Cataluña ha detectado 21 especies invasoras desde 2012

La avispa asiática, el escarabajo “matamoreras” y el coipú [un roedor], han llegado recientemente a Cataluña y ya son un problema. Son especies exóticas invasoras instaladas en la comunidad que se reproducen por el territorio de forma muy rápida, amenazando su ecosistema. En los últimos 11 años se han detectado 21 especies de este tipo en la Comunidad según el último informe de Exocat, el proyecto de investigación que radiografía...

La avispa asiática, el escarabajo “matamoreras” y el coipú [un roedor], han llegado recientemente a Cataluña y ya son un problema. Son especies exóticas invasoras instaladas en la comunidad que se reproducen por el territorio de forma muy rápida, amenazando su ecosistema. En los últimos 11 años se han detectado 21 especies de este tipo en la Comunidad según el último informe de Exocat, el proyecto de investigación que radiografía las especies exóticas en Cataluña y diseña las estrategias de prevención y control. El Departamento de Acción Climática doblará este año su presupuesto hasta casi dos millones de euros para combatir este fenómeno que daña los cultivos, las especies autóctonas y la salud pública.

Exocat advierte en el documento de que el proceso de invasión ha aumentado en los últimos años con 631 nuevas especies exóticas detectadas en Cataluña desde 2012, a pesar de que el aumento general también se explica porque disponen de mejores herramientas de detección. En total, hay identificadas 1.678 especies exóticas desde que hay registros: la gran mayoría plantas (1119), seguidas de invertebrados terrestres (180) y de pájaros (117). El 12% son consideradas invasoras, las problemáticas. Estas generaron un gasto de casi cinco millones de euros en 2019 y 2020 al Govern en actividades como el mantenimiento de brigadas de Agentes Rurales, el seguimiento de insectos o la retirada de nidos.

Exocat destaca la expansión de varios cactus con una gran capacidad de “colonización del territorio y de difícil control”, además de pájaros como la cotorra de Kramer o la cotorrita pit-grisa. Algunos de los insectos invasores más conocidos en los últimos años han sido la propia avispa asiática (Vespa velutina), y el picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus). Los peces continentales, los reptiles y los invertebrados terrestres han multiplicado por diez o cuadriplicado el área ocupada respecto a 2013.

Las regiones metropolitanas y las zonas del litoral son las más sensibles a la invasión: concentran el mayor incremento de especies exóticas al ser áreas muy pobladas y con gran tradición comercial. Por ejemplo, en septiembre se coló una avispa invasora por el puerto de Barcelona. Además, el cambio climático es uno de los factores que han favorecido esta tendencia en los últimos años según Roser Rotches, investigadora del proyecto: “La actividad humana genera espacios vacíos en los terrenos explotados para que las especies exóticas se establezcan, y el cambio climático selecciona las que vienen de climas más cálidos”.

Joan Pino, el director del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (Creaf), el ente que coordina Exocat, ha remarcado que este fenómeno seguirá aumentando debido a actividades como el transporte de mercancías: “Es culpa nuestra. Tenemos que asumir que las invasiones biológicas son parte de nuestra forma de vida”. La secretaria de Acción Climática, Anna Barnadas, ha remarcado que las especies invasoras contribuyen a la pérdida de la biodiversidad en Cataluña, que ha perdido el 25% de su fauna salvaje en los últimos 20 años.

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