Patricia Conde: “En esta profesión a veces dices sí por no dañar a los demás y al final te dañas a ti”
La actriz y presentadora (a ella no le gusta el término “cómica”) reaparece en las pantallas de cine con una comedia romántica junto a Santiago Segura y Leo Harlem
Después de su comentado paso por MasterChef Celebrity, Patricia Conde (Valladolid, 43 años) va a tener que quedarse en Madrid este verano. Mientras trabaja en un proyecto que tiene entre manos (del que aún no quiere dar detalles) y que le emociona, estará, además, promocionando su nueva película (”He disfrutado muchísimo y he vuelto hacer cine, que es una de las cosas que más me gustan de mi profesión”), junto ...
Después de su comentado paso por MasterChef Celebrity, Patricia Conde (Valladolid, 43 años) va a tener que quedarse en Madrid este verano. Mientras trabaja en un proyecto que tiene entre manos (del que aún no quiere dar detalles) y que le emociona, estará, además, promocionando su nueva película (”He disfrutado muchísimo y he vuelto hacer cine, que es una de las cosas que más me gustan de mi profesión”), junto a Santiago Segura y Leo Harlem, una comedia romántica que, paradójicamente, se titula Vacaciones de verano. Esta conversación, de hecho, ya forma parte de su plan de trabajo estival, aunque no le gusten demasiado las entrevistas: “Muchos vamos con miedo porque a veces sientes que te van a pillar”.
Pregunta. ¿Tiene ya un sentido arácnido para detectar cuándo le están intentando sacar un titular?
Respuesta. A estas alturas me sé todas las trampas. “Un compañero opinó que no había cómicas buenas”. Sé que estás buscando un titular.
P. Es una pena que no le gusten porque las entrevistas a veces son un poco psicoterapia…
R. Sí. También es que a alguna gente se le olvida que yo no soy cómica.
P. ¿Qué es?
R. Soy intérprete. Utilizo la comedia, pero he hecho muchas cosas en las que he adoptado un papel más serio. Claro que puedo hacer un monólogo, he hecho mucho Club de la Comedia, pero también puedo presentar programas, puedo hacer series, películas, teatro. Desde muy joven pensé que no quería encasillarme.
P. ¿Pero tiene vis cómica desde niña?
R. Desde pequeña hacía el payaso con las profesoras y los compañeros y les hacía reír. Era una especie de don que yo no había pedido. Y no me he podido deshacer de eso nunca: sí que he podido pulir mi comportamiento en público, pero eso sigue ahí y en la intimidad la gamberra sale. No es algo que yo pueda decir: “No, ahora lo voy a dejar apartado”.
P. ¿Le ha costado aprender a ser solemne?
R. Yo sé cuándo toca cada cosa.
P. ¿Y por ser graciosa alguna vez ha tendido la mano y le han cogido el brazo?
R. Bueno, yo siempre digo que el humor es algo que hay que tomarse muy en serio. Cuando conocí a dos de los actores que más admiro del mundo, Kristen Wiig y Steve Carell, porque yo hago un personaje en Gru, vi a dos personas amables, supercorrectas pero serias. Y pensé: “Claro, esto es, así se hace”. En las presentaciones o en las entrevistas no hay que hacer alarde de lo graciosos que podemos llegar a ser. Nuestro trabajo no es ese.
P. ¿Le ha costado mucho aprender a decir no?
R. Yo creo que naces con eso aprendido. Me daría mucho miedo ver a un niño complaciente. Luego por las presiones sociales lo vas desaprendiendo y en esta profesión dices muchas veces que sí por quedar bien, por no dañar a los demás, sin darte cuenta de que te estás dañando a ti, que estás quedando mal contigo.
P. ¿Pero ha sido usted muy fiestera o tener un hijo la ha calmado?
R. Recién aterrizada en Madrid mi trabajo era ese. Como reportera de El informal tenía que estar en absolutamente todos los saraos de política, de música, de cine… y además luego me invitaban a todos. Fue esa época en la que una niña de 20 años, pues quiere salir y quiere ver y quiere estar. Pero a partir de los 30 llega un momento que si no tengo un cometido en el que me sienta útil, me cuesta mucho ir a esos sitios aunque me vendan que hay gente muy interesante. Yo me he vuelto una señora alemana. Señores, yo lo siento, pero a las ocho ceno, a las diez, muchas veces me acuesto, leo un libro y me levanto de nuevo a las ocho feliz de haber dormido. No siento que me esté perdiendo nada. Y eso supone también, claro, que le dé todo mi tiempo de calidad a mi hijo. Mi gran evento de la semana pasada fue ir al cine con él a ver Guardianes de la Galaxia 3 y Fast and Furious 10. Esos son ahora los eventos que me hacen ilusión. Los afronto con verdadera pasión [risas]
P. Este año dio otra lección de autocuidado muy grande cuando decidió marcharse de MasterChef Celebrity. ¿Mira con orgullo ese momento?
R. Hace tiempo que dije que no iba a hablar de este tema. Al final, cuando hablas de algo tiene que ser por ver a través de tu experiencia lo que puede a lo mejor ayudar a los demás. Pero yo creo que eso tiene que salir de uno mismo. Y si lo haces de una manera forzada, al final la gente lo entiende como una justificación. No quiero tener que estar justificándome.
P. Su nueva película es una oda a las vacaciones. ¿Cuáles son las vacaciones más felices que recuerda?
R. Yo soy muy disfrutona. A mí me das un pedazo de playa y un libro y ya soy feliz. También me gusta llevar a mis amigos a sitios maravillosos y enseñárselos con mis ojos. El año pasado me fui con mi hijo a México a un parque de biodiversidad y no paramos quietos ni un solo día. Nos tiramos por toboganes naturales de lodo dentro de una montaña, nos embadurnamos de barros, nos tiramos por liana, acantilados, el tobogán más alto y largo que había. Me convertí en esa niña que mi hijo quería que jugara con él y yo dije, a por todas. Me quité vértigos, miedos y mareos.
P. ¿Ha tenido algún amor de verano que le haya marcado mucho?
R. Qué va. Nada. Nunca. Mira, ya tienes titular. “Nunca he tenido un amor de verano” [risas].
P. ¿Ha aprendido algo sobre el género masculino observando a su hijo?
R. Yo desde muy pequeña he convivido mucho con chicos y chicas. No creo que la clave esté en la diferencia de géneros, sino en la manera de educar a los niños. A lo mejor Lucas es muy tranquilo y muy sensato para su edad, pero porque yo también soy así. Otros niños aprenderán de otras personalidades.
P. ¿Qué valor ha tenido clarísimo siempre que le quería inculcar?
R. Respeta a todo el mundo si quieres que te respeten y sé buena persona. Puedes ser mejor o peor jugando a fútbol, puedes ser mejor o peor en motocross, pero lo primero que tienes que ser es buena persona, tener buenos hábitos, saber diferenciar lo que está bien de lo que no está bien y cuando no te gusta lo que ves a tu alrededor, aléjate.