitat afronta una deuda de 140 millones de euros a saldar hasta 2029 por dejar de financiar las guarderías públicas durante los recortes. El acuerdo era que Generalitat, familias, ayuntamientos (los titulares de las escuelas infantiles) paguen 1.600 euros anuales por alumno para costear el servicio. Tras el descuelgue de Educación de este pacto hace una década, ahora ha decidido pagar su parte y asumir la de las familias. Así, desde este curso, la etapa de I2 es gratuita en las guarderías públicas -las familias solo pagan el comedor y extras como la acogida matinal-.

El anuncio ha provocado un aumento de solicitudes en las grandes ciudades, las que concentran más población y donde se acostumbra a detectar más falta de plazas públicas. Según datos recopilados por este diario, el incremento total -en los diferentes cursos- se mueve en una horquilla entre el 16% de ciudades como Barcelona o Tarragona a un 36% en Mataró. Pero mirando en detalle las solicitudes para I2, las cifras se disparan: entre un 17% de Barcelona al 61% en Terrassa. Pero la respuesta a este aumento ha sido desigual y solo cinco municipios (Terrassa, Sabadell, Tarragona, Mataró o Reus) han logrado ofertar más plazas.

En la capital del Maresme han ofertado 150 plazas más gracias a los ocho grupos que actualmente tenían cerrados en diferentes escuelas. “Al final solo hemos necesitado cinco grupos y hemos cubierto la demanda. Si hay familias que se han quedado fuera es porque no quieren acceder a una de las vacantes, porque les queda lejos o no comparten el proyecto educativo”, apunta Miquel Àngel Vadell, concejal de Educación.

En Terrassa también han abierto tres grupos nuevos, aunque admiten que se han quedado cortos. “Hemos llenado al 100%, es un éxito porque hacía años que esto no pasaba”, admite la concejal de Educación Teresa Ciurana. Pero el Ayuntamiento se han puesto como objetivo abrir nuevas escuelas, con unas 200 plazas, en el próximo mandato porque actualmente, entre públicas y privadas, solo el 40% de niños está escolarizado. “Tenemos mucho camino para recorrer”.

En Barcelona, la oferta se ha quedado corta ante el volumen de peticiones (un 15% más), especialmente porque este curso precisamente contaba con menos vacantes (-1%) que un año antes, a pesar de que se había aumentado ligeramente la capacidad: 58 plazas más. Esto ha hecho que solo se haya podido atender el 57% de la demanda, por debajo del 63% del curso anterior. No obstante, el concejal de Educación, Pau González, lo achaca a “la recuperación postpandemia” y asegura que “no ha habido efecto llamada” por la gratuidad en I2. Con todo, González admite la falta endémica de plazas públicas en la capital y asegura que dos nuevas escuelas abrirán el próximo curso.

En el otro lado están los municipios que han mantenido la oferta. En L’Hospitalet de Llobregat la falta de plazas es más flagrante. Las escuelas infantiles públicas están al 100%, pero además tienen una gran necesidad de nuevas guarderías: solo cuentan con nueve públicas (Terrassa, con un poco menos de población, tiene 14), aunque también disponen de cinco privadas subvencionadas (están en edificios municipales y reciben una aportación de la administración para reducir la cuota de las familias). “Queremos aumentar las plazas públicas, pasando las subvencionadas a la red pública y construyendo dos centros nuevos. Pero tenemos los recursos que tenemos y hasta ahora no hemos abierto nuevas guarderías porque la Generalitat no estaba pagando”, explica David Quirós, concejal de Educación.

Uno de los fenómenos curiosos que no esperaban los municipios es que el aumento en las solicitudes no solo ha afectado al I2 (el curso que es gratuito), sino también en el Infantil1. “Hay muchas familias que han intentado entrar en la red pública pensado que, aunque tengan que pagar un curso, ya están dentro del sistema y se aseguran así la gratuidad el año que viene”, tercia Alba Pijoan, alcaldesa de Tàrrega y vicepresidenta de la Federación de Municipios de Cataluña.

No obstante, muchas familias, y este curso más, se han quedado en lista de espera, haciendo más evidente la falta de plazas públicas, justo en un momento, paradójicamente, de bajada de la natalidad. “Era imposible saber cómo iría y los municipios no han tenido tiempo de crear más plazas para este curso. Ahora los ayuntamientos deben empezar a mover hilos para incrementar la oferta para el próximo curso”, incide Pijoan. Así, los ayuntamientos anhelan la llegada de los fondos Next Generation que deben ayudar a crear hasta 10.000 plazas en tres años. El Departamento de Educación asegura que antes de fin de año se abrirá la convocatoria.

Haciendo números

Desde Mataró admiten estar haciendo equilibrios para asumir la gratuidad hasta que llegue la aportación de la Generalitat y han tenido que ampliar el presupuesto actual para costear el aumento de plazas, que ha supuesto contratar seis educadoras. Vadell también se muestra preocupado porque la Generalitat pueda mantener su inversión si se prorrogan los presupuestos.

En Tiana no han aumentado la oferta, pero tampoco han visto crecer la demanda. Los que sí ha subido es el gasto. El alcalde Isaac Salvatierra asegura que el Ayuntamiento tendrá que poner 20.000 euros más porque la aportación de la Generalitat no lo cubre todo. “El departamento entiende el servicio de 10 meses, pero tenemos abierta la escuela 11 meses”, apunta.

Desde la Federación de Municipios admiten que hay ayuntamientos que, con la aportación de 1.600 euros de la Generalitat, recibirán más dinero que hasta ahora, dependiendo del coste de la plaza que tengan y si lo que pagan las familias superaba o no esta cifra. “No hay un perfil claro de los municipios en que la plaza es más cara, pero sabemos que la clave está en que una ratio baja o la contratación de especialistas o educadores de apoyo encarecen el servicio”, relata Pijoan. Con todo, la Generalitat se comprometió a estudiar los casos en que los 1.600 se quedaban cortos.

La privada se resiente

La medida, no obstante, solo se aplicará en las guarderías públicas -969-, mientras que las privadas -747- recibirán una subvención de 800 euros por plaza, que deberán descontar en la cuota. Las patronales de la privada asegura la gratuidad les está perjudicando. Una encuesta de la Associació Catalana de Llars d’Infants revela que el 80% de sus asociados ha notado este curso un descenso de entre el 15 y el 20% en la matrícula en I2, y un 40% de centros sufren una bajada global en todas las etapas. “Estamos notando un trasvase de la pública a la privada, y esto ha supuesto la estocada final para muchos centros, ya afectados por la pandemia y la crisis de hace una década”, lamenta Jordi Fibla, secretario general de la otra patronal, la Associació de Llars d’Infants de Catalunya. El sector reclama también la gratuidad para sus centros porque muchas familias se quejan al sentirse discriminadas, especialmente porque muchas acaban en un centro privado al no lograr plaza en la pública.

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