Faltan electricistas expertos en nuevos sistemas energéticos
El sector ve prioritario potenciar y prestigiar la formación en estos perfiles técnicos
Según el Observatorio de la Fundación Laboral de la Construcción, los electricistas fueron el tercer perfil más contratado por las empresas del ramo en 2021, después de los albañiles y de los peones. “Necesitamos profesionales para dotar a los edificios de energías renovables, básicamente solar y fotovoltaica; su escasez limita la capacidad de instalación. También para la rehabilitación energética, que implica obras de aislamiento y sistemas más eficientes de calor y de frío”, tercia Sebastián Molinero, secretario general de la Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de ...
Según el Observatorio de la Fundación Laboral de la Construcción, los electricistas fueron el tercer perfil más contratado por las empresas del ramo en 2021, después de los albañiles y de los peones. “Necesitamos profesionales para dotar a los edificios de energías renovables, básicamente solar y fotovoltaica; su escasez limita la capacidad de instalación. También para la rehabilitación energética, que implica obras de aislamiento y sistemas más eficientes de calor y de frío”, tercia Sebastián Molinero, secretario general de la Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción (Andimac). La falta de técnicos cualificados y de relevo generacional —en 2021 había 97.773 ocupados de 60 o más años en la construcción, un 18,5% más que en 2020, según datos del citado Observatorio—, junto con el repunte del mercado inmobiliario y a la necesidad de electrificación que requiere la transición energética, pueden desencadenar la tormenta perfecta, según alertan voces del sector.
“Necesitamos personal cualificado”, corrobora Pedro Fernández, presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), que confiesa que el sector está lidiando con esta carencia “como puede”. Las grandes constructoras no se ven tan afectadas, dice, porque “pueden pagar más” y tienen mayor capacidad para formar su propia mano de obra y para captar talento. “El problema, sobre todo, lo tienen las pymes y las infraestructuras más pequeñas y locales”, precisa. Léase, por ejemplo, la instalación de placas fotovoltaicas en edificios. “Entre 2013 y 2019 se paralizó por completo el sector solar en España”, recuerda Christopher Atassi, director general en la empresa Gonvarri Solar Steel, resaltando su “nada” con negrita y mayúsculas. Las empresas del sector tuvieron que hacer las maletas y emigrar para sobrevivir, según añade, y, con ellas, los profesionales cualificados, lo que dejó desarbolado todo el ecosistema de operarios y mano de obra que ya se había creado.
Ahora, cuando el viento vuelve a ser favorable, “nos encontramos un desajuste entre la oferta y la demanda; hay que rearrancar”, señala Atassi. Cree que las cosas terminarán por normalizarse, pero con planificación, según defiende. “No podemos querer hacerlo todo para hoy. En este país tenemos mucha tendencia a querer pasar de la nada al todo, y viceversa”, lamenta. Juan de Dios Bornay, CEO de Bornay, especialista en la fabricación de tubos estructurales que se aplican a renovables, coincide en el llamamiento a la calma. Denuncia intrusismo, con la consiguiente proliferación de instalaciones no bien ejecutadas, y defiende que la mejor garantía para el cliente es acudir a empresas que demuestren experiencia. “Hemos pasado ya unas cuantas crisis, y hemos sobrevivido, reinventándonos”, subraya.
Inversiones que crean empleo
Ya en mayo de 2021, el entonces ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, anunciaba que las inversiones en regeneración energética de viviendas y rehabilitación urbana, vinculadas al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, crearían unos 188.000 empleos. “Para mantener el nivel de crecimiento exponencial que está viviendo la instalación de energías renovables, especialmente de fotovoltaica, y poder atender la fuerte demanda, se van a necesitar nuevos profesionales cualificados, capaces no solo de ejecutar una instalación, sino de ofrecer la solución más eficiente para cada necesidad”, apunta Miguel Garmendia, responsable de la División Fotovoltaica del grupo Saltoki. Desde 2021, la Fundación Saltoki “apuesta por la formación teórica y práctica a los instaladores como vía para que puedan dar respuesta a las nuevas necesidades energéticas de la sociedad”, añade.
En 2022, la Fundación Laboral de la Construcción, que también preside Fernández, formó a casi 100.000 trabajadores. Sigue haciendo falta, según reclama, ese plan de choque del Gobierno, así como una dignificación de estos perfiles profesionales; hacerlos atractivos es, en su opinión, una prioridad. “Queremos que se hable de la profesionalidad y el buen nivel del sector”, reitera. “La electricidad es una de las líneas menos demandadas dentro de la Formación Profesional (FP), aun cuando su potencial es enorme”, subraya Molinero, que no se explica cómo la FP en Disc Jockey y Sonido tiene muchas solicitudes mientras que otras clásicas, y con un buen nivel de empleabilidad, se vacían de estudiantes. O quizás sí que se lo explique: “Son formaciones desprestigiadas, a las que miramos con los ojos de los años noventa”.
El secretario general de Andimac reivindica para ellas actualización y prestigio. “Tienen un futuro enorme”, les augura. También resalta la necesidad de actuar con urgencia en otra derivada negativa del envejecimiento de la mano de obra en la construcción: la pérdida de conocimiento. Aboga por un sistema de formación profesional dual, pero en un formato adaptado a la realidad española de pymes y microempresas, que combine la transferencia del conocimiento más reglado con la transmisión del saber práctico y el talento de las generaciones mayores.
Dispositivos de autoconsumo fáciles de montar
Alberto de Alfonso, director del Programa Avanzado en Diseño y Gestión de Plantas Solares Fotovoltaicas de la Universidad Internacional de La Rioja (Unir), diferencia entre fotovoltaica doméstica y grandes instalaciones solares. “Las placas en el tejado son autoconsumo, no instalación fotovoltaica, que es como nos referimos a los grandes huertos solares”, matiza. Ambas, eso sí, presentan un déficit de técnicos de cualificación media, “que no sean ni el ingeniero ni el peón de albañil”, precisa. “Los estándares de calidad de las renovables son superiores a los de la construcción tradicional; hace falta cualificación”, indica. “Es la mayor laguna de todas las renovables”, reconoce, añadiendo que “la electricidad necesita una mayor formación, no la básica de la mecánica”. Al preguntarle si la falta de electricistas especializados hace peligrar la instalación de autoconsumo en viviendas, dice: “No, porque las empresas ponen en el mercado packs cerrados que se colocan como si fueran un mueble de Ikea; la parte eléctrica se convierte en mecánica, y el instalador no necesita un profundo conocimiento eléctrico para realizar la conexión. Las instalaciones solares de autoconsumo tienden a ser lo más sencillas posible para facilitar su rápida puesta en funcionamiento; lo que hace el operario es un lego, y si tiene algún problema, llama a la central”, revela.