El FBI confirma haber comprado el programa de espionaje Pegasus, aunque niega haberlo utilizado
La Administración de Joe Biden incluyó el año pasado a la compañía israelí que fabrica ese ‘software’ en la lista negra de empresas vetadas en contratos públicos
La Agencia Federal de Investigación (FBI, siglas en inglés) ha confirmado que adquirió y probó el programa espía Pegasus de la empresa tecnológica israelí NSO, pero niega haberlo utilizado en ninguna investigación, ya que su único objetivo era tenerlo para estar al tanto de las tecnologías emergentes. El software de la empresa de vigilancia ha estado rodeado de controversia tras conocerse que medio centenar de gobiernos, varios de ellos autocráticos, lo han usado para control...
La Agencia Federal de Investigación (FBI, siglas en inglés) ha confirmado que adquirió y probó el programa espía Pegasus de la empresa tecnológica israelí NSO, pero niega haberlo utilizado en ninguna investigación, ya que su único objetivo era tenerlo para estar al tanto de las tecnologías emergentes. El software de la empresa de vigilancia ha estado rodeado de controversia tras conocerse que medio centenar de gobiernos, varios de ellos autocráticos, lo han usado para controlar a disidentes y periodistas, según una investigación internacional difundida en 2021. Tras esa denuncia, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos incluyó el año pasado a NSO en la lista negra de empresas vetadas en contratos públicos.
La revelación se publicó en julio de 2019 por los diarios Le Monde y The Guardian, entre otros medios internacionales, y se basaba en la filtración de una lista de 50.000 números telefónicos identificados como objetivos potenciales desde 2016 por los clientes de NSO, aunque no todos habían sido infectados. Entre los estados que usaron el programa de NSO, según las revelaciones, se encontraban México, Hungría, Marruecos, India, Arabia Saudí, Ruanda y Azerbaiyán.
The Guardian reveló que el FBI compró el programa en 2019 bajo la administración del entonces presidente Donald Trump. “El programa no fue utilizado para brindar ayuda en ninguna investigación, sino que el FBI adquirió la licencia limitada únicamente para poner a prueba y evaluar el producto”, enuncia un comunicado enviado al diario británico.
El documento indica que la intención era probar el programa para evaluar los problemas de seguridad que podía acarrear el hecho de que el software “cayera en manos equivocadas”. Según The Guardian, se trata de “una revelación asombrosa, en parte porque la administración de Biden recientemente colocó a NSO en una lista negra del departamento de comercio, diciendo que tenía evidencia de que las herramientas de piratería de la compañía habían permitido a los gobiernos de todo el mundo llevar a cabo una represión transnacional, dirigida a disidentes y periodistas”, enfatizó The Guardian.
La adquisición se produjo después de largas negociaciones entre funcionarios estadounidenses y la compañía NSO. Fuentes conocedoras del tema han explicado que después de la compra, el FBI no utilizó el programa, pero siguió pagando el acceso y prolongó su licencia.
“El FBI trabaja diligentemente para mantenerse al tanto de las tecnologías emergentes y su comercio, no solo para explorar un posible uso legal, sino también para combatir el crimen y proteger tanto al pueblo estadounidense como a nuestras libertades civiles”, dice el comunicado del FBI. “Eso significa que identificamos, evaluamos y probamos rutinariamente soluciones y problemas técnicos por diversas razones, incluida la posibilidad de que caer en las manos equivocadas podría plantear problemas”, prosigue la Agencia. “No hubo uso operativo en apoyo de ninguna investigación, el FBI obtuvo una licencia limitada solo para pruebas y evaluación de productos”, finaliza el comunicado.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS América y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la región.