Los Archivos Nacionales de EE UU sospechan que Trump se llevó material clasificado de la Casa Blanca
El republicano tenía en Florida una quincena de cajas de documentos de su etapa de Gobierno
La agencia pública encargada de conservar los documentos de los presidentes estadounidenses, la Administración de Archivos Nacionales de Estados Unidos, sospecha que Donald Trump pudo llevarse información clasificada a su mansión de Florida tras abandonar la Casa Blanca en 2021, según avanzaron este miércoles varios medios locales. Este jueves por la noche, The Washington Post publicó que, en efecto, algunos documentos estaban marcado como clasificados y algunos de ellos incluso como “alto secreto”, según fuentes conocedoras del asunto bajo condición de anonimato.
El republicano ...
La agencia pública encargada de conservar los documentos de los presidentes estadounidenses, la Administración de Archivos Nacionales de Estados Unidos, sospecha que Donald Trump pudo llevarse información clasificada a su mansión de Florida tras abandonar la Casa Blanca en 2021, según avanzaron este miércoles varios medios locales. Este jueves por la noche, The Washington Post publicó que, en efecto, algunos documentos estaban marcado como clasificados y algunos de ellos incluso como “alto secreto”, según fuentes conocedoras del asunto bajo condición de anonimato.
El republicano se llevó consigo varias cajas con documentos pese a que estaba obligado a entregarlos por ley a la citada institución, pero el Tribunal Supremo le obligó a devolverlos el pasado enero. Al revisarlos, los archiveros se han encontrado con material que sospechan que puede ser clasificado. El Comité de Vigilancia de la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, ha decidido abrir una investigación.
La presidenta de este comité, Carolyn Maloney se declaró este jueves “profundamente preocupada” por el asunto, que ya había prometido investigar semanas atrás, cuando salió a la luz el desmán del exmandatario. El miércoles, Maloney envió una carta al archivero de Estados Unidos, el cargo al frente de este organismo, David S. Ferriero, pidiéndole información con el fin de “examinar el grado e impacto” del incumplimiento por parte de Trump. La misiva, citada por The Washington Post, pide un listado de todos los materiales recuperados, así como los que han sido destruidos o dañados.
Según el Post, Archivos Nacionales también ha pedido al Departamento de Justicia que lo investigue, aunque fuentes de este Departamento han declinado confirmar si va a haber algún tipo de pesquisa. En concreto, la institución explicó que ha recuperado una quincena de cajas de documentos que incluían desde cartas del líder norcoreano Kim Jong-un hasta la nota que le dejó su antecesor, el demócrata Barack Obama, en su último día en el Despacho Oval, una costumbre entre los presidentes de Estados Unidos cuando se dan el relevo.
Trump replicó este jueves mediante un comunicado que entregó los documentos a la agencia gubernamental “de forma amistosa y sin conflictos” y calificó de “mentiras” (fake news) el relato de los medios de comunicación. Las 15 cajas de la discordia, dijo, contenían “cartas, discos, diarios, revistas y artículos varios” que algún día se reunirán en la Biblioteca Presidencial Donald J. Trump para que el público pueda ver de primera mano los “increíbles logros” de su Gobierno para con “el pueblo estadounidense”.
La ley de Registros Presidenciales, de 1978, establece que los mandatarios deben dar todos sus correos electrónicos, cartas y otros documentos de trabajo, en papel o digitales, a los Archivos Nacionales. No son infrecuentes los incumplimientos, ya que muchos altos cargos usan sus móviles y correos personales para asuntos de trabajo que deberían quedar registrados de forma oficial, y ya en el pasado los Archivos Nacionales han tenido que recuperar documentos de la Casa Blanca después de que el presidente afectado haya dejado el puesto.
Trump, de hecho, aprovechó el comunicado de este jueves para meter cizaña contra Hillary Clinton, que fue investigada —y muy criticada— por haber usado su servidor de correo personal para lidiar con asuntos de su trabajo cuando era secretaria de Estado (2009-2013), si bien el FBI no halló motivos para imputarle delitos. “La corrupta de Hillary Clinton, por ejemplo, eliminó y lavó con ácido 32.000 correos electrónicos y nunca los entregó al Gobierno. Además, se llevaron de la Casa Blanca grandes cantidades de muebles”, espetó.
El caso del republicano, sin embargo, ha sorprendido por el volumen del material trasladado con su marcha y porque muchos de los documentos recuperados se encuentran pegados con cinta adhesiva. El republicano solía romper los memorandos después de leerlos y el personal tenía que ir detrás de él recomponiéndolos. Este jueves tuvo que desmentir también que había tirado algunos papeles por el inodoro, algo que menciona la periodista Maggie Haberman, de The New York Times, en un libro que publica en octubre, pero del que este jueves han empezado a conocerse extractos.
La comisión del Congreso que investiga el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 pidió material de la Casa Blanca para sus pesquisas y Trump se negó a entregarlo, pero el Tribunal Supremo acabó por obligarle. Este comité también se ha encontrado con lagunas en la información sobre las llamadas del día del ataque, ya que se han encontrado pocas llamadas realizadas por Trump durante esas horas, cuando se sabía que el presidente las estaba haciendo, según avanzó este jueves The New York Times. Así, el comité espera recibir material adicional de la Administración de Archivos Nacionales y de empresas de telecomunicaciones, a las que se ha enviado citaciones para obtener los registros de llamadas del círculo del expresidente, como de su hijo Eric y de Kimberly Guilfoyle, la pareja de su otro hijo, Donald junior. Si el Departamento de Justicia interviene, el asunto entraría en otra fase y se convertiría en una nueva investigación sobre el republicano.
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