Mapa | Los 131 nuevos municipios catalanes donde se regula el precio del alquiler
El BOE publica la lista de las localidades que se suman a las 140 que ya tienen las rentas topadas
La lista de municipios catalanes en los que se regulan los precios del alquiler de las viviendas aumenta. El Boletín Oficial del Estado ha publicado este miércoles la lista de poblaciones catalanas que se declaran como zonas de mercado residencial tensionado. Puede consultar las 131 nuevas localidades en el siguiente mapa.
Con estas incorporaciones, prácticamente toda la costa catalana tiene topado el precio del alquiler. Las 131 poblaciones se añaden a los 140 municipios que ya fueron declarados como mercado residencial tenso el pasado febrero. Así, ya son 271 las localidades acogidas a este régimen, uno de cada tres de la comunidad autónoma, pero donde vive el 90% de la población catalana.
Desde el próximo jueves, en las nuevas zonas se aplicará el índice de precios de referencia, una base de datos pública de contratos de alquiler. Eso implica que para las viviendas de esos municipios que ya están alquiladas, si se debe renovar el contrato o firmar uno nuevo, la referencia de precio del nuevo contrato será el precio del anterior. En el caso de viviendas que no estén alquiladas, en este caso la referencia será el índice.
Los efectos de la regulación del precio del alquiler del pasado febrero ya se han hecho notar: ayudan a bajar las rentas de los inquilinos, pero desploman los nuevos contratos. Según los datos del segundo trimestre de 2024, el primero en el que la regulación se aplicó en su totalidad, los precios de los alquileres con respecto al primer trimestre cayeron un 5% en las zonas con las rentas topadas (y registraron un descenso del 0,6% en las que no las tienen limitadas). Por su parte, las firmas de nuevos contratos se desplomaron un 17,2% en los municipios limitados (mientras que subieron un 1,6% en las que no). Estos datos de los primeros meses indican que la oferta de los pisos de alquiler se reduce, como apuntaban inquilinos y profesionales del sector inmobiliario. Los arrendadores catalanes han optado por diferentes estrategias para no verse sujetos a la norma: no alquilar sus propiedades, prorrogar los contratos ya existentes para no verse obligados a limitar o bajar los precios, o derivarlas al mercado del alquiler de temporada, una fórmula no sujeta a la regulación.