Madrid rechaza aplicar las nuevas restricciones que reclama Sanidad a toda la capital

Fuentes populares anunciaban anoche que el preacuerdo alcanzado entre el vicepresidente regional, Ignacio Aguado, y el ministro de Sanidad, Salvador Illa, todavía no estaba cerrado del todo

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a su llegada a la reunión que ha mantenido con la presidenta de la Cruz Roja, este martes.Europa Press

La Comunidad de Madrid vuelve a poner trabas a la posibilidad de alcanzar un acuerdo con el Ministerio de Sanidad y acude la tarde de este miércoles al Consejo Interterritorial con una idea que lleva días dejando ver: no están dispuestos al confinamiento, al menos, de Madrid capital. En un comunicado enviado desde la Consejería de Sanidad queda claro su rechazo a esas restricciones para la ciudad: “Se debe tener en cuenta que la ciudad de Madrid es un conjunto de 21 distritos, de los que 18 superan los 100.000 habitantes, y por tanto, los índices no se pueden aplicar, en su conjunto, a toda la...

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La Comunidad de Madrid vuelve a poner trabas a la posibilidad de alcanzar un acuerdo con el Ministerio de Sanidad y acude la tarde de este miércoles al Consejo Interterritorial con una idea que lleva días dejando ver: no están dispuestos al confinamiento, al menos, de Madrid capital. En un comunicado enviado desde la Consejería de Sanidad queda claro su rechazo a esas restricciones para la ciudad: “Se debe tener en cuenta que la ciudad de Madrid es un conjunto de 21 distritos, de los que 18 superan los 100.000 habitantes, y por tanto, los índices no se pueden aplicar, en su conjunto, a toda la ciudad”.

Tras el texto enviado por el Ministerio de Sanidad a las autonomías este miércoles por la mañana, que recoge el acuerdo alcanzado a última hora del martes entre Sanidad y la Comunidad de Madrid —un texto que permitió desbloquear el enfrentamiento abierto entre ambas Administraciones desde el pasado viernes y que llevó al Ministerio a amenazar veladamente con intervenir sanitariamente la región, con más de 52.000 casos nuevos en los últimos 14 días—, el Ejecutivo de Díaz Ayuso responde con un documento en el que introducen de nuevo una petición que ya utilizaron en múltiples ocasiones durante el proceso de desescalada, criterios técnicos: “Se precisa conocer la base científica y técnica que avala el nuevo criterio de los 500 contagios por cada 100.000 habitantes que propone el Ministerio de Sanidad”. Y piden que los criterios por los que se tomen las nuevas medidas “no se ciñan solo a los tres indicadores conocidos en las últimas horas”.

Así, el preacuerdo alcanzado la noche del martes entre el vicepresidente Ignacio Aguado y el ministro de Sanidad Salvador Illa está en el aire para una Comunidad que registra la mayor incidencia acumulada de todo el territorio, 784,71 casos por cada 100.000 habitantes, y con una presión asistencial que mantiene a los profesionales de los centros de salud con agendas de hasta 120 pacientes y a algunos hospitales superando ya su capacidad original en las unidades de críticos.

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En el documento, en el que la Comunidad asegura que el “compromiso de colaboración, trabajo conjunto y lealtad institucional” será por el que se rijan esta tarde en la reunión, hablan de consenso y de crear una “comisión de diálogo con criterios técnicos y científicos, y también legales” ya que, explican, las restricciones tienen que ver con “derechos fundamentales y libertades de millones de personas”.

Para rechazar, en principio, esas restricciones que están sobre la mesa, el Gobierno regional arguye la “estrategia de diagnóstico con cinco millones de test rápidos de antígenos que permitirán mejorar el cumplimiento de las cuarentenas”. Algo a lo que Aguado ya ha hecho referencia este mediodía: “Todos tenemos responsabilidad, nosotros y los ciudadanos también”. Y a la “capacidad diagnóstica de la Comunidad de Madrid, muy superior a la del resto de CCAA. Con la colaboración del Gobierno central, la Comunidad de Madrid estaría en disposición de realizar un test a cada madrileño en estos momentos”.

Dos argumentos que chocan con el nuevo protocolo de la Comunidad para los contactos estrechos de los nuevos positivos por covid, a los que ya no se hará PCR a no ser que presenten síntomas, convivan con ese nuevo infectado, sean vulnerables o trabajadores esenciales; todos los asintomáticos que quedarán fuera, y representan, de media, el 30% de los casos.

También el Ejecutivo de Díaz Ayuso hace alusión a la “elasticidad en camas de hospitalización y de puestos de UCI”: “La Comunidad de Madrid tiene la disponibilidad de ampliar la capacidad hospitalaria en caso necesario y está concluyendo además la construcción del nuevo hospital público Enfermera Isabel Zendal, que incrementará notablemente dicha respuesta asistencial”.

En Madrid, durante marzo y abril, los centros dieron la vuelta a toda su estructura para poder hacer frente al virus: reorganizaron plantas y profesionales, paralizaron toda actividad no urgente ni emergente y convirtieron todos aquellos espacios que pudieron en unidades de críticos. Esa reestructuración fue puesta sobre papel después de que bajara la presión en la primera ola y se convirtió en lo que se denomina “planes de elasticidad”.

La mayoría de los hospitales ya los activaron hace semanas y sus profesionales lamentan que, tres meses después de la entrada a la nueva normalidad, estén volviendo poco a poco a la pasada primavera. También se quejan de que el foco vuelva a estar en la presión asistencial de los hospitales, los lugares a los que llegan los enfermos cuando lo que debería haber sido la primera barrera para frenar la expansión del virus, atención primaria y salud pública, falla por falta de recursos.

Ahora, Madrid se resiste a las condiciones acordadas la noche del martes, con las que Madrid capital y ciudades de la región como Fuenlabrada, Getafe, Alcorcón, Leganés, Móstoles y Alcalá de Henares, entre otras, se verían abocadas al confinamiento. Según el borrador de Sanidad, en estos momentos hay 11 ciudades que superan los 500 casos por cada 100.000 habitantes. Pero con el frenazo al acuerdo de la Puerta del Sol el consenso puede saltar por los aires.

Las medidas actuales en Madrid afectan a casi un millón de personas. Las restricciones, sin embargo, se dividen por zonas básicas de salud, el área sanitaria más cercana a los domicilios de los vecinos. Las entradas y salidas quedan restringidas salvo para acudir a trabajar, a centros sanitarios o educativos, entidades financieras, citaciones judiciales o notariales, renovación de documentos, exámenes, retorno a casa, cuidados de mayores y personas dependientes o motivos de causa mayor. También está prohibido el acceso a parques y jardines. Los comercios deben cerrar a las diez de la noche. Y en la hostelería los aforos, tanto en el exterior como en el interior, quedan restringidos al 50%, estando prohibido el consumo en barra. Además, en el conjunto de la comunidad han quedado prohibidas las reuniones, privadas o en la calle, de más de seis personas salvo con los convivientes y en el ámbito laboral o institucional.



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