Manuel Filiberto de Saboya, los anhelos de poder de un heredero sin corona
El nieto del último rey de Italia vuelve a zambullirse en la política tras haber participado en 'realities', ser presentador, jurado de concursos, cantante y empresario culinario
Manuel Filiberto de Saboya, nieto del último rey de Italia, es una figura particular y camaleónica en el panorama social de la república italiana. Ha explotado todo tipo de facetas para recuperar la estima de los italianos. Desde exiliado a noble, pasando por empresario culinario, showman, diseñador, mecenas, tertuliano, jurado de concursos televisivos, asiduo a los platós de televisión, concursante, cantante o presentador, entre un largo etcétera. Su última aventura ha sido zambullirse de lleno en la ...
Manuel Filiberto de Saboya, nieto del último rey de Italia, es una figura particular y camaleónica en el panorama social de la república italiana. Ha explotado todo tipo de facetas para recuperar la estima de los italianos. Desde exiliado a noble, pasando por empresario culinario, showman, diseñador, mecenas, tertuliano, jurado de concursos televisivos, asiduo a los platós de televisión, concursante, cantante o presentador, entre un largo etcétera. Su última aventura ha sido zambullirse de lleno en la política, con la fundación de un movimiento, Più Italia (Más Italia), que busca “propuestas y soluciones concretas” para el futuro del país transalpino.
“Si la política no es capaz de imaginar el futuro de un país, el nuestro, debemos ocuparnos todos nosotros”, ha declarado en un comunicado publicado en su página web oficial. “No es este el tiempo de la polémica, si acaso el tiempo del amor. Mirad, yo siempre he amado a mi país, desde pequeño, cuando podía solo mirarlo desde lejos. Me he decidido a hacer algo concreto por nuestra Italia”, ha añadido. Manuel Filiberto ha señalado, en una entrevista con el diario Il Corriere della Sera, que detrás del nuevo movimiento no se encuentra la casa Saboya ni su red de apoyos monárquicos. “Es una idea que ha nacido con personas nuevas”, ha dicho. El sobrino del expresidente francés Francoise Mitterrand, Frédéric Mitterrand, exministro de Cultura en Francia, también se ha embarcado en el nuevo periplo del aristócrata.
No es la primera vez que Manuel Filiberto se acerca a la política, de una forma o de otra, aunque sin éxito hasta el momento. Manuel Filiberto Umberto Reza Ciro René Maria de Saboya, nacido en Ginebra, Suiza, en 1972, busca que se le nombre como Su Alteza Real Príncipe del Piamonte y de Venecia, en una Italia que no reconoce los títulos nobiliarios ni les otorga ninguna relevancia desde 1948. En 2005, fundó en Venecia la asociación Valores y futuro, que se ocupaba, y no se sabe si se sigue ocupando, de “promover valores de libertad y democracia” y de memoria histórica. Él mismo la definió como “una asociación de personas libres. Personas unidad por altos valores: vida, paz, familia, protección de los más débiles”. El grupo presentó un candidato a las elecciones generales de 2006, que no resultó elegido y no obtuvo ningún escaño, y Manuel Filiberto realizó una gira por el país transalpino para difundir su proyecto. En 2008, el propio Saboya se presentó como candidato a las generales de aquel año, por la lista Valores y Futuro con Manuel Filiberto, pero apenas recogió 5.000 votos y no consiguió ninguna representación. Al año siguiente volvió a presentarse a las elecciones europeas con el partido Unión de Centro, como tercero de la lista, pero tampoco salió elegido.
Manuel Filiberto es nieto de Humberto II, último monarca de Italia y que reinó solo durante un mes, e hijo del polémico Víctor Manuel de Saboya. No mantiene buena relación con el resto de exponentes del clan real, sobre todo a causa de las cuestiones sucesorias. Se casó con la actriz francesa Clotilde Marie Pascale Courau en 2003, en una fastuosa ceremonia a la que asistieron 1.200 invitados, entre ellos el príncipe Alberto II de Mónaco, los duques de Castro o los diseñadores Pierre Cardin y Valentino Garavani. Vive entre el Principado de Mónaco y Estados Unidos con su esposa y con sus dos hijas, Victoria de Saboya, de 16 años y Luisa de Saboya, de 13. La familia pasa largos periodos en Perugia, donde tiene una gran villa en el campo y en la que producen vino y aceite.
El aristócrata creció en el exilio, como heredero a un trono que ya no existía, ya que Italia fue declarada república en 1946, por votación popular. Pudo regresar a su país en 2002, con 30 años, cuando se derogó la ley que impedía el ingreso al país transalpino a los descendientes varones del último rey. En Italia es popular por sus excentricidades y sus múltiples apariciones en la pequeña pantalla. Sus bailes en la versión transalpina del programa ¡Mira quién baila!, del que resultó ganador en 2009 o sus gorgoritos en el famoso Festival de San Remo, son ya parte de la historia de la televisión. A esto se suma su experiencia como presentador de varios programas en la televisión pública, concursante en distintos realites como La isla de los famosos o actor con pequeños papeles y cameos en el cine.
En su página web oficial se define así: “De la dote histórica y moral de la Familia, en particular del abuelo S.M. Rey Humberto II, a éxitos en el mundo del entretenimiento; de la experiencia en finanzas internacionales a los proyectos de beneficencia de su Fondo de Caridad: para todos, Manuel Filiberto”.
Uno de sus negocios más populares y exitosos son los camiones de comida italiana que tiene en Los Ángeles y que se llaman Príncipe de Venecia. “Estoy seguro que soy el primer príncipe real de Europa que vende comida en un camión”, dijo cuando lo inauguró.