El ministro de Exteriores británico defiende a la familia real de las acusaciones de racismo en el documental ‘Enrique y Meghan’
Los duques de Sussex han emitido un comunicado por el que acusan a los tabloides de crear una narrativa falsa y aseguran que nunca mencionaron la privacidad como el motivo para renunciar a sus deberes reales en enero de 2020
La primera parte del documental Enrique y Meghan, tres capítulos emitidos en Netflix el pasado jueves 8 de diciembre, ya han empezado a levantar las primeras reacciones en el Reino Unido. El ministro de Exteriores británico, James Cleverly, salió en defensa de la familia real este d...
La primera parte del documental Enrique y Meghan, tres capítulos emitidos en Netflix el pasado jueves 8 de diciembre, ya han empezado a levantar las primeras reacciones en el Reino Unido. El ministro de Exteriores británico, James Cleverly, salió en defensa de la familia real este domingo tras las acusaciones directas de racismo de Enrique de Inglaterra. “En todas las interacciones que he tenido con la familia real, y tengo la oportunidad de hacerlo más que la mayoría debido a mi papel como ministro, he visto a un grupo de personas apasionadas por apoyar a Gran Bretaña tal y como es”, explicaba el político en una entrevista en la cadena de televisión Sky News.
En uno de los tres primeros capítulos, el duque de Sussex asegura que la familia real tiene un “sesgo inconsciente” y es “parte del problema” cuando se trata de racismo en Gran Bretaña. “El rey ha hablado en el pasado cuando era príncipe de Gales sobre la maravilla que es la naturaleza multicultural de este país”, explicó Cleverly, un ministro de ascendencia de Sierra Leona. “Veo un país multiétnico muy bien integrado que puede estar muy orgulloso de su diversa herencia y la actitud de la familia real hacia este país refleja el país moderno que vemos”, añadía el político.
Pero el ministro de Exteriores británico no es el único político que se ha manifestado sobre el documental de Enrique y Meghan. Un grupo de parlamentarios conservadores planea presentar un proyecto de ley por la que se pueda despojar del título de duques de Sussex a Enrique de Inglaterra y Meghan Markle. “Se trata de un tema político. Además de destrozar a su familia y monetizar su miseria para el consumo público, también están atacando algunas instituciones importantes de este país”, explicaba Bob Seely, miembro del partido conservador y uno de los impulsores de esta medida, al diario británico The Guardian.
Por otro lado, las acusaciones de racismo de Enrique a través de su relato en los capítulos ya emitidos del documental —los tres siguientes se podrán ver el próximo jueves 15 de diciembre—, centrados estos en el acoso a la prensa que sufrió la pareja en sus inicios, coinciden con un incidente racista reciente que miembros cercanos de la familia real protagonizaron. El pasado 30 de noviembre, Buckingham forzaba la dimisión de una asistente de la reina consorte Camila, Susan Hussey, de 83 años, anteriormente también dama de compañía de Isabel II, por sus comentarios racistas. Durante un acto que la reina celebraba en el palacio real, Hussey mantuvo una conversación con tintes racistas con Ngozi Fulani, de 61 años, que dirige desde hace décadas Sistah Space (Espacio para Hermanas), un centro de asistencia y apoyo para mujeres y niñas de ascendencia africana y caribeña, víctimas de abusos sexuales o violencia machista.
Pero la respuesta del ministro de Exteriores no es la única que se ha escuchado estos días después de la emisión de la primera parte de la miniserie sobre Enrique y Meghan. Los propios protagonistas también han querido aclarar algunas acusaciones que se han hecho desde la prensa después del lanzamiento del documental que cuenta su versión de los hechos. “El duque y la duquesa nunca mencionaron la privacidad como la razón para dar un paso atrás [de sus deberes oficiales en la familia real británica]. Esta narrativa distorsionada tenía la intención de mantener a la pareja en silencio”, explica en un comunicado la portavoz de los duques de Sussex, Ashley Hansen, publicado por la cadena pública BBC. “Están eligiendo compartir su historia, en sus términos y, sin embargo, los tabloides han creado una narrativa completamente falsa que impregna la cobertura de prensa y la opinión pública. Los hechos están justo frente a ellos”, añadía. En este mismo comunicado, la portavoz de los duques destaca que ni el príncipe Enrique ni Meghan mencionaron la privacidad cuando se retiraron de sus deberes reales en enero de 2020 y expresaron su deseo de continuar con sus funciones y deberes públicos.
Desde que se anunciase la colaboración de la pareja con la plataforma Netflix en septiembre de 2020, apenas cinco meses después de abandonar la familia real, la expectación ha ido creciendo de qué contenido preparaban y cómo contarían los duques de Sussex su versión de los hechos. Dos años después, la duda se ha resuelto tras el reciente estreno del documental Enrique y Meghan. Ya el traíler, de tan solo 59 segundos, supuso un bombazo meditático y también, y muy especialmente, para la familia real. Lo que iba a ser un documental sobre los Juegos Invictus, una competición deportiva para exmilitares heridos creada por Enrique, se ha convertido en la historia personal de la pareja: las revelaciones y detalles sobre el romance y el compromiso del príncipe y la exactriz, marcados por la persecución de los paparazis y la raza de Markle, son el epicentro de los tres primeros capítulos de su docuserie. Solo en el Reino Unido, la miniserie se convirtió en su primer día de emisión en lo más visto del año, según el medidor oficial de audiencias británico y como recoge la BBC: su primer capítulo lo vieron más de 2,4 millones de espectadores (1,5 el segundo y 800.000 el tercero); para entender la dimensión y la expectación que ha supuesto este estreno, el primero de la quinta temporada de The Crown tuvo 1,1 millones de visualizaciones en su primera jornada.