Moda contra el olvido: la nueva colección de Eñaut regresa a la catástrofe ecológica del Prestige

Este año se cumplen exactamente dos décadas de la catástrofe del Prestige, el buque que vertió 22 toneladas de crudo en las costas del Cantábrico y ocasionó una de las peores catástrofes ecológicas del país. Eñaut Barruetabeña (Mutriku, Guipúzcoa, 1993) tenía solo nueve años cuando vio en los telediarios las primeras manchas negras en el océano: “Yo me acuerdo porque no se podía ir a la playa, todas las piedras estaban negras y pegajosas. En el País Vasco no llegó tanto como en Galicia, pero ...

Este año se cumplen exactamente dos décadas de la catástrofe del Prestige, el buque que vertió 22 toneladas de crudo en las costas del Cantábrico y ocasionó una de las peores catástrofes ecológicas del país. Eñaut Barruetabeña (Mutriku, Guipúzcoa, 1993) tenía solo nueve años cuando vio en los telediarios las primeras manchas negras en el océano: “Yo me acuerdo porque no se podía ir a la playa, todas las piedras estaban negras y pegajosas. En el País Vasco no llegó tanto como en Galicia, pero sí hubo mucho miedo en ese verano del agua contaminada”. Veinte años después de aquel impacto, el guipuzcoano regresa a aquel recuerdo y formula un alegato de denuncia contra el uso abusivo del petróleo con una colección de moda confeccionada con materiales reciclados y rodeada por una experiencia de compra que lleva la contraria a las convenciones del sector.

La colección, titulada Oil Sea, se presentó el pasado jueves en 080 Barcelona Fashion, la plataforma de moda catalana que en esta última edición, exclusivamente digital, ha convertido el Macba en pasarela. El museo sirvió como un lienzo en blanco para las veintidós firmas y funcionó especialmente bien para la colección tricolor de Eñaut, compuesta del negro, blanco y rojo. El diseñador revela a ICON que eligió el negro porque, además de ser la tonalidad insignia de la marca, es la perfecta referencia al petróleo. El rojo sangre, por otra parte, “refleja el daño a la fauna y lanza un mensaje de alerta”. Y por último empleó el blanco, “porque hace un excelente contraste con las manchas negras que quería añadir a algunos trajes”, como las bufandas y los suéteres. Otro importante elemento de la colección son los corsés hechos en cerámica, que simbolizan la presión en el pecho que sienten los animales que viven en aguas contaminadas por el petróleo, señala el diseñador. Como accesorio, ha creado unas gafas de sol con detalles de gotas en la montura.

Para Eñaut, la conciencia crítica es más que un barniz estético. Desde que irrumpió en la pasarela barcelonesa sus colecciones han tratado temas que van desde la geología hasta el permafrost, siempre en contacto estrecho con el paisaje. Además, Eñaut mantiene una producción sostenible, con tejidos como el algodón reciclado procedente de restos de manufactura de ropa o prendas ya usadas, o el poliéster reciclado, que se obtiene a partir de botellas de plástico ya utilizadas. Asimismo, él mismo y su equipo han confeccionado la colección íntegramente en Barcelona, su lugar de residencia. “La marca es sostenible desde el inicio cuando fue lanzada en 2018. Yo tenía claro que si quería pertenecer al mundo de la moda, al menos tenía que hacerlo de una manera ética, haciendo el menor daño posible y demostrando que se puede hacer las cosas bien”, cuenta.

Aparte del diseño y de la producción, Eñaut también busca evitar el consumo masivo e incentiva una experiencia de compra más consciente. Mientras la mayoría de las marcas tratan de reducir al máximo los obstáculos que afrontan los consumidores en la hora de comprar en línea, Eñaut los aumenta. Toda persona que quiera adquirir una prenda en su tienda online debe responder antes a una encuesta. Entre las preguntas están, por ejemplo, cuantas prendas consumes al año, si valoras más la cantidad o la calidad y qué haces con las ropas que ya no utilizas. “Para mí es más satisfactorio comercializarlo así, porque si alguien al final decide comprar es porque es consciente de lo que está comprando y eso tiene más valor. Es decir, que prefiero vender una prenda así a vender diez sin este método”.

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