Podemos, después de Iglesias
Ione Belarra aspira a la secretaría general del partido en una bicefalia con Yolanda Díaz como candidata a la presidencia del Gobierno
Podemos afronta ahora el reto de sobrevivir a Pablo Iglesias. Lo hará de la mano de Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales, que aspira a sucederle en la secretaría general del partido. El exvicepresidente anunciaba el martes por la noche su marcha de la política institucional, con los resultados de las elecciones en Madrid sobre la mesa y tras siete años al frente de una formación que fue construyendo en torno a su liderazgo. Si hasta entonces Yolanda D...
Podemos afronta ahora el reto de sobrevivir a Pablo Iglesias. Lo hará de la mano de Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales, que aspira a sucederle en la secretaría general del partido. El exvicepresidente anunciaba el martes por la noche su marcha de la política institucional, con los resultados de las elecciones en Madrid sobre la mesa y tras siete años al frente de una formación que fue construyendo en torno a su liderazgo. Si hasta entonces Yolanda Díaz había sido señalada como la próxima candidata a unas generales en la marca electoral Unidas Podemos, la dimisión del líder también al frente de la secretaría abría el otro flanco en la sucesión. El nombre de Belarra, junto al de Irene Montero, estaba en todas las quinielas. A diferencia de la ministra de Igualdad, afectada por el mismo acoso que ha desgastado a Iglesias, su figura ha ido ganando proyección con los años, pero fundamentalmente tras la llegada al Ejecutivo de coalición, donde se ha desempeñado como una de las negociadoras principales con el socio de gobierno.
En la práctica, el modelo elegido propone una bicefalia en la dirección, “al estilo del PNV, pero con mujeres progresistas”, señala una fuente próxima a la ministra. Por un lado, Díaz como líder en el Gobierno y futura cabeza de lista en las elecciones. La vicepresidenta tercera aún no ha dicho que sí a este último reto, y en cualquier caso, sobre ello deberán pronunciarse en su día las bases de Podemos y de Izquierda Unida, formaciones en las que no milita. Por el otro, Belarra se situaría al frente de la secretaría general del partido fundado en 2014.
Aunque oficialmente el proceso aún no está abierto —algo que sucederá en los próximos días—, fuentes de la formación confirman que este será rápido y el relevo se consumará antes del verano.
Hace poco más de un mes, Belarra tomó el testigo del exvicepresidente al frente del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Hasta ese momento había ejercido como secretaria de Estado en el departamento y fue el propio Iglesias quien la designó como su sucesora el día que anunció en un vídeo que abandonaba el Gobierno para dar el salto a la política autonómica. Desde entonces, en cada intervención pública se refería a ella, a Díaz y a Montero para poner en valor el trabajo dentro del Ejecutivo. En las entrevistas, Iglesias evitaba dar nombres, pero deslizaba la idea de que el partido debía ir hacia un liderazgo “más colectivo”, encabezado por mujeres. En su discurso de despedida volvió a ser claro en ese punto al señalar que Podemos debía cumplir ahora la “promesa de feminización de su propuesta política”.
Con la llegada de Belarra a la secretaría general se culmina este paso. “Las mujeres se ponen al frente del partido y eso va a generar una nueva forma de hacer política, desde el consenso a los cuidados”, señala una fuente próxima a la titular de Derechos Sociales. Su primer cometido al frente de la secretaría general sería el de trabajar para aupar a Yolanda Díaz a la presidencia de España. Para ello, la ministra apostará por ensanchar Podemos a través de “alianzas confederales en el Estado” que se puedan traducir en un mayor número de votantes.
A diferencia de Iglesias, Belarra no ha militado antes en ningún otro partido. Psicóloga de formación, la responsable de Derechos Sociales nació en Pamplona hace 33 años y su origen navarro influirá también a la hora de configurar “un proyecto plurinacional”.
Belarra no es Iglesias, pero tampoco Díaz, y entre ambas pueden complementarse. Su beligerancia en la negociación ya le ha valido algún encontronazo con el socio de Gobierno, como el protagonizado a cuenta del decreto antidesahucios con la titular de Defensa, Margarita Robles, cuando era secretaria de Estado para la Agenda 2030. “Ha demostrado su solvencia negociando los Presupuestos, la formación de Gobierno y hasta la estructura del Ejecutivo”, un Gabinete que cerró personalmente con el secretario general de la presidencia, Félix Bolaños, señalan las mismas fuentes.
Irene Montero, con quien Belarra mantiene una estrecha amistad desde los tiempos de la universidad, tendrá también un papel preponderante en el futuro de Podemos. Ellas dos, junto a Díaz, liderarán la conformación del nuevo “espacio femenino” —y coral— en el partido.
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