Juan Avellaneda: “Prefiero los desfiles digitales”

Juan Avellaneda cerró la última edición presencial de la 080 Barcelona Fashion justo antes del confinamiento, en febrero de 2020, con una fiesta de clausura donde varios modelos vestían sus diseños, además de un buen grupo de fieles amigos y clientes que le acompañaron en aquel sarao. No era un desfile convencional y tampoco lo será el que ofrecerá este miércoles a través de la pantalla. Avellaneda abre la tercera edición de la pasarela de moda catalana en formato digital, una apuesta que se mantiene a pesar de qu...

Juan Avellaneda cerró la última edición presencial de la 080 Barcelona Fashion justo antes del confinamiento, en febrero de 2020, con una fiesta de clausura donde varios modelos vestían sus diseños, además de un buen grupo de fieles amigos y clientes que le acompañaron en aquel sarao. No era un desfile convencional y tampoco lo será el que ofrecerá este miércoles a través de la pantalla. Avellaneda abre la tercera edición de la pasarela de moda catalana en formato digital, una apuesta que se mantiene a pesar de que la mayoría de las pasarelas han vuelto a la presencialidad, porque el modelo ha encajado bien en los objetivos y la proyección de la pasarela. La 080 Barcelona Fashion se inauguró anoche con una premiere en el Convent dels Àngels. Se podrá ver en directo hasta el viernes por la tarde en la plataforma de la 080. Luego las colecciones permanecerán allí con otros contenidos audiovisuales grabados previamente para conocer mejor las colecciones y las marcas.

Juan Avellaneda, diseñador de la firma que tiene como enseña unos esmóquines de abigarrados estampados y conocido popularmente por su participación en programas como Cámbiame o MasterChef, prefiere mantenerse en el plano digital, acomodado en una 080 que abandera este modelo desde hace tres ediciones. Le parece una estrategia más interesante “para crear material, fotografías y vídeos” que luego puede viralizar más. “Si no tienes un buen front row o mucho presupuesto, para una marca pequeña es difícil destacar con un desfile convencional”, argumenta. Además, “todo el star system está en Madrid, no nos engañemos”, apunta. Le han propuesto más de una vez desfilar allí, pero por ahora prefiere quedarse en su ciudad haciendo algo que le diferencie.

Como los fashion films de los demás participantes, rodó su propuesta en el Macba, el edificio de blanco inmaculado que juega con los volúmenes y diseñado por el arquitecto Richard Meier en la plaza dels Àngels, en el barrio del Raval de Barcelona. Al principio le chocó la localización, antagónica a su estilo, mucho más glamuroso y colorido, pero al final le ha sacado partido como base neutra para destacar su colección: “es muy alegre y vitalista”, cuenta sobre la colección J’ai embrassé l’aube d’été, titulada como el verso de Rimbaud, donde ve un mensaje “superhedonista”. Para él la moda está “para disfrutarla y verse mejor”, mantiene rehuyendo de la seriedad que a veces se le otorga. “No hace falta ponerse tan serio buscando historias detrás de las prendas”, añade.

Después de destacar con sus trajes de fiesta para hombres, hace tres años apostó por vestir a las mujeres y dio en el clavo. Ahora mismo, un 70% de sus ventas son de ropa femenina. “Las mujeres entienden más la moda, arriesgan más y aceptan su parte lúdica”, opina. La nueva colección se traslada a latitudes tropicales y propone conjuntos más pensados para el día confeccionados con tejidos naturales, estampados a rayas, tonos luminosos como el rosa, el naranja o el coral y la incorporación de un estampado: el ikat, tan típico de las Baleares, pero también de las casas de veraneo de la Costa Brava. Él lo declina en dos tonalidades diferentes, una con esos cálidos naranja y coral con rosa y blanco; y otro con tonos más fríos como el lila o el azul. Se ve en faldas, vestidos y pantalones anchos, y como no, en sus inconfundibles chaquetas de esmoquin.

Su prenda fetiche es para todos. Y de hecho, en esta colección son varios los modelos de chaqueta que oscilan sin esfuerzo entre los guardarropas del hombre y la mujer. “Todo combina con todo, todo armoniza con todo, todo fluye como en un verano perfecto”, enfatiza en la presentación. Una de las prendas que resaltan son las chaquetas saharianas, que desprenden “elegancia y la sastrería hedonista de aquellos veraneos midcentury que inmortalizó Slim Aarons”, el fotógrafo de la dolce vita, alrededor de una piscina. La colección es para disfrutar del calor de los meses que vienen, pero él sufrió lo suyo para que estuviera todo a tiempo. “Las piezas llegaron el día antes del rodaje”, recuerda. El sector está teniendo muchos problemas de abastecimiento de materiales, explica. Es difícil encontrar básicos como “un popelín blanco o una lana fría azul marino” porque son muy demandados. Además, el coste de algunos de ellos se ha incrementado hasta un 30%, lamenta, un aumento que tiene que repercutir en el precio final.

Las nuevas prendas de Avellaneda, convertido en icono de estilo con más de 300.000 seguidores en Instagram, abrirán este miércoles la 080 en una edición que contará con 22 diseñadores y marcas. Nombres como YolanCris, Paloma Wool, Txell Miras, Is Coming, Eñaut, Eiko Ai, KM by Lange, Simorra o Tíscar Espadas mostrarán sus colecciones a través de la web de la semana de la moda entre el 6 y el 8 de abril. El evento empezó ayer por la noche con una fiesta de inauguración, que volvió a reunir al sector de la moda catalán en un evento físico por primera vez desde hacía más de dos años. Según la directora de la 080, Marta Coca, era necesario volver a juntarse este 2022, el año en que la pasarela analizará con los diseñadores y participantes el futuro del evento. Todo apunta que podría ser un modelo que hibride lo presencial con lo digital, un planteamiento al que los diseñadores no quieren renunciar porque les da más proyección internacional.