Estados Unidos supera los 400 casos de coronavirus en al menos 32 Estados
Se detecta un contagiado en el cónclave de políticos conservadores al que asistió Trump en Maryland en febrero
El coronavirus continúa expandiéndose por la geografía estadounidense. Con la detección de nuevos casos en Washington DC, así como en Vermont y en Misuri, son ya 32 los Estados que han confirmado contagios y 427 personas han sido tratadas en todo el país. Uno de los mayores desafíos logísticos a los que se enfrenta el Gobierno ahora es la gestión del crucero Grand Princess, un gigantesco barco que se halla anclado a la entrada de...
El coronavirus continúa expandiéndose por la geografía estadounidense. Con la detección de nuevos casos en Washington DC, así como en Vermont y en Misuri, son ya 32 los Estados que han confirmado contagios y 427 personas han sido tratadas en todo el país. Uno de los mayores desafíos logísticos a los que se enfrenta el Gobierno ahora es la gestión del crucero Grand Princess, un gigantesco barco que se halla anclado a la entrada del puerto de San Francisco con 3.500 personas a bordo. Al menos 21 personas, de las 46 examinadas, han dado positivo por coronavirus. Está previsto que el crucero sea desembarcado el lunes en un puerto no comercial de Oakland, para analizar y someter a cuarentena a pasajeros y tripulación. El congresista demócrata Joaquín Castro ha tuiteado que se espera que los pasajeros pasen la cuarentena en una base militar de San Antonio (Texas), donde han pasado el periodo de aislamiento los evacuados de Wuhan, epicentro de la crisis sanitaria en China.
En California, el Departamento Estatal de Salud ha advertido de que inevitablemente se procederá al cierre de colegios en el futuro. “Es cuestión de cuándo, no de si algunos colegios públicos de California se enfrentarán al cierre por el coronavirus”, ha dicho el gobernador Gavin Newsom.
Un asistente al Congreso de Acción Política Conservadora, cónclave anual de las fuerzas políticas de derechas de todo el mundo celebrado en Maryland el mes pasado, dio positivo por coronavirus este sábado. El presidente Trump, así como numerosos oficiales de la Casa Blanca, asistieron al Congreso. El contagiado tuvo un “contacto incidental” con el presidente de la Unión Conservadora Estadounidense, Matt Schlapp, quien a su vez interactuó con Trump. Schlapp dijo en televisión que se siente “tan sano como un caballo”. También asistió al Congreso, entre otros, el líder del partido ultraderechista español Vox, Santiago Abascal. El gobernador de Maryland, Larry Hogan, ha recomendado a los asistentes que se tomen la temperatura dos veces al día y contacten con su médico si tienen fiebre.
Los hospitales de todo el país se enfrentan a la escasez de máscaras para prevenir el contagio. El vicepresidente Mike Pence, al que Trump ha encomendado la coordinación de la respuesta a la crisis, ha dicho este domingo que el Congreso tratará de garantizar el acceso de las mascarillas a todos los trabajadores sanitarios que interactúen con pacientes del virus. También ha confirmado que la distribución de las pruebas de diagnóstico ha avanzado en los últimos días según lo planeado. “Hoy cada uno de los laboratorios estatales del país puede llevar a cabo las pruebas de coronavirus”, ha afirmado el vicepresidente.
Hubo graves fallos en la distribución de las pruebas diagnósticas las primeras semanas y los expertos temen que el repunte de casos obedece no solo a la expansión de la enfermedad sino a que ahora se están empezando a realizar los análisis a pacientes con síntomas. Los laboratorios públicos han llevado a cabo pruebas de diagnóstico a 5.861 personas hasta la fecha, la mitad de los exámenes que realiza, por ejemplo, Corea del Sur en un solo día.
La reacción del Gobierno federal a la expansión del coronavirus en Estados Unidos ha sido, hasta la fecha, más propia de un problema de relaciones públicas que de una crisis de salud global. Después de que el presidente Trump cuestionara la evidencia científica en los primeros compases de la crisis, los oficiales estadounidenses se esfuerzan en coordinar los mensajes que científicos y autoridades trasladan al público, para trasmitir calma y evitar acusaciones de falta de transparencia. En pleno año electoral, el presidente lleva días preocupado por la cobertura mediática y los efectos de la crisis en los mercados, cuya pujanza contempla como un factor clave para su reelección.
La expansión de la enfermedad ha llevado a al menos seis Estados, entre ellos Nueva York este sábado, a declarar el estado de emergencia. La declaración de emergencia, que corresponde a los gobernadores de los Estados, permite, entre otras cosas, acelerar la compra de suministros y la contratación de personal de refuerzo para asistir a los departamentos locales de salud. El Departamento de Estado recomienda a los ciudadanos no viajar a China. Advierte de que quienes regresen de aquel país pueden ser sometidos a cuarentena y, tras una orden firmada por Trump el 31 de enero, prohíbe la entrada en Estados Unidos a ciudadanos extranjeros que hayan viajado a China en los últimos 14 días. Asimismo, recomienda “reconsiderar” los viajes en crucero por Asia.