Vídeo | Hospitales bajo las bombas: el asedio de Putin a la población civil de Ucrania

El ataque a un hospital materno-infantil en la localidad de Mariupol, en el que al menos 17 personas resultaron heridas este miércoles, ha puesto el foco sobre los bombardeos de instalaciones sanitarias en la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Según la OMS, se han producido al menos 18 ataques contra instalaciones o personal sanitario desde que empezó la guerra, el pasado 24 de febrero, hasta el 9 de marzo.

Estos ataques pueden constituir un crimen de guerra, según el derecho humanitario internacional. Así lo explica en este vídeo el profesor Javier Chinchón, de la Universidad Complutense de Madrid. No solo provocan la destrucción de las instalaciones y ponen en peligro a los pacientes. También privan a la población de un servicio esencial en un momento crítico, en el que hay que atender a los heridos y evitar la propagación de enfermedades infecciosas, que tienen un caldo de cultivo ideal en una situación de guerra.

Esta situación es especialmente grave en el caso de las mujeres embarazadas, que se ven obligadas a dar a luz en condiciones que ponen en peligro su vida y la de los recién nacidos, como señala en el videorreportaje Jaime Nadal, representante del Fondo de Población de la ONU en Ucrania. Según los cálculos de este organismo, hasta 80.000 mujeres podrían dar a luz en Ucrania en los tres próximos meses, y muchas lo harán lejos de un hospital: en refugios improvisados o incluso en el metro. Aunque el Kremlin niega ataques a la población en el país, las imágenes que va dejando la guerra tras de sí muestran cómo centenares de edificios y residencias civiles también han sido destruidos. Para muchos ciudadanos de a pie se ha vuelto inviable acceder a suministros básicos como alimentos o cuidados médicos.

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