El Supremo de Venezuela inhabilita la dirección de Voluntad Popular, el partido que impulsó a Guaidó
El tribunal nombra unos cuadros más afines a Maduro al frente de la formación fundada por Leopoldo López como hizo con Primero Justicia y Acción Democrática
El aparato estatal de Venezuela, controlado por el chavismo, sigue trabajando para consolidar el poder del Gobierno con vistas a la convocatoria de elecciones legislativas de diciembre. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) emitió este martes una sentencia con la que suspende de sus funciones e inhabilita para ejercer sus cargos a la plana mayor del partido Voluntad Popular, fundado por Leopoldo López y del que Juan Guaidó se dio de baja para representar al conjunto de fuerzas opositoras, y nombra una junta directi...
El aparato estatal de Venezuela, controlado por el chavismo, sigue trabajando para consolidar el poder del Gobierno con vistas a la convocatoria de elecciones legislativas de diciembre. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) emitió este martes una sentencia con la que suspende de sus funciones e inhabilita para ejercer sus cargos a la plana mayor del partido Voluntad Popular, fundado por Leopoldo López y del que Juan Guaidó se dio de baja para representar al conjunto de fuerzas opositoras, y nombra una junta directiva ad hoc. Es decir, unos gestores encabezados por el diputado opositor disidente José Gregorio Noriega e integrada también por Guillermo Luces y Lucila Pacheco.
Con esta medida, el Supremo de Venezuela, controlado por el régimen, da continuidad a sentencias similares ya emitidas en contra de otras organizaciones opositoras, como Primero Justicia y Acción Democrática. El mecanismo del tribunal ha consistido en desconocer la legalidad y legitimidad interna de estas organizaciones y sus dirigentes tradicionales para otorgárselas a grupos disidentes menores que ya han pactado con Maduro. Con estos precedentes, al tribunal solo le falta actuar en contra de Un Nuevo Tiempo, el otro partido que compone el denominado G-4, el frente opositor que sostiene a Guaidó.
Con una ponencia del magistrado Luis Damiani Bustillos, la Junta Directiva ad hoc, precisa el fallo, “podrá utilizar la tarjeta electoral, el logo, símbolos, emblemas, colores y cualquier otro concepto propio de Voluntad Popular”. “Además”, se lee en la sentencia, “se suspenden de manera provisional los actos de expulsión o exclusión partidista, suspensión, entre otros, efectuados por los directivos de la dirección nacional política de dicha organización con fines políticos contra sus militantes y, específicamente, las que recaen sobre los ciudadanos accionantes.”
José Gregorio Goyo Noriega militó en Voluntad Popular hasta diciembre de 2019 y fue expulsado de sus filas acusado de traición y corrupción. Como Luis Parra, Luis Brito y otros diputados disidentes, Noriega, entonces miembro de la Comisión de Contraloría del Parlamento, aparece involucrado en una operación a espaldas de la Asamblea Nacional para aligerarle el expediente al empresario colombiano Alex Saab, --acusado de ser operador financiero de Maduro, hoy preso en Cabo Verde-- en algunas instancias internacionales, de acuerdo a lo que publica el portal Armando.Info. Noriega y el resto de los diputados niegan la veracidad de la información.
La dirigencia opositora ha acusado a Noriega, Brito, Parra y otros diputados, de recibir a posteriori cuantiosos sobornos de parte del chavismo para adelantar su postura actual, a través de la denominada Operación Alacrán. Hoy el TSJ ha dejado sin efecto las expulsiones a estos dirigentes. A partir de enero de 2020, el chavismo sólo reconoce a Luis Parra, y no a Juan Guaidó, como Presidente del parlamento.
Fundado en 2012 por Leopoldo López, Voluntad Popular es, también, el partido del que es reconocido por casi 60 países como presidente Interino Juan Guaidó, quien hace meses decidió separarse de su militancia para ocuparse de sus cargos institucionales. A Voluntad Popular pertenece el embajador de Guaidó en Estados Unidos, Carlos Vecchio, y los dirigentes opositores David Smolansky y Freddy Guevara. Buena parte de su plana dirigente está asilada en embajadas en Caracas o en el exilio. Voluntad Popular ha tenido un importante crecimiento en estos años, pero, como López en lo personal, tiene enemigos en el propio campo opositor. Hoy sus estructuras están lastimadas y algunos dirigentes conocidos de su directiva, como Gaby Arellano y Rosmit Montilla, han renunciado a sus filas en términos críticos.
Desde su cuenta de Twitter, en calidad de asilado político en la embajada de España en Caracas, Leopoldo López ha declarado: “A Voluntad Popular no la definen unos traidores impuestos por la dictadura, sino la memoria de nuestros hermanos caídos en la lucha, el sacrificio de los presos políticos y de quienes han debido ir al exilio, y la valentía de quienes luchan en las calles de Venezuela”. López reiteró que su partido no acudiría a los comicios legislativos que planifica el chavismo para el 6 de diciembre, a los que calificó de “farsa electoral”.
Aunque es extendida la decisión de no participar en las elecciones legislativas convocadas por Maduro en la alianza del G-4, hay sectores que insisten en trazarse el desarrollo de una política frente a la cita. A los comicios legislativos de diciembre de este año asistirían entonces, si no cambia el horizonte, las fuerzas del chavismo, encabezadas por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV); la coalición de pequeños partidos moderados opositores que integran la Mesa de Diálogo Nacional, liderados por Henri Falcón; y las tarjetas clonadas de los partidos opositores, con sus nuevos y desconocidos directivos. Siempre y cuando la pandemia lo permita.