Nuevos parentescos
Ya me manifesté atento al debate que la noticia de la maternidad de Ana Obregón había alumbrado. Ahora quiero confesar que lo que sí me preocupa es qué ha pasado con la visita de Isabel Pantoja al Baile de la Rosa en Montecarlo
La revista ¡Hola! ha tenido que aclarar que Ana Sandra Lequio es nieta de Ana García Obregón. El barullo gestado a raíz de la publicación de la noticia de su maternidad la semana pasada no amaina, crece, que es lo que también ocurre con los hijos: crecen, se desarrollan, se marchan de...
La revista ¡Hola! ha tenido que aclarar que Ana Sandra Lequio es nieta de Ana García Obregón. El barullo gestado a raíz de la publicación de la noticia de su maternidad la semana pasada no amaina, crece, que es lo que también ocurre con los hijos: crecen, se desarrollan, se marchan del nido familiar para crear el suyo propio. En este caso, la nueva abuela se ha ocupado de todo eso. Así, la rectificación informativa tranquiliza el orden natural de las cosas y hace más llevadera la noticia. Ana Obregón pasa de ser madre a los 68 años (aunque lo es a ojos de la ley) a ser una abuela a una edad ideal.
En mi columna anterior me manifesté atento y abierto al debate que la sorprendente noticia había alumbrado. Ahora quiero confesar que lo que sí me preocupa es qué ha pasado con la visita de Isabel Pantoja al Baile de la Rosa en Montecarlo. ¿Hubo o no hubo foto de la cantante con Carolina de Mónaco? Tengo la incómoda sensación de que la prensa más rosa ha dejado inconclusa esta agradable noticia por el asunto del renovado parentesco de Obregón y su nieta. Quiero levantar la mano, romper una lanza a favor de aclarar esta situación. Porque Isabel Pantoja fue, se plantó en el Baile de la Rosa, y la gestación, el alumbramiento de esa ilusión, merecía un seguimiento completo. No es bonito ningunear noticias de una diva por otras.
Al parecer, a Alessandro Lequio tampoco le ha sentado del todo bien saberse abuelo por primera vez y no necesariamente la última. Como es un experto en lidiar con los medios, ha aprovechado las vacaciones de Semana Santa para iniciar un nutritivo silencio en las Rías gallegas. Va a resultar difícil porque los medios son tenaces, como dicen los colombianos, y es muy complicado guardar silencio cuando te persiguen con cámaras y micrófonos.
Estuve en Miami, donde no persiguen así a la gente, la ciudad donde Obregón cuida de su nieta Ana Sandra. Cuando conocí la noticia le escribí a su móvil: “Valiente”. Y así lo conté en esta columna. No las vi ni visité, porque no tengo soltura con los bebés y, además, normalmente uno espera a que se le invite a conocer al nuevo miembro de la familia. En mi país de origen se le llama “presentar”. Pero sí visité distintos platós de televisión. En La Mesa Caliente y Al Rojo Vivo, de Telemundo, me preguntaron por Obregón: “Una noticia mundial”, la calificaron. Todavía era una madre de 68 años por gestación subrogada, legal en los Estados Unidos. Ahora es abuela, también por ese método que puede hacer tambalear cualquier árbol genealógico.
Igual quisieron saber sobre Shakira y unas declaraciones de su ex Gerard Piqué, en Twitch, donde la llamaba “latinoamericana”. Algunos miembros del programa intentaban encontrar una lectura despectiva al término. “Shakira es igual de latinoamericana en España como en Colombia o en Estados Unidos”, dije, y respiramos más tranquilos. Agregué lo que había escuchado durante un maravilloso paseo en barco por el río Miami, rodeado por nuevos rascacielos. Al parecer, Shakira llevaba un control exhaustivo del contenido de la nevera familiar. En esa conversación fluvial se habló de que había echado en falta un yogur en su contabilidad alimentaria. Y que en ese recuento descartaba a los varones de la casa, que no comen lácteos. Tiró del hilo del yogur perdido y dio con Clara Chía. En el programa de televisión, una de sus avezadas periodistas expresó que no era un yogur sino un bote de mermelada, que solo consumía Shakira (mi endocrina asegura que los latinoamericanos somos más propensos al dulce que los españoles), y que fue así como la ex de Piqué descubrió a la mujer que dinamitó todo y sirvió de inspiración para su exitosa canción que le ha devuelto la estabilidad financiera. Y otro parentesco.