Junts y Collboni acuerdan permitir nuevos hoteles en el centro de Barcelona y el alquiler de habitaciones a turistas

El Gobierno municipal socialista no apoya la propuesta de los comunes de cerrar 8.000 pisos turísticos

Uno de los últimos hoteles que abrieron en el centro de Barcelona, en la calle de Casp, a finales de 2021.Carles Ribas

En el Ayuntamiento de Barcelona, las comisiones de plenario no tienen la atención, glamour y pedigrí de un pleno municipal, pero en ellas pasan cosas de calado. Este martes, en la comisión de Urbanismo, el gobierno del alcalde Jaume Collboni y Junts han protagonizado un acercamiento en materia de ...

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En el Ayuntamiento de Barcelona, las comisiones de plenario no tienen la atención, glamour y pedigrí de un pleno municipal, pero en ellas pasan cosas de calado. Este martes, en la comisión de Urbanismo, el gobierno del alcalde Jaume Collboni y Junts han protagonizado un acercamiento en materia de turismo que les une entre ellos tanto como les aleja de los comunes y su legado político. Y todo en un marco, con la investidura de Pedro Sánchez cerrada, en el que se abre una ventana para negociar un pacto en el Gobierno municipal.

El grupo que lidera el ex alcalde Xavier Trias ha logrado los votos del PP y Vox y la abstención del PSC para modificar el plan de alojamientos turísticos (el célebre PEUAT, que centrifugaba la nueva oferta turística a la periferia de la ciudad). El PSC ha asegurado horas después que se había abstenido, aunque en la sala no se han posicionado y todo el mundo daba por hecho el sí, incluso las redes sociales del Ayuntamiento. El texto insta a llevar a cabo dos modificaciones muy relevantes, aunque el PSC ha evitado ponerles fecha eliminando del texto inicial el plazo de tres meses que contemplaba el texto de Junts. La primera modificación es permitir la apertura de nuevos hoteles en el centro si se trata de proyectos “singulares”, por ejemplo en un palacete o edificio histórico. Concretamente en las zonas 1 y 2, el meollo de la presión turística, donde el plan de la alcaldesa Ada Colau prohibía nuevas aperturas e incluso contemplaba el decrecimiento de camas hoteleras. La segunda modificación pasa por permitir el alquiler de habitaciones para turistas, en la línea que prevé el decreto de Turismo de la Generalitat de verano de 2020 (siempre que la familia viva en el piso, un máximo de cuatro plazas y un tope de 31 días al año). Los comunes habían apostado por esta fórmula, la del bed and breakfast, cuando llegaron al poder en 2015, pero a lo largo de sus dos mandatos viraron hasta el punto de rechazarlos, porque consideraban que no se podrían controlar, y prohibirlos de forma expresa en la ciudad.

Este ha sido el primer revés del PSC a la herencia de Colau. El segundo, la abstención del Gobierno a la proposición de los comunes que contemplaba el cierre de 8.000 pisos turísticos, los que se estima que existen en edificios con vecinos. Esta posibilidad se abrirá si se aprueba el decreto presentado la semana pasada por el Govern. La proposición de los comunes solo ha contado con el apoyo de ERC. Junts, PP y Vox han votado en contra y el PSC se ha abstenido, de manera que no ha prosperado.

Los comunes, al PSC: “Quieren un gobierno progresista, pero es difícil de creer”

En medio de una cierta euforia en las filas de Junts (que recordaban que ya lograron que Collboni apoyara la reforma del 30%), los comunes han arremetido contra el tándem Junts-PSC. La concejal Lucía Martín ha visto la propuesta para modificar el PEUAT “una idea 100% de la derecha de Junts, del modelo Trias ya conocido que los comunes combatieron desde el Gobierno”. Sobre las habitaciones compartidas ha recordado que “es la misma propuesta que hacía Airbnb”. “La presión turística en Ciutat Vella es insostenible. A veces me pregunto dónde viven los concejales de Junts. Que el PSC permita esta proposición que sigue la barra libre es una amenaza gravísima y contraria a una posición progresista”, ha señalado para zanjar: “El PSC permite proposición que beneficia al lobby hotelero y tumba la nuestra que quiere reducir los pisos turísticos, dicen que quieren un gobierno progresista pero es difícil de creer”.

Por parte del Gobierno municipal ha defendido la postura socialista la teniente de alcalde Laia Bonet. Sobre el PEUAT ha considerado que “es una herramienta muy útil de control proactivo de la actividad ilegal de los pisos turísticos”, y ha aplaudido el decreto de pisos turísticos “que habrá que aterrizar en Barcelona”. Bonet ha recordado que el decreto debe aprobarse primero y después habría que redactar un plan urbanístico para reconocer explícitamente la figura de los pisos turísticos. “Hay que trabajar con seguridad jurídica, poniendo los pies sobre tierra firme y evaluando el coste de las propuestas”, ha dicho mirando de reojo a los comunes.

En Junts, quien ha intervenido en las dos proposiciones ha sido el ex consejero de Territori, Damià Calvet. Sobre los futuros hoteles singulares en el centro ha citado los casos de Lisboa o Berlín, donde ha asegurado que también se permiten. Y en respuesta a los comunes ha afirmado que “Barcelona tiene menos oferta de alquiler y más cara que nunca”. “Atacan al sector privado y lo que hay que hacer es dinamizar el urbanismo para generar oferta”, ha respondido a Lucía Martín.

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