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Illa abre su gobierno al soberanismo moderado para ganar el centro político

El ‘president’ nombra consejeros a dos exdirigentes de CiU y ficha al portavoz del Parlamento Europeo para visualizar el final del ‘procés’

El 'expresident' Pere Aragonès coloca la medalla de la Generalitat a Salvador Illa ante el aplauso del 'president' del Parlament, Josep Rull.Foto: Massimiliano Minocri | Vídeo: EPV
Àngels Piñol

El presidente catalán, Salvador Illa, cumplirá con el calendario con el que soñaba desde hace tiempo y su Govern tomará posesión hoy en el Palau de la Generalitat. El nuevo Ejecutivo, con 16 consejerías, dos más de las que tenía el Govern de Pere Aragonès, estará formado, por un lado, por un nutrido grupo de diputados del PSC y, por otro, por independientes y soberanistas moderados. Illa expresó hace tiempo su idea de diseñar un gabinete transversal y, además de apostar por dos cuadros de ERC, ha lanzado un guiño al mundo exconvergente con el fichaje de Miquel Sàmper, exconsejero de Junts, como titular de Empresa y Trabajo, y el de Ramon Espadaler, exconsejero de CiU y desde 2017 diputado del PSC, al frente de Justicia y Calidad Democrática. Con el objetivo de dar un mensaje a Europa de estabilidad y fin del procés, Illa incorpora como consejero de Acción Exterior a Jaume Duch, hasta ahora portavoz del Parlamento Europeo.

Los casos de Samper y Espadaler son sensiblemente diferentes. Abogado de 58 años, el primero fue candidato a la alcaldía de Terrassa por CiU en las elecciones de 2015 y nombrado consejero de Interior por el expresident Quim Torra. Su paso por el Govern no fue precisamente tranquilo. Siempre quiso recuperar, sin éxito, al mayor José Luis Trapero Actualmente es el letrado del exconsejero y diputado Lluís Puig Gordi, pendiente de ser amnistiado. Hace meses Sàmper rompió el carnet de Junts. Su llegada al Govern es una sorpresa relativa: acudió a algún acto de Illa en la última campaña electoral.

Espadaler fue consejero (Medio Ambiente) de Jordi Pujol y de Artur Mas (Interior) y vivió la rotura de Unió durante el procés. El partido democristiano se rompió en dos: una facción independentista (Demòcrates) y otra confederal (Units per Avançar) contraria a la unilateralidad. Fue Miquel Iceta el que quiso establecer una alianza estable con ese sector del catalanismo para captar ese voto huérfano. La relación de PSC-Units per Avançar se ha mantenido en el tiempo.

La diputada Sílvia Paneque, en un Pleno del Parlament. En primer plano, Salvador Illa.
La diputada Sílvia Paneque, en un Pleno del Parlament. En primer plano, Salvador Illa.Quique García (EFE)

Las dos incorporaciones desataron una reacción airada de Junts. Jordi Turull, secretario general, publicó en X este mensaje: “Hay un perfil de políticos que juegan a la bolsa en cada momento y se mueven al lado de quien cree que cotiza más. Y no se mueven por convicciones políticas. Y en este Govern hay más de uno y de dos”, dijo. Miquel Buch, exconsejero de Junts, primer beneficiado de la ley de amnistía, colgó en la red una fotografía del cuadro El beso de Judas.

Illa ya demostró durante la campaña su estrategia de ensanchar las costuras del PSC para amarrar la centralidad. Los socialistas se han nutrido estos últimos años de excargos de Ciudadanos y a Illa no le importó citar en la carrera electoral a Jordi Pujol como el autor de la primera transformación de Cataluña del siglo pasado. Con posteridad, reveló su buena relación con el letrado Miquel Roca, histórico exdirigente de CiU, con el que se fotografió paseando por unos jardines también en campaña.

Los gestos también se han extendido a Esquerra. Illa siempre ha elogiado el trabajo que Natàlia Garriga, la exconsejera de Cultura de Aragonès con la que había preparado un Pacto Nacional por la Lengua en defensa del catalán que quedó en el aire tras la convocatoria electoral. El socialista había planeado que la política lingüística dependiera de Presidencia, pero ERC le exigió en la negociación de la investidura que asumiera su propuesta de crear un nuevo Departamento. Francesc Xavier Vila, secretario de Política Lingüística, que dependía de Cultura, pasará a ser el primer consejero del ramo. Y Sonia Hernández, hasta ahora directora general de Patrimonio Cultural, será la nueva consejera del área.

La mitad del Govern estará en manos de cargos del PSC. Albert Dalmau, hasta ahora gerente del Ayuntamiento de Barcelona, será el nuevo consejero de la Presidencia. Illa ha premiado a un buen número de diputados de su grupo parlamentario. La diputada Sílvia Paneque, que ganó las elecciones municipales en Girona pero que fue desplazada por un pacto independentista, será la portavoz del Govern y titular de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica. Fue clave para negociar las políticas contra la sequía. La relación de consejeros socialistas la completan Alícia Romero (Economía y Finanzas); Núria Parlon (Interior y Seguridad Pública); Esther Niubó (Educación y Formación Profesional) y Òscar Ordeig (Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación). La exalcaldesa de Badia del Vallès asumirá Igualdad y Feminismo y el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Tarragona Bernardo Álvarez el departamento de Deportes, de nueva creación.

Jaume Duch Guillot, portavoz y Director General de Comunicación del Parlamento Europeo, en una imagen de archivo.
Jaume Duch Guillot, portavoz y Director General de Comunicación del Parlamento Europeo, en una imagen de archivo.Santi Burgos

El Ejecutivo incorpora a cuatro independientes: Mónica Martínez, que ocupaba la Secretaría de Inclusión del Gobierno, se encargará de Derechos Sociales e Inclusión; la exgerente del hospital del Mar, Olga Pané, de Salud; la bioingeniera Núria Montserrat de Investigación y Universidades y Duch, muy crítico con el procés, UE y Acción Exterior. El mantenimiento de esa cartera fue una exigencia de ERC y ahora queda la duda de cómo encajará el fichaje. La apuesta de Illa es un claro guiño a las instituciones europeas para visualizar que el orden ha vuelto a Cataluña.

Quienes sí que han expresado sus dudas y a las primeras de cambio han sido los comunes. David Cid, su portavoz en el Parlament, avisó en Rac1 de que el consejero de Presidencia procede de un PSC “muy conservador” que puede poner trabas a la reducción del número de cruceros incluido en el pacto de investidura. El Govern, con mayoría de mujeres —9 mujeres frente a 7 hombres— se enfrenta a un interrogante mayor: si se mantendrá en el tiempo o estará sujeto a cambios si Illa abre las puertas de su gabinete a comunes y ERC para dar solidez a la legislatura de la que no puede perder ni un solo voto al contar con los 68 justos de la mayoría absoluta.

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