La realidad del plan educativo de Ayuso: anunciar la reforma y la construcción de escuelas que ya estaban en obras

La Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos denuncia que la Comunidad presente como “novedoso” un programa que contempla una treintena de centros con proyectos en marcha

Una imagen de enero del Colegio Público Gabriela Morreale de Leganés en obras. / FAPA

El Gobierno de la Comunidad de Madrid, liderado por Isabel Díaz Ayuso, ha presentado, en plena crisis sanitaria, un “ambicioso” plan educativo. Así lo califica el comunicado de la Consejería, que anuncia la inversión de 130 millones de euros para la licitación de obras de un nuevo colegio, cuatro institutos y cinco escuelas infantiles, además de la ampliación de otros 23 centros de la región. Pero las madres y padres...

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El Gobierno de la Comunidad de Madrid, liderado por Isabel Díaz Ayuso, ha presentado, en plena crisis sanitaria, un “ambicioso” plan educativo. Así lo califica el comunicado de la Consejería, que anuncia la inversión de 130 millones de euros para la licitación de obras de un nuevo colegio, cuatro institutos y cinco escuelas infantiles, además de la ampliación de otros 23 centros de la región. Pero las madres y padres de los miles de alumnos que llevan soportando años los retrasos de las obras de sus colegios, sin que haya apenas avance o sin que algunos hayan siquiera comenzado pese a estar aprobados, denuncian que se trata de un programa “vacío”. La inmensa mayoría de los que menciona el Gobierno en sus planes ya se encontraba en marcha desde antes del anuncio, según ha registrado la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (FAPA) Francisco Giner de los Ríos, que se ha tomado la tarea de recorrer cada uno de los centros mencionados, fotografiar los escombros parados y demostrar que no hay nada “nuevo ni ambicioso” en los planes educativos de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Los padres insisten: “Esto no es más que tergiversar actuaciones que llegan tarde y mal, retrasos de años, promesas incumplidas y acciones que están obligados a realizar”.

“Han tratado de lanzar un mensaje positivo en medio de un conflicto con los médicos y a unos meses de las elecciones. Los padres estamos realmente enfadados”, comenta indignada la presidenta de la FAPA, María Carmen Morillas. La asociación critica que “casi el 100% de los centros anunciados llevan retraso en su construcción y o ampliación, algunos incluso más de 10 años” y aporta un centenar de imágenes tomadas esta semana de cada una de las escuelas.

Pese a las reiteradas peticiones de información de este diario a la Consejería para que explique qué novedades plantea el programa presentado a la prensa y por qué algunos proyectos se anuncian como nuevos cuando ya estaban en marcha, el organismo ha respondido: “Los detalles de cada proyecto se darán a conocer próximamente, según se vayan aprobando las partidas presupuestarias en los próximos consejos de Gobierno”.

El Gobierno reconoce en ese comunicado que “la mayor parte de ellas [las obras] tienen por objeto culminar mediante las correspondientes fases de terminación de centros ya iniciados, o construir en fase única los que sean de nueva creación, dando de este modo cumplimiento al compromiso adquirido a principios de legislatura”. También contempla las 31 obras que “se están ejecutando en la actualidad” en centros educativos públicos de la región. Pero presenta como nuevos un listado de licitaciones y anuncios de proyectos que llevan en marcha años.

En el plan informan de que “se sumarán otras ocho que comenzarán próximamente, entre ellas las del gimnasio del IES Francisca de Pedraza (Alcalá de Henares) o las del IES Malala Yousafszai (en Madrid)”.

Las imágenes de los representantes de los padres muestran otra realidad: la FAPA ha documentado que estos dos ya contaban con “retrasos en sus obras”. Y sucede lo mismo con el CEIP María de Villota, que el Gobierno lo menciona dentro de sus nuevos planes de ampliación junto a otros dos y la creación de un tercero en El Cañaveral —para los que ha presupuestado 23,2 millones—.

Algo similar le sucede al IES Ana Frank, en Madrid, que pese a que el centro existe de forma jurídica, no han colocado ni la primera piedra. En el comunicado del Gobierno se menciona que “se está ultimando el encargo” a la constructora TRAGSA por un importe de 9,1 millones para iniciar las obras en este y la ampliación de otros dos. Pero los padres denuncian que, como en la mayoría de los casos, los plazos se han incumplido: 2l Gobierno había anunciado la apertura del centro para el curso 2022/2023.

Una imagen de enero desde las obras del colegio Nuria Espert, en Valdebebas. / FAPA

Otro de los proyectos de la Consejería incluye la construcción del pabellón deportivo del IES Ramio de Maeztu, conocido como La Nevera, que se destruyó tras el paso de Filomena en enero de 2021. El Gobierno ha anunciado que este año comenzarán las obras, que incluirán un “sistema de climatización basado en energías renovables”. Para ello se prevé una inversión total de cuatro millones de euros. Pero hasta allá han ido también los padres, que llevan esperando desde las nevadas de ese año a que se cumpla la tramitación de emergencia de contratación de las obras de demolición. “Estamos en 2023″, advierten sobre un plan de emergencia que ya suma dos años.

Las imágenes tomadas por la asociación muestran los socavones en el CEIP Gabriela Morreale en Leganés. “Su alumnado, docentes y familias conviven desde 2018 con las obras. Desde sus ventanas son testigos en primera persona de los vaivenes de las grúas, material de obra y vallas anexas a sus pabellones”. En la misma localidad sucede algo similar con el IES Rafael Frühbeck de Burgos. Sobre estos dos centros, la Comunidad los incluye dentro de un “paquete de licitaciones para la ampliación de los edificios”, aunque no explica si se trata de nuevos o antiguos contratos. Pues como se observa en las imágenes, estos ya estaban en proceso.

“Se ampliarán dos colegios y se construirá un nuevo instituto: en Madrid (CEIP Margaret Thatcher), Arroyomolinos (IES Torcuato Fernández Miranda) y Villamantilla (CEIPSO San Miguel), para lo que se destinarán 13,4 millones de euros”, anuncia el Gobierno en su comunicado. Pero las obras del CEIP Margaret Thatcher, que abrió en 2015, con dos años de retraso respecto a la fecha prevista y los alumnos desplazados a otro centro, no son tampoco ninguna novedad. “En 2021 aún no estaban terminados ni el patio, ni el gimnasio, ni la sala multiusos. Ocho años después de su apertura, el centro sigue en obras”, denuncian los padres.

La asociación lanza además una advertencia: “Son más preocupantes, si cabe, los centros educativos que ni siquiera están contemplados”. Y agregan algunas de las demandas que han reiterado en los últimos años: “¿Se han olvidado del CEIP Héroes 2 de Mayo de Colmenar Viejo? Está en obras desde ¡2014! ¿Y el CEIP Charles Dickens de Loeches? Su segunda fase de construcción empezó en 2014. ¿Saben que el CEIP Federico García Lorca de Leganés, con más de 40 años de vida, aún no tiene un gimnasio? ¿Qué sucede con el IES María Goyri Goyri, reclamado desde 2017, con el alumnado desplazado ahora mismo en otro centro?”.

Aulas prefabricadas en el colegio La Luna en Rivas-Vaciamadrid. / FAPA

Los padres critican además que en Valdebebas se haya concedido “de manera unilateral” un terreno público para la construcción de un centro educativo privado concertado. Según informó este diario en diciembre, se trata de una parcela municipal de 23.000 metros cuadrados valorada en más de 18 millones de euros para que una empresa construya un colegio privado concertado que explotará durante décadas. “En un barrio de edificios nuevos, sin otra opción que esa escuela privada cerca. Y lo van a llenar, es un negocio redondo”, cuenta Morillas. “El mismo modus operandi que el empleado en la cesión de otra parcela en Villa de Vallecas. La pública, sin opción”, agrega la asociación.

Galo Martín se quejaba esta semana de la situación de esta zona madrileña en una carta a la directora de EL PAÍS: “Mi hijo, y los de otros muchos vecinos del madrileño barrio de Valdebebas, asiste a clase en el colegio público Nuria Espert. Un centro educativo a medio construir en el que las aulas son también el comedor y en el que el aparcamiento es una pista polivalente en la que unos patinan y otros juegan al fútbol, al baloncesto y al tenis. No hay biblioteca por falta de espacio. Motivo por el que las extraescolares de judo y baile se imparten en el pasillo. Y así, curso tras curso desde hace cinco años”. En el anuncio a bombo y platillo del Gobierno también aparecía la ampliación de este centro que, como informa Martín, ya estaba en obras.

Para los padres se trata de pura propaganda. Ni plan, ni proyecto, ni nada novedoso. “Aunque hicieran un anuncio nuevo, que no lo han hecho, van tarde también. Porque estamos pidiendo centros en zonas de Madrid donde no se construye”, insiste Morillas. Y remata: “Hay niños que han terminado su escolarización y no han visto nunca su colegio completo”.

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