La herencia económica de Feijóo y Rueda
La economía gallega afrontó peor que la española las dos últimas grandes crisis y se reveló como menos resistente
La calidad de la herencia económica de las cuatro legislaturas Feijóo-Rueda (marzo 2009 a febrero 2024), sin ser dramática, es sensiblemente inferior a su equivalente español en el mismo período (Gobiernos Zapatero-Rajoy-Sánchez).
Galicia ha perdido población en estos años. Registra 76.000 habitantes menos en 2023 que en 2009, descenso que habría sido más grave sin el aporte de la inmigración. Mientras, el conjunto español aumentó en 1,7 millones en el mismo período.
El tamaño de su economía aumentó menos: 20 puntos porcentuales (hasta un PIB de 69.830 millones de euros) contra 2...
La calidad de la herencia económica de las cuatro legislaturas Feijóo-Rueda (marzo 2009 a febrero 2024), sin ser dramática, es sensiblemente inferior a su equivalente español en el mismo período (Gobiernos Zapatero-Rajoy-Sánchez).
Galicia ha perdido población en estos años. Registra 76.000 habitantes menos en 2023 que en 2009, descenso que habría sido más grave sin el aporte de la inmigración. Mientras, el conjunto español aumentó en 1,7 millones en el mismo período.
El tamaño de su economía aumentó menos: 20 puntos porcentuales (hasta un PIB de 69.830 millones de euros) contra 27 puntos el español (hasta 1,42 billones).
Sin embargo, la deuda pública creció más lentamente: solo se multiplicó por 1,87 veces, al crecer del 8,6% sobre el PIB regional al 16,1%; mientras la del conjunto español (todas las administraciones) se duplicó (del 53,3% al 109,8%), según los datos cerrados al tercer trimestre de 2023.
Y el mercado laboral evolucionó peor. España redujo el paro del 18,7% al 11,7% de la población activa entre 2009 y 2023 (datos de la EPA): una mejora de siete puntos. Galicia, con mejor posición de partida (12,98% de parados en 2009) aún la mejoró 3,7 puntos (situando el desempleo en el 9,15%), pero a un ritmo de solo la mitad (3,7 contra 7) que el conjunto. Y la comparativa de empleo con las otras autonomías decepciona: es la segunda más baja, tras Asturias, en el cómputo de activos y la cuarta por la cola en empleo, según el Anuario 2023 del prestigiado Foro Económico de Galicia.
Esos son algunos de los datos básicos. Pero quizá lo más sintomático es que la economía gallega afrontó peor que la española las dos grandes crisis del período, y se reveló como menos resistente. La Gran Recesión se saldó con una pérdida de 537 euros en valor añadido por habitante, entre 2009 y 2016, 6,4 veces peor que la registrada en España (83 euros) (Principais indicadores económicos de Galicia: 50 anos de evolución da produción e do emprego, 1967-2017, de Carmen Guisán y Maite Cancelo, Revista Galega de Economía, 2018).
También fue más grave el efecto de la crisis pandémica. No en su primer año, cuando la comunidad reaccionó mejor (el PIB de Galicia perdió 8,8 puntos; el de España, 11,3%), sino en el cuatrienio de 2020 a 2023, en los que Galicia creció a un ritmo promedio del 0,4% anual (cálculos del Anuario 2023), mientras que el conjunto lo hizo al 0,85% (datos del INE), es decir, a una velocidad doble.
¿Por qué? El peor desempeño durante la crisis financiera se explica en parte por la política económica diferencial. O sea, por el mayor grado de austeridad extrema de Feijóo respecto a la de Rajoy. “Educación y servicios sociales sufrieron “restricciones importantes” (a diferencia de Sanidad) y “los recortes se concentraron en las acciones de carácter económico, agricultura y pesca, vivienda, fomento de empleo y cultura”, concluye el profesor Miguel Ángel Vázquez Taín, que preside el Consello Galego de Economistas (40 anos de facenda autonómica en Galicia, Revista Galega de Economía, 2018). La Xunta cumplió la senda pactada de estabilidad de los porcentajes de déficit entre 2013 y 2019 , hasta tal punto que “su realidad financiera se situó incluso por debajo de esos porcentajes”: en plata, se exageró en la ortodoxia más que desde el Gobierno central. Al cabo de 2002 a 2015 “el gasto per cápita en Galicia tan solo creció un 5,2% en términos reales frente al 21,7% de la media nacional”.
Y se explica también por la irresolución de problemas estructurales: la falta de competitividad. Agravada entre 2016 y 2022 dentro de España (Galicia pasó de la novena posición a la décima) y en Europa (de la 143 a la 149, según el índice de Competitividad Regional de la Comisión.