El PSC y el soberanismo alertan contra la regresión que supondría un gobierno de PP y Vox
Todos los partidos catalanes hacen un llamamiento a la participación en los mítines de cierre de campaña
Los partidos soberanistas y el PSC cerraron este viernes la campaña electoral del 23-J llamando a la participación con la sensación de vértigo y alertando contra la regresión que supondría un eventual gobierno formado por Vox y PP. Los socialistas subrayaron en su mitin final, en la línea de toda la campaña, la trascendencia y la gravedad del momento al avisar de que Cataluña, de la que dicen que está “infinitamente mejor” que ...
Los partidos soberanistas y el PSC cerraron este viernes la campaña electoral del 23-J llamando a la participación con la sensación de vértigo y alertando contra la regresión que supondría un eventual gobierno formado por Vox y PP. Los socialistas subrayaron en su mitin final, en la línea de toda la campaña, la trascendencia y la gravedad del momento al avisar de que Cataluña, de la que dicen que está “infinitamente mejor” que en 2017, se juega la convivencia, el progreso y la calidad de la democracia. Esquerra y Junts hicieron también una llamada a la movilización en una jornada en la que el voto por correo entre los catalanes —276.000 peticiones hasta el jueves— ha batido el récord en estas elecciones generales.
Cataluña aporta al Congreso 48 de 350 diputados y los socialistas sostienen que puede inclinar la balanza ante la distancia que les separa hasta ahora del PP (10 escaños). Favoritos en las encuestas —podrían dar el sorpasso con ERC—, el PSC ha pedido el voto útil “sin intermediarios” para Pedro Sánchez al ser el único, dicen, que puede frenar a Alberto Núñez Feijóo. Su voto útil pasa por “apartar los matices”, en palabras de Salvador Illa, líder del PSC, y captar a electores de comunes, progresistas, moderados exvotantes del PP e independentistas de quienes no quieren retroceder “40 años”.
En un mitin con jóvenes y flanqueado por dos retratos de Pedro Sánchez con el lema “Defiende tus derechos”, Illa ha resaltado que está en riesgo “la convivencia, la libertad de creación y la lucha contra la violencia de género”. “Estamos en plena remontada. Temblad, que se os helará la sangre”, exclamó. La candidata apuntó que este 23-J hay en juego muchas cosas trascendentales. “La democracia hay que defenderla cada día. Nos quieren llevar a la época preconstitucional en materia de igualdad”, añadió.
Socialistas y comunes reivindican toda la obra de gobierno como la reforma de las pensiones, la reforma laboral, la subida del salario interprofesional, la ley de la eutanasia, la de los derechos LGTBI, la aplicación de los ERTE en plena pandemia, la ley de igualdad o contra la violencia de género. O incluso la ley de vivienda en la que Cataluña aspira a ser la comunidad pionera en aplicarla. Todo ese bagaje está ahora en juego en el caso, dicen, de que pueda gobernar Vox al anunciar que quiere derogar todo el “sanchismo” además de aplicar un “155 eterno en Cataluña”, en palabras de Batet. Aina Vidal, candidata de los comunes, que recibió el apoyo de 700 sindicalistas, apuntó en Tarragona que el bloque progresista puede dar la sorpresa y atribuyó a su formación la posibilidad de decantar esa balanza.
El independentismo aguarda la cita con el temor de quedarse lejos de igualar el techo histórico de los 23 sobre 48 alcanzados diputados en 2019. “Lo primero que haremos, si tenemos suficiente fuerza, será impedir un Gobierno de extrema derecha que solo busca aniquilarnos como movimiento político y como ciudadanos de un país que quiere ser libre”, aseguró la secretaria general de ERC, Marta Rovira, que conectó con el mitin celebrado en el barrio de Gràcia. Los republicanos, además, condicionan la investidura a seguir negociando en la mesa de diálogo, el traspaso de Rodalies y acabar con el déficit fiscal. Junts y la CUP elevan ese precio hasta tener el referéndum. Toni Castellà, candidato al Senado, avisó de que asumen de forma “solemne” el compromiso de no investir a ningún presidente sino reconoce la autodeterminación y la amnistía. El PSC ha avisado que no es momento de poner precio.
Junts se ha movilizado en contra de la abstención. En Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), cuna de la inmersión lingüística, Míriam Nogueras, de Junts, presentó el manifiesto Compromiso con Cataluña, en el que apunta que la abstención “no nos acerca a la independencia” y que la ausencia de escaños se llene del ‘a por ellos’. El texto recoge su compromiso de hacer frente común con todo el que trabaje por Cataluña “con sentido de Estado, mano tendida y mirada larga”, de hacer un muro ante “la extrema derecha” a la que ha recriminado que haya expulsado el catalán de las bibliotecas, “borre la cultura y la memoria de los que lo defendieron”.
El PP empieza a salir del pozo en Cataluña y confía en despegar. Feijóo ha estado en el último año 10 veces en esta comunidad y su presencia es un termómetro de que tiene en cuenta a Cataluña frente a la tesis de la izquierda que asegura que solo la utiliza para sacar votos en otros territorios. Nacho Martín Blanco, exportavoz de Ciudadanos en el Parlament hasta hace dos meses, ha intentado marcar distancias con Vox repudiando sus “pulsiones guerracivilistas”. Ha pedido al “constitucionalismo catalán” y a los “catalanes sensatos” que voten “en masa” a Feijóo para aportar desde Cataluña “grandes glorias a España”.
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