Así se gestó el gran pacto para reconstruir Madrid

Cinco partidos políticos, un centenar de especialistas y un mes de reuniones para cerrar un acuerdo por unanimidad

De izquierda a derecha, Hernández (PSOE), Ortega (Vox), Villacís (cs), Almeida, Higueras (Más Madrid) y Levy (PP) al presentar las mesas de reconstrucción el pasado 25 de mayoAyuntamiento de Madrid

Un mes de intensas negociaciones ha logrado poner de acuerdo a todo el espectro político para diseñar el gran pacto global con el que la capital afrontará la reconstrucción tras la pandemia. Las cinco formaciones en el Ayuntamiento de Madrid cierran filas en torno a la redacción de unos acuerdos que han sido alcanzados en las últimas horas. Todo ha de ser refrendado este jueves 2 de julio por los portavoces y el alcalde, ...

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Un mes de intensas negociaciones ha logrado poner de acuerdo a todo el espectro político para diseñar el gran pacto global con el que la capital afrontará la reconstrucción tras la pandemia. Las cinco formaciones en el Ayuntamiento de Madrid cierran filas en torno a la redacción de unos acuerdos que han sido alcanzados en las últimas horas. Todo ha de ser refrendado este jueves 2 de julio por los portavoces y el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, antes de llegar al pleno extraordinario del 7 de julio.

Los partidos -PP y CS, gobernando con apoyo de Vox, y la oposición de Más Madrid y PSOE- han pactado blindar el futuro de Mercamadrid. La gran despensa de la capital ha sido fundamental para el abastecimiento de doce millones de personas durante la crisis. Su concesión termina en 2032, pero el golpe que la pandemia ha supuesto para Madrid ha llevado a que su ampliación se ponga sobre la mesa para asegurar su estabilidad. Este es uno de los acuerdos recogidos en el pacto cerrado ayer, según ha podido saber El PAÍS.

Las medidas acordadas han exigido unanimidad, por lo que han requerido sacrificios. La oposición no oculta que ha habido algún que otro encontronazo y hasta medidas vetadas por parte del Gobierno con el apoyo de Vox. “El Gobierno se está mostrando muy resistente a moverse de su plan pese a haberlo aceptado durante las negociaciones”, añadía un edil opositor hace algunos días. Finalmente se muestra satisfecho con lo logrado en las diferentes mesas sectoriales sobre las que se ha fraguado el pacto. Nada que ver con los choques que se viven en la comisión de reconstrucción que tiene lugar en el Congreso de los Diputados.

José Luis Martínez-Almeida, acompañado del concejal del distrito de Latina, Alberto Serrano visita las cocinas del Mirador del Aerodromo de Cuatro Vientos dentro de la campaña de apoyo a la alimentación de la población vulnerable.VÍCTOR SAINZ

En los acuerdos se ha decidido mantener también el Plan Madrid Genera Energía Limpia de eficiencia energética en edificios municipales con la instalación de paneles fotovoltaicos o sustitución de las calderas de gasóleo y el Plan de Rehabilitación Energética con financiación para la renovación de edificios. En Madrid habrá también tarjeta monedero, que facilita dinero de bolsillo a las familias más vulnerables, y mejoras para el personal de Madrid Salud. Además se ha aprobado el refuerzo de los Servicios Sociales que han reclamado incluso desde dentro del propio Gobierno. A nivel de vivienda, se van a apoyar ayudas para situaciones de emergencia, se controlará la evolución del precio y se llevará a cabo un estudio para hacer frente a las infraviviendas.

A nivel de movilidad, partiendo de la carretera M35, se reforzará el transporte público con autobuses de alta capacidad y carriles segregados para conectar entre sí los distritos de la periferia así como del norte y el sur de la ciudad. Del mismo modo se va a garantizar la estabilidad económica y financiera de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) mediante las aportaciones de las tres administraciones. El entorno del río Manzanares acabará de ser recuperado.

Uno de los huesos más duros de roer ha sido, en la mesa de Modelo de Ciudad, la movilidad y la lucha contra la contaminación, según Más Madrid y PSOE, formaciones de la oposición. Lamentan que se hayan quedado fuera del pacto medidas que consideran esenciales como ampliar las zonas de bajas emisiones, no desvirtuar Madrid Central, calles de prioridad residencial, poner freno al tráfico, reducción de carriles o ampliar aceras.

“No se incluyen medidas efectivas de reducción del tráfico privado contaminante, que es responsable de más de la mitad de la contaminación en la ciudad (…) cuyos graves efectos sobre la salud están más que demostrados”, se queja un concejal de la oposición. “Todo debido al veto de PP y VOX”, añade. Celebran en cambio que, “tras mucho trabajo”, el Gobierno haya cedido y acceda a diseñar carriles bici provisionales, aunque el servicio municipal de alquiler de bicicletas, Bicimad, vaya seguir bajo control de la EMT, lo que entienden frena su desarrollo en el futuro.

Almeida inaugura la primera estación de Bicimad en CarabanchelRodrigo Jiménez (EFE)

En la mesa Social ha habido que recurrir a eufemismos para, por presiones de Vox, salvar medidas en defensa de la mujer y contra la violencia de género. “La ultraderecha no está tanto en contra de determinadas políticas como del nombre que estas reciben”, reconoce una concejal de Más Madrid. Tampoco se ha logrado otra reivindicación de los partidos de izquierda, que haya mesas en los 21 distritos de la ciudad que aborden la emergencia social. Es una herramienta que consideran fundamental para gestionar el reparto de alimentos entre las familias más golpeadas por el coronavirus.

Los engranajes han funcionado mejor, según los testimonios recabados, en las otras dos mesas, la de Cultura y Deporte y la de Economía. En esta última será importante saber, para poner en práctica lo pactado, si el Gobierno de Pedro Sánchez liberará los 420 millones de superávit que le corresponden a Madrid. Almeida lo reclama casi a diario y apela a la necesidad de esa cantidad para hacer frente a la crisis que ha generado la pandemia. La unanimidad en el consenso ha dejado sin embargo fuera asuntos como “la remunicipalización de determinados servicios públicos que en esta crisis con la gestión indirecta han sido un fiasco, como las escuelas infantiles”, lamenta la socialista Enma López.

Descomunal auditoría

El futuro de Madrid se ha estado cocinando a lo largo de junio en decenas de reuniones y comparecencias que han tenido lugar alrededor de esas mesas de reconstrucción. Se ha hecho una descomunal auditoría al estado de la ciudad para saber qué va a hacer falta de aquí en adelante. Lo más interesante es que en esas mesas no solo ha habido políticos. Ante ellos ha ido compareciendo un centenar de invitados de los más diversos perfiles. Todos ellos, en comparecencias de media hora, se han convertido en una especie de concejales interinos que han aportado su granito de arena para plantear la salida de la crisis. Empresarios, sindicalistas, sacerdotes, emprendedores, empleados de banca, ONGs, funcionarios, abogados, economistas, taxistas, ciclistas, sector del automóvil, sanitarios, sociólogos, ecologistas, urbanistas, arquitectos, asociaciones vecinales, productores de cine…

Se trata de una especie de Consistorio paralelo temporal en el que se han olvidado las mayorías electorales, donde se han abordado todos los temas que los partidos han propuesto y donde el objetivo principal ha sido levantar los pilares de un nuevo Madrid buscando un complicado consenso entre la izquierda, el centro y la derecha. La oposición entiende que si esto ha salido adelante ha sido más por el impulso de Ciudadanos que del PP, pues el alcalde era, en principio, reacio a que se pactase más allá de lo considerado puramente emergencia. “El resultado, al final, es más rico”, agradece Rita Maestre, la portavoz de medios de Más Madrid, formación mayoritaria en el Consistorio que insiste en que sus denominados Pactos de Cibeles han sido la base para este gran acuerdo.

Ha sido “alucinante”, reconoce la edil socialista Maite Pacheco, satisfecha de que todos hayan podido trabajar al mismo nivel sin que el número de concejales de cada formación haya sido determinante en el debate.

“En un mes seremos capaces de dar a todos los madrileños un pacto como si esto fuera solo un grupo municipal”, aseguró el 25 de mayo la vicealcaldesa Begoña Villacís, de Ciudadanos, durante la presentación de las mesas en un acto con todos los portavoces y el alcalde. La estructura del trabajo ha sido una mesa de coordinación de la que forman parte José Luis Martínez-Almeida y los portavoces y cuatro mesas sectoriales (Social, Economía, Ciudad y Cultura). Estas a su vez han estado divididas en grupos de trabajo y han contado con integrantes de todas las formaciones. Para ello se han cedido dos salas de las instalaciones municipales de la plaza de la Villa aunque ha habido también intervenciones telemáticas de algunos de los invitados. Además, los grupos de WhatsApp han estado a la orden del día.

Junto a los cinco grupos municipales han cobrado protagonismo esos numerosos invitados a las sesiones que, a veces, han logrado sacar a los políticos del carril que marca su partido o tendencia ideológica. “Nos han abierto un mundo de posibilidades. Muchas veces nos han sacado los colores como Ayuntamiento”, detalla la socialista Enma López.

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