Ayuso asume en solitario el timón ideológico del Gobierno de Madrid con las salidas de Ossorio y Lasquetty

La presidenta prescindirá como mínimo de siete de sus nueve consejeros actuales, mientras prepara un giro estratégico con el 23-J en el horizonte

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, el 23 de mayo en Alcorcón (Madrid).A. Pérez Meca (Europa Press)

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no contará en su próximo Gobierno con dos consejeros que la acompañaban desde 2019 y que han puesto un sello radicalmente liberal a la acción política del Ejecutivo. Enrique Ossorio, hasta ahora vicepresidente y consejero de Educación y Universidades, será nombrado presidente de la Asamblea de Madrid. Y Javier Fernández Lasquetty, que tenía la cartera de Economía, Empleo y Hacienda, abandonará el Gobierno “por decisión propia”, aunque seguirá como diputado regional en la Asamblea de Madrid. De esta manera, Díaz Ayuso se queda sin los ...

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La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no contará en su próximo Gobierno con dos consejeros que la acompañaban desde 2019 y que han puesto un sello radicalmente liberal a la acción política del Ejecutivo. Enrique Ossorio, hasta ahora vicepresidente y consejero de Educación y Universidades, será nombrado presidente de la Asamblea de Madrid. Y Javier Fernández Lasquetty, que tenía la cartera de Economía, Empleo y Hacienda, abandonará el Gobierno “por decisión propia”, aunque seguirá como diputado regional en la Asamblea de Madrid. De esta manera, Díaz Ayuso se queda sin los arquitectos de las políticas de su Ejecutivo que han tenido un sello ideológico más marcado: de las becas para estudiar en centros privados a las que optan familias que ganan más de 100.000 euros, a las sucesivas rebajas impositivas, Ossorio y Lasquetty han personalizado el espíritu más profundamente liberal de la etapa Ayuso.

Las de Ossorio y Fernández-Lasquetty son dos salidas sensibles. Como vicepresidente y coordinador del programa electoral, el primero ha sido clave en que el Gobierno Ayuso enlazara ideológicamente con los de Esperanza Aguirre (defensa de la educación privada concertada, control de Telemadrid...). En cuanto a Fernández-Lasquetty, nadie define mejor su papel en el Gobierno que el expresidente José María Aznar, que en un mitin de la última campaña le alabó (“lo está haciendo estupendamente bien”) por aplicar en Madrid un planteamiento fiscal ampliamente discutido por los académicos: la curva de Laffer, un economista estadounidense que teorizó sobre una servilleta que con menos impuestos sube la recaudación.

Así, el hombre que la pasada legislatura articuló una bajada del IRPF de 300 millones de euros, el mismo que en 2014 dimitió como consejero de Sanidad por la movilización de las mareas blancas ante la creación de los hospitales públicos de gestión privada, deja el Ejecutivo. Su marcha coloca a su sustituto ante el reto de activar los trabajos para aprobar los Presupuestos de 2024 nada más llegar al cargo, cumpliendo con una prioridad del Ejecutivo, que tiene las cuentas públicas prorrogadas y quiere empezar la legislatura a toda máquina.

Para ello, la Asamblea de Madrid se constituye este martes, día en el que Ossorio asumirá la presidencia de la Cámara y dimitirá como consejero. Un día después, miércoles, Enrique López oficializará en el consejo de Gobierno que deja la cartera de Justicia e Interior, y Lasquetty asumirá la vicepresidencia del gobierno en funciones, así como las competencias de Presidencia, Educación y Economía, convirtiéndose en el consejero con más competencias de la historia del Gobierno regional. Todo un gesto de Ayuso en su despedida. El debate de investidura de la presidenta será el 21 y el 22 de junio, para que la líder conservadora tome posesión como presidenta de la Comunidad el 23, y forme gobierno el 26. Ese día, Lasquetty se convertirá en un simple diputado sin responsabilidades ejecutivas, culminando un calendario que llenará las próximas semanas de una catarata de ceses y nombramientos en la que hay dos cosas seguras.

La primera: con la segura salida de siete de los nueve consejeros actuales, y la duda de si continuará la titular de Políticas Sociales, Concepción Dancausa, Díaz Ayuso está diseñando un equipo a su medida, en el que previsiblemente le dará la alternativa a cargos intermedios que han fraguado su carrera bajo su mando. Los nombres que tiene apuntados la presidenta como candidatables son, entre otros, Carlos Díaz-Pache, actual viceconsejero de Transportes e Infraestructuras; Rocío Albert, viceconsejera de política educativa; José Antonio Sánchez, viceconsejero de Administración Local y Digitalización; Carlos Novillo, viceconsejero de Interior; o Miguel Ángel García, viceconsejero de Presidencia.

Y la segunda: con una mayoría absoluta en el bolsillo, y la posibilidad de que Alberto Núñez Feijóo alcance La Moncloa en las elecciones generales del 23 de julio, la presidenta regional afronta un giro estratégico que afecta profundamente a su perfil político.

Porque libre de las ataduras que suponen depender de otro partido en la Asamblea (Vox), Díaz Ayuso puede dedicarse ya simplemente a gestionar y a llevar a cabo el programa electoral coordinado, precisamente, por Ossorio. Además, si el PP llega a La Moncloa, desaparece la posibilidad del choque constante con Pedro Sánchez que ha servido para que la baronesa madrileña haga carrera. Y eso marca el diseño del nuevo Gobierno, donde todo avanza mientras se resuelve la gran pregunta del inicio de curso político.

¿Seguirá Miguel Ángel Rodríguez como jefe de gabinete de la presidenta? Fuentes gubernamentales aseguran que, “de momento”, sí. Los discursos de investidura y toma de posesión de la presidencia; el diseño del nuevo gobierno; y la coordinación de la agenda de la líder de cara a la campaña de las elecciones generales del 23J llenan de tareas estos días al poderoso consejero en la sombra de Díaz Ayuso.

El consejero de Economía, Hacienda y Empleo de la Comunidad de Madrid en funciones, Javier Fernández-Lasquetty.Alejandro Martínez Vélez (Europa Press)

Pero su futuro es incierto. Fuentes gubernamentales describen un ambiente tenso en la Real Casa de Correos, propio de una etapa que se acaba y con aires, por lo tanto, de fin de ciclo. Desde hace meses, tanto la presidenta como el entorno de Rodríguez y colaboradores de ambos niegan que el jefe de gabinete vaya a dejar el gobierno, rompiendo el equipo que ha conseguido que Ayuso pase de ser la primera candidata del PP en perder unas autonómicas madrileñas desde 1987 (las de 2019) a arrasar con mayoría absoluta en 2023.

Sin embargo, todos asumen que en política hay cosas que se deciden hoy y se comunican mañana, propiciando una transición suave, el control de daños y también la posibilidad de dar marcha atrás.

Lo primero es cerrar el nuevo Ejecutivo, que Díaz Ayuso diseña en solitario. Todo un contraste con el verano de 2019, cuando la dirección nacional de Pablo Casado intentó influir lo máximo posible en la alineación del Gobierno de su bastión en Madrid, e impulsó o defendió las candidaturas de Enrique López, David Pérez y Fernández Lasquetty (todos ahora de salida) o la de Paloma Martín (con opciones de salir reforzada en el nuevo Ejecutivo). Una cuenta atrás que tiene a decenas de aspirantes conteniendo el aliento. Como dijo una fuente que cuenta con la confianza de Díaz Ayuso: “La presidenta aún está perfilando el Gobierno”.

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