El Tribunal Electoral de Bolivia aplaza las elecciones presidenciales hasta el 18 de octubre
La votación, justificada por la pandemia, abre un nuevo frente entre el Ejecutivo interino y la Asamblea, dominada por el partido de Evo Morales y encargada de ratificar la medida
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia decidió este jueves postergar la fecha de las elecciones presidenciales hasta el 18 de octubre. La votación, fijada para el 6 de septiembre, queda aplazada por la pandemia de coronavirus en medio de una profunda brecha política entre el Gobierno interino de Jeanine Áñez y el partido del ...
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia decidió este jueves postergar la fecha de las elecciones presidenciales hasta el 18 de octubre. La votación, fijada para el 6 de septiembre, queda aplazada por la pandemia de coronavirus en medio de una profunda brecha política entre el Gobierno interino de Jeanine Áñez y el partido del expresidente Evo Morales, el Movimiento al Socialismo (MAS). La decisión abre, además, un nuevo conflicto entre el Ejecutivo y el Parlamento. La Asamblea Legislativa es tradicionalmente el órgano encargado de tramitar las convocatorias electorales, pero no es seguro que ahora quiera hacerlo. La mayoría de los parlamentarios son fieles al exmandatario, derrocado tras unos comicios que se celebraron justo en octubre de 2019 . El MAS era la única fuerza política que insistía en mantener la fecha acordada hace varias semanas. Sin embargo, el TSE mantuvo que su resolución no requiere de una ratificación vinculante del poder legislativo. Además, el gabinete interino asegura que debe respetarse la voluntad del tribunal, que atribuyó el fallo a “las variables científicas de la evolución de la pandemia” y a los plazos legales.
La autoridad electoral parecía comprometida con la idea de convocar para el 6 de septiembre, pero ha cambiado de opinión luego de una fuerte presión por parte del oficialismo y de grupos opositores menores para que aprobara la postergación. Además, en la víspera, uno de los dos partidos opositores con los que había acordado la fecha de las elecciones, Comunidad Ciudadana (CC) del expresidente Carlos Mesa, terminó por aceptar que estas se retrasaran. Dejó así al MAS, cuya candidatura está encabezada por el exministro Luis Arce, como la única fuerza que respaldaba la convocatoria ya existente.
Este partido considera que los llamamientos a aplazar la cita de sus adversarios buscan impedir que vuelva al poder. Tomando en cuenta las encuestas que se han conocido esta semana, el especialista en opinión pública Julio Córdova concluye que el MAS puede repetir su votación de octubre de 2019 (47%) –la cual se atribuyó a un fraude orquestado por el entonces presidente y candidato Evo Morales, que tras renunciar abandonó el país y se encuentra en Argentina–. Lograr más de 40% de los votos le bastaría para ganar en primera vuelta, si sus rivales continúan divididos. El MAS también cree que el Gobierno de Áñez trata de dilatar su interinato para mejorar la posición en las encuestas de la presidenta y candidata. Ánez está tercera, detrás de Mesa.
El oficialismo, por su parte, insiste en la inconveniencia de llamar a la población a votar cuando el país se encuentra inmerso en la peor crisis sanitaria de su historia, los contagios se incrementan vertiginosamente y los hospitales y sistemas funerarios han colapsado. Fuentes policiales informaron hace poco que, en los últimos cinco días, se han recogido 420 cuerpos en calles, domicilios y automóviles; de ellos, entre 80% y 90% eran sospechosos de tener la covid-19. También son abundantes las noticias sobre la saturación de los hospitales y el desorden que reina en ellos por la gran cantidad de médicos y trabajadores sanitarios contagiados.
La desesperación de los ciudadanos los lleva a automedicarse e incluso a usar dióxido de cloro, un desinfectante cuyo consumo como paliativo para la covid-19 está prohibido en todo el mundo. En los sectores populares de la población se cree que esta sustancia puede salvar vidas, así que se ha generado un activo mercado negro de la misma. Esta creencia ha impactado sobre la bancada parlamentaria del MAS, que está preparando una ley para aprobar el empleo del dióxido de cloro en la lucha contra la pandemia, como parte del pulso que el partido opositor libra con el Gobierno en torno a las medidas de contención de la crisis.
Los sindicatos afiliados al MAS habían advertido que una nueva postergación de las elecciones causaría “convulsión social”. Así que se esperan movilizaciones de campesinos y vecinos de los barrios pobres en los próximos días. El TSE está procesando en este momento una acusación de los partidos de derecha en contra del MAS que podría eliminar a este partido de los comicios, por haber infringido la prohibición de difundir encuestas propias en público. Aún no se sabe cómo esta postergación de las elecciones y, por tanto, el cambio del calendario electoral, que es un parámetro fundamental dentro de esta demanda, puede afectar al veredicto de las autoridades electorales sobre este caso, que también ha puesto a los sindicatos en emergencia.