Descansar eternamente en el mismo cementerio en el que yacen los restos de Marilyn Monroe, y muy cerquita de ella, no es imposible. Puede parecer una broma, pero este nicho, ubicado al lado de la actriz, se ha subastado por más de 180.000 euros, este sábado, junto a una retahíla de reliquias coleccionables de la estrella de Hollywood, y Hugh Hefner, el fundador de la primera revista erótica del mundo, Playboy. El evento, bautizado como Iconos: Playboy, Hugh Hefner y Marilyn Monroe, ...

Descansar eternamente en el mismo cementerio en el que yacen los restos de Marilyn Monroe, y muy cerquita de ella, no es imposible. Puede parecer una broma, pero este nicho, ubicado al lado de la actriz, se ha subastado por más de 180.000 euros, este sábado, junto a una retahíla de reliquias coleccionables de la estrella de Hollywood, y Hugh Hefner, el fundador de la primera revista erótica del mundo, Playboy. El evento, bautizado como Iconos: Playboy, Hugh Hefner y Marilyn Monroe, ha sido organizado en Los Ángeles (California) por la icónica casa Julien’s Auctions, conocida mundialmente por organizar pujas de objetos íntimos que pertenecen o pertenecieron a celebridades, durante tres días y en la que se han vendido más de 600 artículos y se han recaudado más de cuatro millones de euros. La joya de la corona: un vestido diseñado por Emilio Pucci, propiedad de la actriz, vendido por más de 300.000 euros, y convirtiéndose en el vestido más caro vendido en una subasta. Es curioso que el magnate de las revistas eróticas y la artista nunca coincidieran, pero, según los organizadores, “sus legados quedaron inextricablemente vinculados cuando Monroe apareció en la edición inaugural de Playboy de 1953 de Hefner. En ese momento, ganaron fama mundial, convirtiéndose en dos figuras importantes de los Estados Unidos del siglo XX y Playboy consolidándose como una marca global icónica”.

La puja incluía objetos de lo más variopintos: desde un batín color burdeos con pijama y pantuflas de seda negra (incluida su pipa de tabaco), propiedad personal de Hugh Hefner, con las que el empresario se paseaba durante sus míticas fiestas en la mansión Playboy (vendido por 12.000 euros); a su propia cama circular hecha a medida (también vendida por 12.000 euros), o el lápiz de labios, con tono personalizado para la actriz, vendido por 60.000 euros. La antigua lápida que vestía la cripta de la artista ―fue cambiada de lugar por los desperfectos que habían dejado los fans al visitarla― ha sido vendida por 80.000 euros.

El magnate de inversiones en empresas de tecnología, Anthony Jabin, se coronó como uno de los grandes ganadores de la celebración, convirtiéndose durante la puja en dueño del mausoleo, en el Cementerio Westwood Village Memorial Park (Los Ángeles), la cama de Hefner o el traje de baño con el que Monroe lucia palmito en las playas de California y con el que fue fotografiada en más de una ocasión convirtiéndose en una sex symbol de la época. Además, este bañador de tres piezas fue hecho a medida como atrezzo para el musical No hay negocio como el espectáculo (1954). “Siempre soñé con estar al lado de Marilyn Monroe por el resto de mi vida”, afirmó justo después de la subasta a la televisión británica BBC.

La estrella de Hollywood fue una de las mujeres más fotografiadas de la época. Aparecía en revistas de moda y estilo de forma cotidiana. Su serie de fotografías tomadas para el fotorreportaje de la revista Life en 1958 por Richard Avedon ha sido vendida por 27.000 euros. En ellas, Monroe interpretaba a personalidades como Theda Bara, Clara Bow, Jean Harlow y Marlene Dietrich. Un reportaje que pasó a la historia por plasmar el declive emocional de la artista: “Nada ni nadie va a hundirme. Realmente me molesta la forma en que la prensa ha estado hablando de mí, que los estudios no me quieren, que estoy llena de pastillas, que bebo mucho... ¡Todo es una mentira!... Últimamente, estoy algo deprimida y en baja forma, son cosas del corazón...”. Las miles de fotografías de Marilyn Monroe forman parte de la historia del la Edad Dorada del cine. La fotografía más cara de la actriz, vendida en 2011 por más de 25.000 euros, es mítica. Se trata un retrato de la actriz de su primera época, en tonos sepia, firmada por ella misma. En la dedicatoria para su entonces vecino, Phil Hooper, se puede leer: “Para Phil, mis mejores deseos siempre. Sinceramente, Marilyn Monroe (Norma Jean)”.

Marilyn y su extendido legado

No es la primera vez que salen a subasta los objetos de la difunta actriz. Todo lo que rodea su figura siempre atrae a miles de mitómanos de la estrella de Hollywood. En 2022, la misma casa de apuestas, junto al canal de televisión TCM, sacó a puja 175 objetos íntimos de la actriz, con la que recaudaron más de 75.000 euros. Entre los objetos destacados de esta última, destaca una dedicatoria manuscrita a la artista por Arthur Miller, quien se convirtió en su tercer marido. En una hoja de papel, arrancada de un cuaderno en forma de espiral, se puede leer: “Este libro está siendo escrito por el coraje, la visión ampliada de vida, la conciencia del amor y la belleza, que me ha dado mi amor, mi futura esposa, mi Marilyn. La bendigo por este don, y lo escribo para que ella tenga de mí lo único que sé hacer. La bendigo, le debo el descubrimiento de mi alma”. La nota se vendió por casi 30.000 euros.

Pero llama aún más la atención otra de la subasta de sus objetos. En 2016, la casa Julien’s sacó a la venta el mítico vestido con el que cantó Happy Birthday Mr. President, a John F. Kennedy en 1962. Mismo año de su muerte. La pieza, decorada con 2.500 lentejuelas y cosida mientras lo vestía para que se ajustara a su cuerpo, fue parte del saco de 1.300 objetos que fueron subastados entonces. El vestido ya había sido vendido en 1999 por alrededor del millón de euros a un coleccionista llamado Scott Fortner que, más adelante, cometería el error de prestárselo a Kim Kardashian para la gala Met. Todo lo que perteneciera o simplemente tuviera algo que ver con la estrella más rutilante del universo Hollywood se coloca en el mercado a precios de escándalo.