La entrada saudí en Telefónica anima las compras y fusiones
A pesar de un primer semestre anodino, el mercado muestra signos de reactivación, sobre todo en sectores como renovables, sanidad y tecnología
Andaba el sector de las fusiones y adquisiciones (M&A, por su acrónimo inglés) desperezándose, tras un primer semestre anodino, cuando a primeros de mes ha saltado a los titulares de la prensa económica —e inmediatamente a los de la generalista— la adquisición del 9,9% de Telefónica a cargo de Saudi Telecom por 2.100 millones de euros. Y parece que el mercado ha comenzado a animarse.
Porque el valor de los acuerdos d...
Andaba el sector de las fusiones y adquisiciones (M&A, por su acrónimo inglés) desperezándose, tras un primer semestre anodino, cuando a primeros de mes ha saltado a los titulares de la prensa económica —e inmediatamente a los de la generalista— la adquisición del 9,9% de Telefónica a cargo de Saudi Telecom por 2.100 millones de euros. Y parece que el mercado ha comenzado a animarse.
Porque el valor de los acuerdos de M&A anunciados en la primera mitad del año no era gran cosa (enero-marzo ha sido el peor trimestre del siglo XXI), lastrado por las subidas de tipos del BCE, las divergencias de valoración entre las partes y la amenaza constante de recesión. “Esperamos una ligera mejora, pues, aunque seguimos observando las mismas dificultades de meses atrás, los inversores ya las han factorizado en sus procesos de toma de decisión”, señala José A. Zarzalejos. Para el socio responsable de corporate finance de KPMG España y EMA, “el mercado está lejos de la recuperación, pero camina por la senda correcta”.
En concreto, las fusiones y adquisiciones con participación española ascienden a 47.200 millones de dólares (43.970 millones de euros al cambio actual) en lo que va de 2023. “Un 18% menos que en el mismo periodo del año anterior, y el nivel más bajo en tres años”, puntualiza Lucille Jones, sénior manager de LSEG Deals Intelligence. Sin embargo, esta experta destaca el hecho de que “entre abril y junio se produjeron operaciones por un valor combinado de 24.900 millones de dólares (23.200 millones de euros), el mayor total trimestral desde el verano de 2021″.
¿Significa eso una buena segunda mitad de 2023? “Hay que recuperar la dinámica anterior a la pandemia y las operaciones corporativas deben retomar su dinamismo”, cree Santiago Simón del Burgo, profesor de Economía, Finanzas y Contabilidad en Esade. Con grandes sectores por consolidar (aerolíneas, banca), “lo que siempre es un buen incentivo para las fusiones. Con operaciones estratégicas entre grandes compañías y reestructuraciones sectoriales entre pymes”.
Factores clave
Malcolm Lloyd, socio de PwC responsable de deals en Global, EMEA y España, considera que esta reactivación depende de la combinación de media docena de factores: “La madurez de los porfolios de los fondos de capital privado; la desinversión de activos non core de los grandes grupos corporativos españoles para centrarse en su verdadera actividad; las cotizaciones interesantes en Bolsa, que pueden ocasionar alguna operación public to private (venta de las participaciones públicas); el alto nivel de liquidez de los private equity, en niveles máximos, y la creciente presencia de financiación alternativa; y procesos en compás de espera a finales de 2022, que se reactivarán”.
En concreto, las fusiones y adquisiciones respaldadas por capital riesgo en las que han tomado parte empresas españolas ascienden a 6.700 millones de dólares (6.243 millones de euros) en 2023, un 33% menos que en 2022, como apuntan las cifras del London Stock Exchange Group (LSEG). “En España se han generado comisiones de banca de inversión por valor de 737,7 millones de dólares (687 millones de euros) en lo que va de año, un 16% menos que el año pasado por estas fechas”, detalla Jones. Santander Corporate & Investment Banking fue la entidad que más comisiones obtuvo en España durante el primer semestre de 2023, seguida del BBVA.
Por sectores, el energético ha sido el más activo, con operaciones por valor de 20.300 millones de dólares (18.914 millones de euros), siempre según el LSEG. “Esto es, más de 4 de cada 10 fusiones y adquisiciones españolas en lo que va de año”, indica Jones. “Por lo que, en comparación con los niveles de hace un año, los movimientos estratégicos, la actividad, se ha más que duplicado”, añade.
Sectores con tirón
Y es que las energías renovables, la sanidad y la tecnología son las tres grandes beneficiadas de entornos macroeconómicos más inciertos, enumera Zarzalejos, “tal y como está demostrando el periodo actual. Cuentan con un viento de cola que garantiza un incremento de la demanda secular durante las próximas décadas, algo que atrae siempre la inversión; especialmente en el actual ciclo de mercado”.
Este final de año, el mercado de M&A va a estar dominado por las operaciones de tamaño mediano y por las desinversiones, “protagonizadas tanto por la necesidad de transformarse y de liberar capital de los grandes grupos, para acometer transacciones estratégicas, como por los fondos de capital privado, impulsados por la situación de madurez de muchas de sus participadas, y por la exigencia de obtener plusvalías”, vaticina Malcolm Lloyd.
En general, van a predominar operaciones por debajo de 300 millones de euros, con algún megadeal protagonizado por fondos internacionales. “El coste del dinero es relevante cuando las operaciones se financian con efectivo”, recuerda Del Burgo. “Pero las grandes operaciones suelen ser equity swap, es decir, mediante el intercambio de acciones, y ahí es irrelevante”. De todas formas, señala el profesor de Esade, “las corporaciones tienen buen acceso al mercado crediticio y los tipos de interés todavía están muy por debajo de la rentabilidad exigida por el accionista, por lo que el apalancamiento es todavía muy rentable”.
Las grandes operaciones (más de 500 millones de euros) son las grandes ausentes del mercado. Transacciones sensibles al coste de la deuda y al entorno macro resultan especialmente complicadas de cerrar de forma favorable para los inversores. “El mercado de las pymes se ha comportado de forma mucho más dinámica, circunstancia que explica que la actividad en España no haya registrado los niveles de contracción de otras economías mundiales. Nuestro tejido empresarial, por su tamaño y su naturaleza familiar, permite que las operaciones sobre ellas sean más sencillas de financiar y encuentran un mayor número de inversores cualificados”, concluye Zarzalejos.
Y para el responsable de KPMG España da lo mismo la incertidumbre política actual sobre el futuro Gobierno: “El mercado ya ha integrado en su matriz de decisión un contexto político más convulso, menos estable y también menos predecible”.