Tom Cruise sembró el terror en el rodaje de ‘Misión: Imposible 2’
Thandie Newton, coprotagonista de la película, confiesa 20 años después que sufrió un gran estrés a causa de la enorme presión que el actor imponía
La actriz británica Thandie Newton lleva tres décadas trabajando en el cine y la televisión, desde principios de los años noventa. Sin embargo, su gran salto llegó en el año 2000, cuando coprotagonizó la segunda parte de Misión: Imposible junto al actor Tom Cruise. Ahora, 20 años después, Newton se ha decidido a hablar de ese episodio, que fue todo menos agradable.
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La actriz británica Thandie Newton lleva tres décadas trabajando en el cine y la televisión, desde principios de los años noventa. Sin embargo, su gran salto llegó en el año 2000, cuando coprotagonizó la segunda parte de Misión: Imposible junto al actor Tom Cruise. Ahora, 20 años después, Newton se ha decidido a hablar de ese episodio, que fue todo menos agradable.
Newton, de 47 años, ha explicado su experiencia en una entrevista para la publicación cultural Vulture. En ella, el periodista le pregunta sobre cómo fue participar en Misión: Imposible 2 y también le plantea el motivo por el que nunca volvió a participar en una secuela, y eso que hay seis películas de la saga. “La verdad es que nunca me lo habían preguntado. Estaba aterrorizada por Tom”, dice en referencia a su coprotagonista. “Es un tipo muy dominante. Intenta ser un buen tipo, lo intenta muy, muy fuerte. Pero luego está la presión, y él tiene muchísima. Y creo que tiene esa sensación de que sólo él lo puede hacerlo todo a la perfección, del mejor modo en el que se puede hacer”, explica la actriz.
De hecho, Newton desgrana alguna anécdota del rodaje de la película, dirigida por el cineasta chino y criado en Hong Kong John Woo. “Hubo un momento, rodando una escena nocturna, donde había muchos extras con pirotecnia, esa escena en la que estamos él y yo en el balcón. Y no creo que fuera una escena especialmente bien escrita. Me enfadé con él, estábamos frustrados el uno con el otro. Estábamos en España. La cosa no iba bien. Y John Woo —que Dios le bendiga— no estaba allí. Estaba escaleras abajo, mirándolo todo a través de un monitor. Y John había tomado la decisión, al principio de la película y sin que yo lo supiera, de que no iba a hablar inglés. Lo que a él le ayudaba mucho, pero que resultaba terriblemente difícil para todos nosotros. Así que ahí estábamos, y Tom no estaba nada contento con lo que yo estaba haciendo porque tenía un texto de mierda. Estaba tan frustrado de intentarlo y explicarlo que me dijo: ‘Vamos a dejarlo Simplemente vamos a ensayar ante la cámara'. Así que hicimos un ensayo y lo rodaron. Pero él siguió: ‘Yo hago de ti y tú haces de mí‘. Así que rodamos toda la escena conmigo haciendo de él —porque a esas alturas, créeme, ya me sabía todo su papel— y él haciendo de mí. No fue de ninguna ayuda. No se me ocurre nada menos útil. Me puso en un punto en el que sentía terror, inseguridad. Fue de pena. Pero bendito sea. Y lo digo de verdad, porque intentó hacer todo lo que pudo”.
La experiencia del rodaje, cuenta la actriz, más que difícil fue “sobre todo surrealista”. Ella se vio tan agobiada que llamó al ya fallecido director Jonathan Demme, con quien acababa de rodar la película Beloved, para hablar con él. “Le describí aquella noche: ‘Una pesadilla'. Según se lo contaba, iba viendo claramente que yo era el maldito problema. Pero Jonathan me dijo: ‘Thandie, haces mal en no confiar en ti misma’. Fue un encanto. Y justo después llamó Tom y pensé: ‘Anda, es él. Aquí viene la disculpa'. Pues no. Fue como: ‘Vamos a rodarlo otra vez la semana que viene'. Y pensé: ‘Pues genial’. Y la siguiente vez que lo rodamos, fui y lo solté todo, me di cuenta de que era lo que quería. Él quería una perra alfa. Lo hice lo mejor que pude. No es la mejor manera de obtener el mejor trabajo de alguien”, rememora la intérprete, que ahora ha vuelto a obtener un papel de calado gracias a su actuación en la serie Westworld.
Para Newton, el problema de Cruise en el rodaje de la cinta no era que fuera “una persona horrible, simplemente estaba muy estresado”. Además, la actriz relata con una anécdota la ascendencia que su entonces esposa, la también actriz Nicole Kidman tenía sobre él. Tanto que fue la propia Kidman quien apostó por la actriz londinense para el papel. “Nunca se lo pregunté directamente, pero cuando tu marido te dice: ‘¿Con quién preferirías que fingiera acostarme durante los próximos seis meses?‘, ¿sabes a lo que me refiero? Pues es bueno si pueden elegir juntos. Nicole fue una gran defensora mía”.
Además, también cuenta que Cruise era “muy generoso y abierto a la hora de compartir todo sobre la Cienciología”, tanto que sus regalos de Navidad estaban relacionados con la religión que profesa. “Como un libro con los grandes éxitos de la Cienciología, un tipo de Biblia o algo asi. Sentí curiosidad, porque es como: ‘Vaya, si esto atrae a gente poderosa, de alto perfil, habrá algún tipo de pegamento que los mantiene a todos unidos'. Yo no encontré ninguno”.