La patronal catalana pide recuperar los mecanismos de la covid para proteger a las empresas por la dana

Foment del Treball alerta de que la lentitud en la negociación sobre la jornada laboral está ralentizando la firma de nuevos convenios colectivos

El presidente de la patronal catalana, Josep Sánchez Llibre, en una imagen de archivo.MASSIMILIANO MINOCRI

Hay algo de la actual crisis por las inundaciones de la dana en Valencia que recuerda a la emergencia sanitaria de covid 19. Y esta similitud también la ven las empresas. La patronal catalana Foment del Treball ha pedido este lunes que se recuperen los mecanismos que se utilizaron durante la pandemia para proteger y reforzar a las empresas, y para organizar el trabajo. El director del departamento de Relaciones Laborales de la patronal, Javier Ibars, ha salido al paso de las críticas que se han lanzado a algunas empresas por anteponer su actividad económica a la seguridad de los trabajadores. “Las empresas también están sufriendo la dana, pero solo faltaría: adoptarán las medidas que digan las administraciones para que se haga teletrabajo donde corresponda, para permitir que no se asista al trabajo si hace falta, etc.”, ha expresado. Por ello, ha pedido a las administraciones que recuperen las medidas que se utilizaron en la pandemia, especialmente los expedientes de regulación temporal de empleo (erte) y el teletrabajo. “E ir más allá, porque hay una cantidad de empresas y sectores que no pueden trabajar y no podrán en mucho tiempo, y tenemos que ayudarlas con las inversiones necesarias”, ha dicho.

Ibars ha explicado que desde la patronal catalana pondrán el esfuerzo necesario “para intentar ayudar a Valencia y a las organizaciones empresariales” y que darán apoyo a la CEOE en este trabajo. Y ha afirmado que “las empresas son responsables y priorizan la salud de los trabajadores”, pero ha resaltado que necesitan “tener información por parte de las administraciones para que digan qué hay que hacer”. El presidente de la comisión de Relaciones Laborales de la patronal, Luis Pérez, también ha apuntado en esta línea que la prioridad de las empresas es dar seguridad a los trabajadores y recuperar la normalidad cuanto antes. “Es necesario que facilitemos la rápida reincorporación al trabajo en las mejores circunstancias, que se maximicen las oportunidades de empleo que pueda haber, y que se pongan todos los medios para la vuelta al trabajo de las empresas, pero sobre todo soportado sobre los cimientos de los órganos políticos”, ha reclamado.

Los responsables de los asuntos laborales de Foment del Treball han valorado la situación provocada por la dana en la presentación del Informe del Mercado laboral y de la Negociación Colectiva. Este estudio analiza la evolución de los datos de paro y de ocupación, y también de cómo se desarrollan los pactos de convenios en las empresas y sectores. Ibars y Pérez han señalado que Cataluña presenta un mercado de trabajo muy resiliente por ahora: en septiembre el nombre de personas registradas en situación de paro fue de 331.930 personas, la cifra más baja en este mes desde 2007, aunque el ritmo de reducción del paro se ha desacelerado, y solo ha caído un 1% en septiembre con respecto al mismo mes del año anterior (el porcentaje es del 5,4% en España). La tasa de paro es del 8,83% en Cataluña y del 11,21% en España. Por otra parte, la cifra de afiliaciones a la Seguridad Social en septiembre fue de 3.787.191 afiliaciones, la más alta para este mes de septiembre desde 2004.

El informe también se fija en la evolución de los convenios colectivos. A 30 de septiembre, este año se han registrado 309 nuevos convenios. En Cataluña hay ahora un 5,8% más de convenios en vigor que hace un año (un 1,3% más en España), cosa que implica que hay más mejoras laborales en los sectores que van firmando nuevos convenios. Pero el ritmo de firmas se ha desacelerado: el trimestre pasado el crecimiento interanual era del 8,33%. La patronal culpa de este frenazo a la incertidumbre por la negociación de la duración de la jornada laboral, que el Ministerio de Trabajo quiere reducir a 37,5 horas semanales. La negociación hace casi un año que dura, y según Pérez, las empresas y los sindicatos están a la espera de que se resuelva antes de firmar un nuevo convenio. “Ha habido una incidencia clarísima de proyectos como este. Cualquier negociación que comporte cambiar las reglas del juego en la negociación colectiva tiene una incidencia, y de ninguna de las maneras se puede aceptar negociar un cambio de normativa que afecta a la negociación colectiva”, ha aseverado Pérez.

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