El turismo se sube al carro del negocio de la Navidad en Alicante

Turrón de Jijona, juguetes de Ibi, Onil y Castalla, uva embolsada del Vinalopó. La Navidad es uno de los grandes negocios de la provincia de Alicante, cuyos productos agrícolas e industriales protagonizan buena parte de las festividades de finales de año. A este carro económico se ha sumado en 2023 el turismo, que alcanza cifras de alojamiento y visitantes superiores a las de 2019, la última campaña prepandémica. Para Nochevieja, ...

Turrón de Jijona, juguetes de Ibi, Onil y Castalla, uva embolsada del Vinalopó. La Navidad es uno de los grandes negocios de la provincia de Alicante, cuyos productos agrícolas e industriales protagonizan buena parte de las festividades de finales de año. A este carro económico se ha sumado en 2023 el turismo, que alcanza cifras de alojamiento y visitantes superiores a las de 2019, la última campaña prepandémica. Para Nochevieja, Benidorm ha incrementado en siete puntos su volumen de reservas hoteleras respecto al año pasado, mientras que en el resto de la Costa Blanca, los hoteles prevén un 87,3% de ocupación, 14 puntos por encima de 2022, según los datos que maneja la patronal del sector Hosbec. Las agencias de viaje apuntan a una temporada de récord, los aeropuertos de Alicante-Elche y Manises generan más tráfico aéreo que nunca. “Benidorm y la Costa Blanca se consolidan como destinos preferentes, sobre todo en los días clave” de Nochebuena, Navidad y Nochevieja, confirma Mayte García, secretaria general de Hosbec.

Las buenas perspectivas ya se adivinaron en Nochebuena y Navidad, fechas en las que “las reservas hoteleras son menores, ya que son días marcados por una fuerte tradición familiar”, explican desde la patronal hotelera. Pese a los reencuentros y las reuniones que se celebran en los domicilios particulares, Benidorm marcó un 80% de ocupación en Nochebuena y el resto de la provincia pasó del 44% de 2022 a un 58% en esta campaña. Sin embargo, el paso de un año a otro se presta más a la fiesta entre amigos y a las celebraciones lejos del entorno más íntimo. Benidorm, el gran coloso turístico del Mediterráneo, ya cuenta con un volumen de reservas del 90%, que se espera que aumente con los turistas que apuran hasta el último momento para organizar sus fiestas. En el resto de la Costa Blanca, los hoteles confían en ocupar hasta un 87,3% de sus plazas en fin de año, con municipios como Calp o l’Alfàs del Pi a punto del aforo completo.

“Son cifras que demuestran la recuperación después de la pandemia”, sostiene García. En 2019, Benidorm alcanzó un nivel de ocupación del 91% en una Nochevieja que cayó en martes, “pero con la mitad de hoteles abiertos” y “de menor categoría y clasificación hotelera”, ya que tras la debacle del coronavirus, “los empresarios renovaron sus instalaciones y aumentaron sus categorías a cuatro estrellas o cuatro superior”. Este año, la directiva de Hosbec admite que la celebración de las fiestas en pleno fin de semana ha ayudado, “pero hay otros factores que han contribuido”. Entre ellos, “los días luminosos y el mar en calma”, dos reclamos inexpugnables a la hora de programar unas vacaciones de invierno. “Este año, además, hay mucha gente dispuesta a celebrar la Nochevieja australiana”, es decir, a las 12 del mediodía, “para poder disfrutar del Año Nuevo completo y sin fatiga o resaca”, con lo que el clima debe de acompañar. “Tampoco hay nieve, con lo que los destinos de esquí y montaña todavía no han arrancado su temporada”, continúa. Finalmente, García alude a la programación navideña de los destinos, “que han hecho mucho hincapié en la oferta urbana de luces, ferias y cotillones, han promovido muchas actividades”.

Las cifras que maneja Hosbec coinciden con las conclusiones de una encuesta realizada por la consejería de Innovación, Industria, Comercio y Turismo de la Generalitat Valenciana. El sondeo entre establecimientos hoteleros impulsado por el gabinete de la consejera Nuria Montes apunta también a un fin de semana de Nochevieja ocupado al 90% en Benidorm, mientras que en el litoral alicantino se espera superar el 80,4%. En cuanto a los destinos de interior, la encuesta señala que en la provincia de Alicante se avecina una ocupación del 69,5%. A juicio de Montes, estos datos, junto a los del resto de la Comunidad Valenciana, se deben al esfuerzo realizado por el sector turístico, con productos y experiencias adaptadas a todas las demandas que “contribuyen a situarnos como uno de los destinos favoritos para los turistas que nos visitan”.

Las agencias de viajes también se frotan las manos. El presidente de la Asociación Empresarial Valenciana de Agencias de Viaje (AEVAV), Miguel Jiménez, vaticina que 2023 “superará a 2019, que ya fue un año de récord” y considera que la “inercia de recuperación del sector ya está al 100%”. Los datos de AENA, la empresa estatal que regula los aeropuertos, refrendan esta percepción. Entre el 22 de diciembre y el 7 de enero, las fechas que marcan el inicio y la meta de las vacaciones navideñas, el aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández ha programado 4.061 vuelos. En los días equivalentes de 2022, esa cifra se quedó en 3.390. El flujo señala estancias largas, ya que el día con menos vuelos programados fue el de Navidad, con 110, mientras que el día de Reyes será el de mayor tráfico aéreo, con 280.

En el aeropuerto valenciano de Manises, en cambio, los visitantes escogieron anticipar sus vacaciones, ya que el 22 de diciembre fue la fecha con más vuelos, 227, y Navidad, la que menos, con 105. En las mismas fechas, el aeródromo de Valencia ha programado 2.998 vuelos, que superan los 2.616 del año anterior. También aumentan considerablemente los datos de ocupación en las otras dos provincias de la Comunidad Valenciana. La capital autonómica tiene un 86,3% de plazas solicitadas para Nochevieja, mientras que la provincia alcanzará el 87,8%, según Hosbec. La provincia de Castellón tiene un volumen de reservas del 63,5% para el último día del año.