Barbara Pravi: así es la francesa favorita a Eurovisión que nunca ha visto Eurovisión
La cantante, que no era seguidora del festival, parte primera en las casas de apuestas. De ascendencia serbo-iraní y buena amiga de Blas Cantó, sufrió violencia de género y ha decidido contarla
Cuando arrancó Eurovisión, allá a mediados de los cincuenta, Francia siempre era un plato fuerte. Ganó la tercera, la quinta, la séptima edición. Siempre con temas en francés, triunfó en el 69, también en el 77. Y hasta ahí. Nunca más volvió a alzarse con el afamado micrófono de cristal. Pero puede que este sábado 22 de mayo se resarza. Porque, según las casas de apuestas, el país galo tiene todas las trazas para proclamarse vencedora de Eurovisión 2...
Cuando arrancó Eurovisión, allá a mediados de los cincuenta, Francia siempre era un plato fuerte. Ganó la tercera, la quinta, la séptima edición. Siempre con temas en francés, triunfó en el 69, también en el 77. Y hasta ahí. Nunca más volvió a alzarse con el afamado micrófono de cristal. Pero puede que este sábado 22 de mayo se resarza. Porque, según las casas de apuestas, el país galo tiene todas las trazas para proclamarse vencedora de Eurovisión 2021. En concreto, su representante, Barbara Pravi, la gran apuesta de la noche.
La parisina Pravi, recién cumplidos los 28 años, se ha convertido en todo un icono francés, y ocupa las portadas de los medios del país. Su nombre real es Barbara Piévic, aunque decidió cambiarlo por uno más sencillo y sonoro pero que también honrara a sus raíces. Por parte de padre tiene ascendencia bosnia, y por parte de madre, iraní. Prava significa auténtico en bosnio, y se lo puso como homenaje a su abuelo paterno.
Con esa autenticidad y pocos elementos más —se desconoce aún su puesta en escena definitiva, pero se prevé minimalista; en los ensayos ha vestido de pies a cabeza con un sencillo traje negro firmado por Dior— defenderá su canción Voilà en Róterdam (Países Bajos), que en YouTube, entre sus distintas versiones, ya se ha escuchado más de siete millones de veces. Un tema que a los espectadores españoles les será muy familiar, porque ha acompañado muchos momentos de la serie documental sobre Rocío Carrasco, Rocío: contar la verdad para seguir viva, de Telecinco. Su voz dulce en el estribillo “Voilà, voilà, voilà qui je suis...”, que acompaña su cabecera y cada corte publicitario, se ha convertido en recurrente en televisión estos días. Pravi se animó a cantar en el plató del programa un pedacito de Como una ola, de Rocío Jurado, cuyas canciones afirma que le gustan mucho, al igual que las de Mecano, Rosalía o María José Llergo. También se declara admiradora e incluso amiga del representante español, Blas Cantó, al que alaba cariñosamente cada vez que tiene ocasión y del que en varias entrevistas ha destacado que es “encantador” y “muy auténtico”.
Además, la temática del programa de Mediaset casa perfectamente con la trayectoria de Pravi, puesto que el feminismo siempre ha estado presente en sus temas. Ella ha contado abiertamente que sufrió violencia machista, algo que la ha hecho estar aún más comprometida con los derechos de la mujer. Lleva tres años en los que, cada 8 de marzo, publica un tema en el que habla de feminismo, e incluso en 2019 dio una charla TED donde habla sobre la importancia de encontrarse a sí misma.
El de Pravi puede ser un triunfo en un festival que, personalmente, nunca le había interesado. En su casa familiar no tenían televisión, ni ella tiene ahora, como contó al programa Corazón de TVE, por lo que nunca había visto la retransmisión. Pero a finales de 2020 se presentó al proceso de selección para elegir un representante nacional, llamado France, c’est vous qui décidez, y en enero ganó. Reconoce que poco a poco ha ido aprendiendo sobre el mismo, lo que la lleva a alabar clásicos como Amar Pelos Dois, la ganadora de Portugal y Salvador Sobral en 2017, su favorita del certamen. También ha ido sintiendo cada vez un orgullo mayor por ser parte de la historia del mismo, aunque cree que habrá que esperar a las clasificaciones para ver si se confirma lo que dicen los pronósticos, que para ella “no significan nada”, ha contado en el marco del festival. Lo que sí ha afirmado es que el hecho de que esté allí es “un mensaje de esperanza”. “Empecé a escribir para otros porque la gente que trabajaba conmigo me decía: ‘Nadie escuchará tus canciones. Eres una mierda’. Si gano, estaré muy agradecida. Agradeceré al público, al jurado, a mi equipo, a mis amigos y a todo el que creyó en mí y me ayudó a ser la mujer y la artista que soy hoy”, contó a la revista cultural Pop Up en una entrevista.
Lo que sí le ha dado varias alegrías ha sido la versión en miniatura del programa. Ha escrito las dos últimas canciones de Eurovisión Junior Bim Bam Toi, que quedó quinta en 2019 y es todo un éxito en TokTok, y J’Imagine, que se alzó con el triunfo en 2020, el pasado noviembre. En apenas seis años de carrera —ella ha contado que el arte estuvo siempre presente en su casa, pero que nunca pensó que la música podía ser una profesión— se ha labrado un nombre en Francia como compositora, sobre todo, y también como cantante. Y quien sabe si con tan corta y fulgurante trayectoria volverá, si el coronavirus y el Viejo continente así lo quieren, a hacer a Francia triunfadora.