“Es la realidad que sufren las mujeres chilenas”
Académicos y juristas critican la cultura machista que simboliza el regalo de una muñeca hinchable al ministro de Economía
Dos días después de la cena anual de una asociación de empresarios, donde la gremial le regaló una muñeca hinchable al ministro de Economía de Michelle Bachelet, Luis Felipe Céspedes, “para estimular” las finanzas, la sociedad chilena sigue debatiendo sobre los alcances del machismo en un país donde el aborto está penalizado en todas sus causales, la legislación sobre el abuso callejero data del siglo XIX y en 2016 se han producido al menos 51 feminicidios. Pese a la indignación ciudadana por el obsequio y la reacción jocosa de siete dirigentes chilenos que fueron fotografiados con el juguete sexual, el escándalo se ha quedado en las disculpas públicas.
“Existe una frustración al ver que un acto de violencia brutal, que ha recibido condena mundial, no sea castigado por el Gobierno. La presidenta dijo que el acto es intolerable, pero de él se hicieron parte dos ministros de su gabinete, de Economía y Energía, y dos candidatos presidenciales de la coalición gobernante. Sin sanción, el hecho se repetirá, porque emana de una cultura”, opina Paz Zárate, abogada experta en derecho internacional y columnista. “Si el discurso de la equidad de género no se lleva a la realidad por parte de la máxima autoridad del país, quien además es la exdirectora Ejecutiva de ONU Mujeres, perderá toda credibilidad”.
Para Ángeles Fernández, fundadora de Hay Mujeres, "el episodio de la muñeca inflable no debe quedarse en anecdotario, es importante que la presidenta Bachelet pase más allá de comentar lo sucedido o repudiarlo discursivamente como intolerable. Si de verdad quiere volver a tener credibilidad en su compromiso con una agenda de género debe ir más allá y pedir la renuncia del ministro".
En la cena anual de la Agrupación de Exportadores de Manufacturas (Asexma), los empresarios suelen hacer regalos curiosos a sus invitados. El martes por la noche, sin embargo, sobrepasaron los límites. Siete autoridades chilenas, entre los que se hallaban los dos ministros de Bachelet y dos candidatos a la presidencia, posaron riéndose junto al juguete sexual cuyo aspecto era el de una mujer desnuda y con un cartel tapándole la boca donde se podía leer: “Para estimular la economía”. El ministro que recibió el regalo, Luis Felipe Céspedes, pidió disculpas a través de la red social Twitter. El presidente de Asexma, Roberto Fantuzzi, aunque reconoció que el hecho es grave, señaló que a su juicio no se corresponde con el revuelo que ha generado.
Para Agustín Squella, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales, “el regalo refleja la profunda vulgaridad de quienes lo hicieron. El empresariado chileno no es especialmente culto, pero aquí se impuso la lógica de la despedida de soltero, un tipo de evento en el que los organizadores suelen competir a ver quién supera al otro en la ordinariez”. De acuerdo al abogado y académico, “los viejos estándares están en crisis y a nadie parece importarle mucho ese bien en que consisten el prestigio y el reconocimiento”.
Algunos de los protagonistas de la imagen condenaron lo ocurrido en el festejo de Asexma, como los candidatos a la presidencia José Miguel Insulza, exsecretario general de la OEA, y el senador Alejandro Guillier, favorito del centroizquierda para llegar a La Moneda, según las encuestas. Pero las disculpas no calmaron la indignación de la sociedad chilena. Escritores, políticos, artistas, representantes de los empresarios, fiscales, dirigentes universitarios, candidatos presidenciales y organizaciones de la sociedad civil condenaron a través de los medios de comunicación y de las redes sociales el escándalo de la muñeca hinchable.
“Episodio vergonzoso”
"Al empresariado chileno le vendría bien capacitarse en género, respeto a la dignidad de la mujer y en diversidad sexual”, señala la juez Karen Atala, directora de la Fundación Iguales, que trabaja por los derechos de la diversidad sexual. Para la escritora Nona Fernández, “se trata de un episodio impresentable y vergonzoso que muestra la realidad que las mujeres chilenas evidenciamos día a día”. “En términos simbólicos y épicos, me parecería bien que se asumieran las responsabilidades pertinentes. En este país se ha hecho una costumbre pedirnos disculpas con respecto a millones de temas”. La escritora Carla Guelfenbein, premio Alfaguara de novela 2015, señala que "es absolutamente impresentable y preocupante, porque es una señal de alerta y nos debería hacer reflexionar sobre el país en que vivimos".
Al menos en el ámbito político, sin embargo, a dos días del escándalo no parece probable que se produzcan renuncias ni salidas de los involucrados. En el Gobierno, donde la agenda de género ha tenido una importancia primordial, la presidenta Bachelet condenó los hechos, pero La Moneda parece haber dado por superado el incidente y no se tiene previsto realizar gestos de mayor alcance. En la gremial Asexma se han comenzado a producir movimientos producto de las críticas. El presidente de la gremial, Roberto Fantuzzi, la tarde del jueves puso su cargo a disposición y su futuro como líder de la asociación se definirá el viernes en la reunión del directorio.
"Situaciones como esta se dan no solo porque a un señor desubicado se le ocurre un chiste machista. Ocurre porque el machismo en Chile es mucho más fuerte que lo que muchos creen. Aquí las mujeres ganan 30% menos que los hombres, no tienen la mismas oportunidades que los hombres y ademas no hay la suficiente cantidad de mujeres en directorios, en gremios y en altos cargos gubernamentales o políticos. Eso es lo que debe cambiar", señala Andrés Velasco, el exministro de Hacienda y fundador de Ciudadanos
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