Los Casuals controlaban cultivos de marihuana y habían invertido en clubes cannábicos

Las conversaciones en el interior del coche de ‘Paco el Gordo’, uno de los 25 detenidos, cimientan la investigación contra los ‘ultras’ más violentos del Barça

Operación de los Mossos contra los Casuals, este viernes. Foto: ALBERT GARCIA

Los grupos criminales se han subido en los últimos años, con entusiasmo, al carro de la marihuana. Los Casuals, uno de los más activos y peligrosos, no iban a ser menos. La investigación abierta por los Mossos d’Esquadra, que el viernes descabezaron por segunda vez en una década a los ultras más violentos del FC Barcelona, ha acreditado ...

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Los grupos criminales se han subido en los últimos años, con entusiasmo, al carro de la marihuana. Los Casuals, uno de los más activos y peligrosos, no iban a ser menos. La investigación abierta por los Mossos d’Esquadra, que el viernes descabezaron por segunda vez en una década a los ultras más violentos del FC Barcelona, ha acreditado que controlaban directamente grandes cultivos de marihuana y, también, que cobraban por la gestión y explotación de otros, según han explicado a EL PAÍS fuentes de la investigación. Los Casuals habían invertido también parte de su capital ilícito en clubes cannábicos, asociaciones que están en el limbo legal, que han proliferado en ciudades como Barcelona y que sirven, en muchas ocasiones, de tapadera para el tráfico de drogas. En los registros del viernes en domicilios, los agentes hallaron dos plantaciones de marihuana de 300 plantas cada una.

A la espera de saber si su líder, el veterano Ricardo Mateo, se entrega a la policía o sigue en paradero desconocido, los 25 detenidos el viernes en un despliegue de máxima seguridad han declarado este sábado en comisaría. O mejor dicho, en comisarías, porque los agentes les han dispersado en distintos centros del área metropolitana. Está previsto que este domingo pasen a disposición judicial. El auto de entrada y registro dictado por el titular del juzgado de instrucción número 12 de Barcelona enumera brevemente los hechos y delitos que se les atribuye: secuestro, extorsión, desórdenes públicos, lesiones, introducción de droga en centro penitenciario, tenencia de armas de fuego, organización criminal, encubrimiento de homicidio y tráfico de drogas.

Hace 10 años, Mateo y algunos de los Casuals fueron condenados por hechos muy similares, incluidos el narcotráfico y las extorsiones a empresarios del ocio nocturno. La investigación acredita que, presuntamente, nunca abandonaron esas actividades pese al encarcelamiento de su carismático e indiscutible líder. En sus atestados, los Mossos indican que la salida de prisión de Mateo, hace más de dos años, dio a los ultras un nuevo impulso. Los Casuals se han hecho en este tiempo más fuertes, han peleado por la hegemonía con otros grupos y han extendido su área de influencia territorial, lo que incluye desplazamientos por otras ciudades españolas para el control del tráfico de marihuana.

Las técnicas tradicionales de investigación (intervenciones telefónicas, seguimientos) han ayudado en la investigación. Pero lo que ha permitido cimentar la Operación Hidra es un pequeño dispositivo de escucha que, con autorización judicial, los agentes instalaron en el vehículo de Francisco Pérez, alias Paco el Gordo, de 44 años. Aunque no forma parte de la cúspide de los Casuals, es uno de sus cabecillas en la zona del Vallès y, sobre todo, el que habla con más soltura de los asuntos turbios del grupo. La locuacidad de Paco el Gordo es conocida. Es el autor de un mensaje de audio que se hizo viral: amenazó a un seguidor del Espanyol que había saltado al campo durante el derbi en el que el Barça se proclamó campeón de liga con graves consecuencias si no se borraba del brazo un tatuaje de “ultra”.

Las conversaciones también arrojan luz, según las mismas fuentes, sobre dos homicidios en los que los Casuals pudieron tener algún tipo de participación. El primero de los crímenes ocurrió el pasado 9 de marzo en el barrio de Gràcia de Barcelona. Los Mossos dieron el alto a una furgoneta y, al registrarla, hallaron el cadáver de un hombre en el maletero. Se trató de un ajuste de cuentas por drogas entre clanes vinculados a la organización ultra. Dos hombres están en prisión provisional por esos hechos, que indaga otro juzgado. La investigación contra los Casuals trata de aclarar si algunos de sus miembros pudieron inducir o encubrir el crimen. En el segundo homicidio, las pesquisas se centran en saber también si el grupo tuvo alguna intervención en la ejecución, en Badia del Vallès, del hermano del hermano de El Sardina, un conocido narcotraficante.

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