Josep Rull apuesta por celebrar el 25 de junio el debate de investidura del futuro presidente catalán
El presidente del Parlament comenzará el próximo martes la ronda de contactos para buscar candidato
La nueva Mesa del Parlamento catalán ha celebrado este miércoles su primera reunión tras el pleno constitutivo del lunes y del encuentro ha salido una fecha clave. La voluntad del presidente del Parlament, Josep Rull, es que la primera sesión del pleno de investidura se celebre el día 25 de junio, de manera que la ronda de contactos comenzará el próximo martes. Se extenderá hasta el día siguiente y Rull espera anunciar el nombre del cand...
La nueva Mesa del Parlamento catalán ha celebrado este miércoles su primera reunión tras el pleno constitutivo del lunes y del encuentro ha salido una fecha clave. La voluntad del presidente del Parlament, Josep Rull, es que la primera sesión del pleno de investidura se celebre el día 25 de junio, de manera que la ronda de contactos comenzará el próximo martes. Se extenderá hasta el día siguiente y Rull espera anunciar el nombre del candidato el miércoles o el jueves, fecha límite para convocar el plenario.
Rull ha querido acelerar tanto la ronda de contactos para buscar un candidato que ni si siquiera dejará que agote el plazo legal de ocho días hábiles para que se conformen los grupos parlamentarios (vencería el próximo jueves). La idea preliminar es que el martes se reúna con las fuerzas minoritarias y el miércoles lo haga con los tres partidos con más escaños (PSC, Junts per Catalunya y ERC). Para que la primera sesión se celebre el martes 25 tiene que ser convocada el jueves anterior y ese día Rull hará público el nombre del candidato.
Se cumple así con el plazo establecido de 10 días tras la conformación del Parlament para celebrar la primera sesión de investidura. Hasta el momento, el socialista Salvador Illa (42 escaños) y el fundador de Junts, Carles Puigdemont (35) han manifestado su deseo de someterse al debate. Los dos están lejos de la mayoría absoluta de 68 diputados y los pactos necesarios para salir elegidos en una segunda votación no están claros. En el caso de los de Illa, necesita el voto afirmativo de ERC y comunes. En el caso del expresident, una abstención de los socialistas más el apoyo de CUP y los republicanos.
Rull ha asegurado que tendrá en cuenta “la voluntad” de los candidatos que deseen presentarse pero que en el caso de encontrarse con que más de uno la exprese tendrá en cuenta la realidad numérica. Joan Ridao, el exletrado mayor del Parlament, considera en el libro Lleis polítiques de Catalunya, de 2020, que debe “simplemente constatar que en la ronda de contactos el presidente puede escoger al aspirante tenga” ciertas posibilidades” de alcanzar la investidura y que no es preciso que tenga “la certeza absoluta” de que saldrá elegido.
El jurista añade que, en el caso de que el candidato no exista, “no parece lógico proponer a otro que se postule sin posibilidades porque afectaría la posición institucional y neutral del presidente”. Rull ha recordado que, en caso de que no encuentre un candidato, puede poner en marcha un acto equivalente a un debate fallido y que activaría la cuenta atrás de dos meses para la repetición electoral.
En ERC -y también en el PSC- no son pocas las voces que expresan su preocupación porque Rull se decante por Illa para un primer debate y no por Puigdemont. Se trataría de un escenario que no habían contemplado y que obligaría a acelerar unas negociaciones ya de por sí muy tensionadas y que necesitarían de una cocción a fuego lento. Por un lado está el debate interno sobre el liderazgo, una vez Oriol Junqueras ha abandonado oficialmente la presidencia de los republicanos. Por otro, manifestaciones nítidas en contra de cualquier acuerdo con los socialistas como las hechas este jueves por las juventudes republicanas o la agrupación local de Lleida. Además, este jueves las bases del partido en Barcelona votan si están de acuerdo o no en entrar al Gobierno municipal que encabeza Jaume Collboni.
En los cálculos de Junts estaría no solo tener algún tipo de certeza sobre si Puigdemont puede regresar a España con seguridad -está por conocerse si se levantarán las órdenes de detención en su contra en virtud de la aplicación de la amnistía-, sino también el desgaste de Illa, suponiendo que los republicanos no le voten y el debate fuera fallido. En el PSC, sin embargo, insisten en que no irán a un debate sin tenerlo todo bien atado.
La Mesa del Parlament está conformada, además de Rull, por los vicepresidentes Raquel Sans (ERC) y David Pérez (PSC) y los secretarios Glòria Freixa (Junts), Juli Fernàndez (ERC), Rosa Maria Ibarra (PSC) y Judit Alcalà (PSC).