Otra ronda para los vehículos usados
Crece el número de alquileres o compras de coches de rentings anteriores. La escasez de 0km multiplica el interés
Hace ya algunos años que las compañías de renting exploran nuevas vías de negocio para atraer a más clientes y engrosar así sus ingresos. Una de estas fórmulas pasa por ofrecer esos vehículos usados —una vez finalizado el contrato, que suele ser de cuatro años— para un segundo alquiler o bien para su compra. Lejos de ser algo residual, la tendencia está en claro ascenso. Y aunque no hay cifras oficiales, en el sector coinciden en que cada vez son más los conductores que adquieren o alq...
Hace ya algunos años que las compañías de renting exploran nuevas vías de negocio para atraer a más clientes y engrosar así sus ingresos. Una de estas fórmulas pasa por ofrecer esos vehículos usados —una vez finalizado el contrato, que suele ser de cuatro años— para un segundo alquiler o bien para su compra. Lejos de ser algo residual, la tendencia está en claro ascenso. Y aunque no hay cifras oficiales, en el sector coinciden en que cada vez son más los conductores que adquieren o alquilan automóviles de segunda mano procedentes de empresas de renting.
El motivo es sencillo: en general, son coches con una media de cuatro años que presentan un muy buen estado de mantenimiento, un uso que no suele superar los 60.000 kilómetros y con precios muy competitivos. La flexibilidad en la contratación es otro de los argumentos que más convence a los usuarios: muchas veces quieren probar el estado de ese vehículo usado, y las propias empresas les facilitan plazos para decidir si desean seguir (o no) con ese servicio de alquiler. “De alguna manera, es una puerta de acceso para nuevos clientes de renting, que pueden disfrutar de un vehículo usado en condiciones muy ventajosas”, considera el presidente de la Asociación Española de Renting (AER), José-Martín Castro Acebes.
Esa segunda vida de los coches tiene, además, un componente de sostenibilidad que atrae a los compradores. “En cierta medida, participan en el ciclo de la economía circular porque dan una continuidad de uso a un coche con años de servicio”, añade Castro Acebes.
En estos casos, usado no es sinónimo de antiguo, estropeado o defectuoso. Porque, para que los vehículos tengan esta segunda oportunidad, deben cumplir con la premisa de que les quede vida útil remanente. Es decir, que funcionarán sin problemas en el futuro durante ciertos años a partir de una fecha determinada. La edad media del parque automovilístico en España ronda los 12 años, por lo que la mayoría de los automóviles que proceden de renting podrán circular al menos por ocho años más con plenas garantías.
Pero no todos los coches valen. Aquellos que ya han agotado su vida útil, bien por haber sufrido algún siniestro grave o por haber recorrido muchos kilómetros, se descartan. Los criterios son muy estrictos. En el caso de Northgate España, por ejemplo, solo el 20% de su flota de renting pasa al canal de venta a particulares. “Solo vendemos nuestros mejores coches, los que ofrecen una total garantía para una segunda vida como vehículo de ocasión”, apunta su director comercial, Eduardo González de la Rocha.
Disponibilidad inmediata
Otro factor que está impulsando el actual crecimiento de este mercado radica en la escasez de microchips en las fábricas de automóviles. Esta ausencia de componentes electrónicos ha obligado a parar a muchas plantas de automoción, con el consiguiente hundimiento de la producción y el retraso de hasta casi un año en la entrega de nuevos vehículos. “Los clientes buscan coches con disponibilidad casi inmediata. Y como la demanda no baja, esta balanza la compensa el renting de segunda mano”, apunta el cofundador de Swipcar Julio Ribes. Y añade: “Al final, ni por precio, ni por marca ni por tipo de combustible. La adquisición de un vehículo en 2021 está marcada por la búsqueda del plazo más corto para poder disponer de un coche”. Un plazo que se sitúa entre las tres y las cinco semanas.
Desde hace algunos meses, su empresa ha comenzado a incluir ofertas de coches de segunda mano procedentes de rentings anteriores, con los mismos servicios que los vehículos nuevos pero a precios más asequibles. Se trata de una buena alternativa para quienes quieren hacerse con un vehículo propio por poco tiempo (máximo un año) y a un precio que en ocasiones no supera los 200 euros al mes. Al haber pasado por las manos de un solo conductor, su uso y kilometraje suelen estar limitados, por lo que están en perfectas condiciones para volver a circular. Si, tras finalizar el contrato, el usuario decide comprar el vehículo, será la financiera, de la mano del taller, la que decidirá el precio final. Para fijar la tasación se tienen en cuenta aspectos técnicos y estéticos, el modelo, la fecha de matriculación y el tipo de combustible. “Es una buena oportunidad de adquirir un coche por un valor residual”, incide Ribes.
Entre el 30% y el 50%
Desde CarNext confirman que el ahorro medio en la compra de estos automóviles usados es de entre el 30% y el 50% respecto al coste de uno nuevo, según el kilometraje y edad del vehículo. “Es importante tener en cuenta que la mayor caída del valor de un coche nuevo se produce al sacarlo del concesionario, mientras que la depreciación es más lenta si está usado”, afirma su director general en España, Javier Collazos. Fundada en 2018, esta compañía dispone de 300.000 coches cada año de este tipo, procedentes de operaciones de renting de toda Europa. En opinión de Collazos, el hecho de comprar coches reacondicionados que antes estaban en el mercado de renting aporta claras ventajas en términos de valor, ya que los automóviles tienen todavía una larga vida por delante —entre el 60% y el 70% del total de su tiempo útil en la carretera—. Por otra parte, el cliente tiene la sensación de que compra un vehículo casi nuevo.
El aumento del uso del coche privado como consecuencia directa de la pandemia de la covid-19 también ha animado a muchos conductores a decidirse por alquilar o comprar en el mercado de renting de ocasión, y las empresas les ofrecen nuevas opciones para acceder a automóviles seminuevos con unas condiciones muy flexibles y adaptadas al nuevo escenario de movilidad. Un ejemplo es ReDrive, un servicio de la compañía ALD Automotive: a los seis meses de alquiler, el usuario tiene la posibilidad de comprar el vehículo con el reembolso, además, del 50% de las cuotas ya pagadas de renting. Además, muchos son vehículos eléctricos, híbridos enchufables y GLP (gas natural licuado), por lo que contribuyen a la disminución de emisiones, como recuerda el directivo de la compañía Javier Ochoa.