Mona Hatoum explica la naturaleza lúdica y conflictiva de su obra al recibir el premio Julio González del IVAM
El consejero de Cultura, Vicent Marzà, entrega el galardón a la artista británica de origen libanés, segunda mujer en recibirlo
La artista británica de origen libanés Mona Hatoum, de 69 años, ha recibido este miércoles el Premio Internacional Julio González de manos del consejero de Cultura, Vicent Marzà. La reputada creadora ha agradecido formar parte del grupo de artistas premiados, integrado por George Baselitz, Robert Rauschenberg, Pierre ...
La artista británica de origen libanés Mona Hatoum, de 69 años, ha recibido este miércoles el Premio Internacional Julio González de manos del consejero de Cultura, Vicent Marzà. La reputada creadora ha agradecido formar parte del grupo de artistas premiados, integrado por George Baselitz, Robert Rauschenberg, Pierre Soulages, Miquel Navarro, Jasper Johns o Andreu Alfaro, y en el que solo hay una mujer, Annette Messager. “También me entristece decir que, incluso hoy en día, sigue siendo una gran lucha que la contribución de las mujeres en todos los ámbitos de la vida sea plenamente apreciada y reconocida, por lo que me siento muy honrada de ser la segunda artista femenina en recibir este premio”, ha señalado.
Hatoum ha explicado su arte conceptual, minimalista y surrealista, a través de las 30 obras que integran la exposición del IVAM que recorre 25 años de su trayectoria y que se puede ver hasta el 26 de septiembre. “Hay algunos temas recurrentes aquí: los temas de conflicto, de los mapas y lo doméstico. Por ejemplo: el gran cubo suspendido, impenetrable, se ve muy ligero mientras se cierne sobre el piso. En realidad, está hecho de alambre de púas, un material que trae fuertes connotaciones de movimiento restringido, fronteras y zonas de guerra. El búnker de la primera sala es un paisaje urbano con ocho imponentes estructuras que parecen modelos de edificios vacíos y abandonados marcados por la guerra. Se refieren a los edificios de mi ciudad natal de Beirut y nos recuerdan el conflicto violento de 15 años de guerra civil y los desastres que han golpeado esta ciudad”, ha detallado la artista cuya familia es de origen palestino. “O incluso ese pequeño gabinete médico que, en lugar de contener medicamentos con el propósito de curar, en realidad muestra seductores objetos de vidrio que recuerdan a las granadas de mano”, ha añadido.
Los mapas son una contante en su obra: “Present tense fue creado en Jerusalén y dibuja el mapa fragmentado del acuerdo de paz de Oslo sobre bloques de jabón de aceite de oliva que esperamos que algún día se resuelva; Map (clear) es una gran extensión de brillantes y seductores mármoles de vidrio transparente que representan el mundo entero como un espacio precario con límites inestables y una geografía inestable; el globo de neón da una visión del mundo en llamas e implica que los puntos de conflicto ya no se limitan a ciertas áreas de fronteras en disputa sino que parecen afectar a todo el mundo”.
Otro tema es la conversión de objetos domésticos en artefactos de ambiguas connotaciones: “Estos dos utensilios de cocina surrealistas, dos ralladores, se han ampliado al tamaño de un biombo de habitación que corta agresivamente el espacio o asemeja a una cama que promete dolor”, como si fuera un instrumentos de tortura.
Hatoum ha enumerado una larga lista de agradecimientos, entre los que ha incluido al anterior director del IVAM, José Miguel Cortés, de quien partió la idea de premiarla, y a la actual responsable, Nuria Enguita. El galardón reconoce “la trayectoria de una de las artistas contemporáneas más destacadas a escala mundial y su compromiso con los derechos humanos”, ha destacado Marzà. “Su famosa instalación Hot Spot III puede verse desde la calle y estoy convencido de que cada vez que alguien la mira invita a reflexionar sobre el mundo, la humanidad y la necesidad de reconstruir y cohesionar nuestras sociedades”.
Además, el titular de Cultura de la Generalitat ha señalado que “por encima de todo, estamos encantados de reconocer el trabajo de Mona Hatoum porque, a partir de ahora, estará vinculada para siempre a València y nos encantaría que considerara esta ciudad como suya, como una más de sus muchas y queridas patrias”.
Nuria Enguita ha recordado que “la exposición que le ha dedicado el museo es una excelente ocasión para revisar su trayectoria”. La muestra reúne esculturas, grandes instalaciones y obra sobre papel realizadas en su mayor parte a lo largo de las últimas dos décadas. “Son estructuras que nos hablan de cuerpos vulnerables, utensilios y mobiliario fuera de escala que se convierten en presencias trascendentes; arquitecturas violentadas, objetos bellos y a la vez hirientes, o mapas del mundo que en su fragilidad nos invitan a pensar en el espacio-tiempo en que vivimos y en las múltiples formas de entender una realidad donde se mezcla lo personal y lo político”, ha agregado.