Las medallas nazis y franquistas que estaban ocultas en una caja fuerte en Dénia salen a subasta
La Generalitat valenciana vende para fines sociales las insignias y monedas de oro, tasadas en 50.000 euros, recibidas tras la muerte de una alemana que no dejó herederos ni testamento
Los funcionarios que abrieron la caja fuerte difícilmente olvidarán la sorpresa que se llevaron. El banco había avisado a la Generalitat valenciana de que la mujer de origen alemán Gertrudis Sommer, fallecida en 2005 en la ...
Los funcionarios que abrieron la caja fuerte difícilmente olvidarán la sorpresa que se llevaron. El banco había avisado a la Generalitat valenciana de que la mujer de origen alemán Gertrudis Sommer, fallecida en 2005 en la población alicantina de Dénia, también tenía a su nombre una caja de seguridad, además de varias cuentas corrientes y tres viviendas que ya se conocían. Los bienes de la anciana habían pasado a manos de la Administración al morir sin testar, ni dejar herederos legales, una vez transcurridos los plazos y cumplidos los requisitos legales. Faltaba la caja.
Al abrirla, descubrió una medalla con simbología nazi, entre otras insignias concedidas durante el franquismo, y llamativas monedas de oro, acuñadas en los estertores del imperio austrohúngaro. Ahora, todo este peculiar conjunto precedente de una herencia abintestato, cuyo valor ha sido tasado en 50.000 euros, saldrá a subasta en cuatro lotes el próximo verano, según tiene previsto la Generalitat. Lo recaudado irá destinado a fines sociales y de mecenazgo cultural.
Las insignias, que se ofertarán en un solo lote, han sido valoradas en 3.000 euros. El conjunto lo forman la Encomienda de la Orden del Águila, que fue un premio del Gobierno del Reich alemán, otorgado predominantemente a diplomáticos extranjeros. La orden fue instituida el 1 de mayo de 1937 por Adolf Hitler. En la actualidad, el uso de la Orden del Águila Alemana está prohibido en la República Federal de Alemania, señalan fuentes de la Consejería de Hacienda, competente en la materia.
La segunda de las insignias es la Cruz de la Orden Isabel la Católica a la lealtad acrisolada fabricada en oro y esmaltes. Se trata de una distinción instituida por el rey Fernando VII en 1815 y que en la actualidad depende del Ministerio de Asuntos Exteriores de España. También se incluye la Gran Cruz de la Orden al Mérito Civil, que se sigue concediendo a ciudadanos españoles o extranjeros que hayan realizado méritos de carácter civil, y una insignia solapa de Falange Juventudes.
Las monedas se corresponden con las denominadas 100 coronas austríacas, que se usaron entre 1892 y 1918 en los territorios de la corona austrohúngara, según el estudio numismático. Fabricadas en oro de 22 quilates tienen grabada en el anverso la efigie del emperador Francisco José I y en el reverso las armas de Austria.
En raras ocasiones aparecen en los mercados numismáticos piezas pertenecientes a las emisiones acuñadas para la circulación en el periodo 1909-1914, según la información de Hacienda. Sobre la base de todas estas consideraciones, cada una de las monedas se ha tasado en 1.531 euros. La subasta se realizará en cuatro lotes de 4, 8, 9 y 10 monedas cada uno.
Apenas se sabe nada de la anciana, de origen alemán, que murió sola en Dénia. Sí hay mucha información sobre la pequeña colonia nazi que se estableció tras la Segunda Guerra Mundial en la turística localidad alicantina, bañada por el Mediterráneo, especialmente en el paraje de Les Rotes, en las estribaciones del imponente macizo del Montgó.
Allí vivió, protegido bajo el paraguas de la dictadura franquista, el jerarca nazi Gerhard Bremer (fallecido en 1989), comandante de la SS y promotor de unos bungalós (luego reconvertidos en apartamentos) donde se celebraban fiestas de cumpleaños en las que se engalanaban con los uniformes nazis. Intérpretes de la banda de música del pueblo amenizaban aquellos saraos, que se celebraron hasta inicios de la década de los ochenta.
De la herencia de la mujer alemana, la Generalitat se ha quedado con los 300.000 euros de las cuentas corriente y un paquete de acciones vendido por cerca de 480.000 euros. A algunos de los pisos de la anciana se les ha dado un uso social. “La tramitación de expedientes de herencias abintestato es una de las tareas más importantes de entre las que tiene encomendadas la Dirección General de Patrimonio; no sólo por el volumen y complejidad de los expedientes, sino porque representan una importante fuente de ingresos que se destina de manera inmediata a fines sociales (dos tercios) y al Plan de Mecenazgo Cultural de la Generalitat (un tercio)”, señala la directora general de Sector Público y Patrimonio, Isa Castelló.
Antes de la subasta, se fijará una fecha en la que las personas interesadas podrán examinar las monedas y las medallas. La fecha de la venta y el plazo de presentación de ofertas se publicarán en la web de la consejería de Hacienda y Modelo Económico, previsiblemente en las próximas semanas. La subasta se llevará a cabo porque estas piezas han sido declaradas por la Generalitat como innecesarias para el servicio público y tampoco se han considerado de interés cultural significativo, al existir piezas similares.
Esta subasta al alza se realizará mediante la presentación de ofertas en sobre cerrado, con adjudicación al mejor postor. Se prevé la celebración de cuatro subastas sucesivas. Si quedara desierta la primera de ellas, se celebrarán consecutivamente hasta tres más.
Esta es la primera vez que la Generalitat subasta bienes muebles procedentes de una herencia abintestato, dado que hasta ahora solo se han habían vendido inmuebles (viviendas, solares, garajes).