CC OO contradice a la empresa de la mina de Súria en la que murieron tres geólogos: “No hay accidente imprevisible”

El sindicato rechaza las conclusiones de la investigación interna de ICL sobre el accidente

Los servicios funerarios abandonaban la mina con los cuerpos de los geólogos fallecidos, el pasado 9 de marzo en la mina de Súria.Albert Garcia

La investigación interna que la empresa minera ICL, la antigua Iberpotash, ha hecho sobre el accidente del pasado 9 de marzo en el que murieron tres geólogos, no ha convencido a todos, y ha provocado la primera grieta en la unidad mostrada hasta ahora entre empresa y sindicatos. Este informe, que la compañía remitirá al juzgado que investiga el caso —que ya cuenta con la investigación del departament...

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La investigación interna que la empresa minera ICL, la antigua Iberpotash, ha hecho sobre el accidente del pasado 9 de marzo en el que murieron tres geólogos, no ha convencido a todos, y ha provocado la primera grieta en la unidad mostrada hasta ahora entre empresa y sindicatos. Este informe, que la compañía remitirá al juzgado que investiga el caso —que ya cuenta con la investigación del departamento de Empresa y la de los Mossos d’Esquadra—, concluye que el accidente fue “imprevisible”, y aunque admite que hubo un fallo de comunicación sobre un punto inestable del techo de la galería a ocho metros de la roca que se desprendió, no considera que esta sea la causa del siniestro. El sindicato CC OO de Industria ha emitido un comunicado en el que rechaza estas conclusiones, y dice que, junto con la sección sindical de CC OO en la empresa, elaborará su propia investigación: “No hay ningún accidente imprevisible e inevitable”.

El informe de la empresa admite que, una vez analizada la galería tras el accidente, se detectaron dos “hallazgos no causales”: el primero, que uno de los pilares de la galería era más estrecho de lo que tendría que ser; y el segundo, que una parte del techo, a ocho metros de la roca que se desprendió, “no estaba en condiciones”. Según ICL, estos dos puntos problemáticos no guardan relación causal con el siniestro: la roca no se desprendió a causa de esto, sino que, explican, cayó porque simplemente no tenía la resistencia suficiente para aguantar el peso de la cuña. La compañía explica que el problema del techo fue detectado por el equipo del turno de noche, que lo señaló en su parte (se hacen en papel, por radio y verbalmente), pero admite que “la cadena de comunicación se rompió”, ya que esta información no llegó a los geólogos que, por la mañana, entraron en esa galería.

ICL afirma que este fallo de comunicación no es relevante, porque de todas formas, de haber tenido la información, la tarea de los geólogos hubiese sido ir igualmente a la galería a analizar los problemas. De hecho, la empresa cree que cuando llegaron al lugar, los tres expertos ya se dieron cuenta de que existían estos puntos problemáticos, porque se situaron lejos de ellos en círculo para conversar, y fue en ese lugar que habrían considerado “seguro”, donde a las 7.35 horas cayó la roca.

En el comunicado, CC OO de Industria dice que no está de acuerdo con esto. “Este error de comunicación sí que es significativo, porque el turno de noche avisó de un problema en el techo a solo ocho metros de donde se produjo el accidente. Para CC OO, cuando se identifica un problema como este, se tiene que tener en cuenta y hay que extremar las medidas de prevención y seguridad para evitar accidentes y situaciones de riesgo”, apuntan. El sindicato dice que elaborará su propio informe, que también remitirá a la Dirección General de Minas (que depende del departamento de Empresa de la Generalitat), “para que se tomen las medidas oportunas”.

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