El senador rebelde Manchin bloquea los planes de Biden contra el cambio climático y la subida fiscal a los ricos
Los demócratas querían impulsar en verano la legislación como baza de cara a las elecciones de medio mandato de noviembre
El presidente de EE UU, Joe Biden, no hace más que llevarse disgustos. Al peor índice de aprobación de su mandato (36%, aproximadamente el de la presidencia de Jimmy Carter), los reveses del Tribunal Supremo y una inflación en máximos desde 1981, contribuye con un nuevo varapalo uno de sus correligionarios, el ...
El presidente de EE UU, Joe Biden, no hace más que llevarse disgustos. Al peor índice de aprobación de su mandato (36%, aproximadamente el de la presidencia de Jimmy Carter), los reveses del Tribunal Supremo y una inflación en máximos desde 1981, contribuye con un nuevo varapalo uno de sus correligionarios, el ínclito senador demócrata Joe Manchin, a quien se califica habitualmente de centrista aunque algunos le consideran un republicano sentado en la bancada de los demócratas. Manchin, muy vinculado a la industria del gas, ha mostrado este jueves su oposición a la agenda ambiental de la Casa Blanca para combatir el cambio climático y a la subida de impuestos a las grandes corporaciones y los estadounidenses más ricos para financiarla.
Manchin, representante del conservador Estado de Virginia Occidental, comunicó al histórico Chuck Schumer, líder de la mayoría demócrata del Senado, su decisión, que no supone una novedad pero sí acontece en vísperas de las decisivas elecciones de medio mandato, en noviembre, que pueden dar el control del Congreso a los republicanos, lo que complicaría sobremanera el resto de presidencia de Biden. Cualquier voto cuenta dada la composición actual del Senado: 50 escaños demócratas y otros tantos republicanos, con el voto de desempate o calidad de la presidenta de la Cámara alta, a la sazón la vicepresidenta Kamala Harris. El sistema de votación en esta Cámara, además, implica el peaje del filibusterismo: 60 votos necesarios de los cien para sacar adelante una ley.
Munchin ya había bloqueado anteriormente, junto con su correligionaria Kirsten Sinema, los intentos de aprobar el ambicioso programa de gasto social Reconstruir mejor (Build Back Better), con una dotación de casi 1,9 billones de dólares, por temor a que el gasto público alimentase el déficit y la inflación, de por sí desbocada sin necesidad de programas de infraestructuras como el citado.
Los demócratas esperaban aprobar este verano, para ganar tracción entre su electorado antes de noviembre, un proyecto de ley que contempla la subida fiscal a las rentas más altas, para financiar la inversión contra el cambio climático. Pero Manchin, según varios medios estadounidenses, se mostró tajante en su oposición. La inoportunidad del rechazo, a poco más de tres meses de la convocatoria electoral, escuece aún más si cabe en el partido.
Después de comunicar en privado su decisión a su líder parlamentario, Manchin defendió este viernes en público su postura a la vez que pedía tiempo, insinuando que aún podría apoyar tal acción más adelante y, sobre todo, una vez se conozcan los datos de inflación de julio, a mediados de agosto. “Esperemos hasta que eso [los datos del IPC] salga a la luz, para que sepamos que vamos por un camino que no será incendiario, para agregar más [leña] a la inflación”, resumió Manchin su conversación con Schumer de la víspera, en una entrevista telefónica concedida este viernes a una emisora de Virginia Occidental. “¿No podemos esperar para asegurarnos de que no hacemos nada que añada [presión] a eso? [Ahora mismo] No puedo tomar ninguna decisión sobre impuestos de ningún tipo, y tampoco sobre la energía y el clima”, añadió Manchin, en declaraciones recogidas por el diario The New York Times.
Su portavoz secundó su versión: “El senador Manchin cree que es hora de que los líderes aparquen sus agendas políticas, y reevalúen y ajusten [estas] a las realidades económicas que enfrenta el país para evitar medidas que añadan combustible al fuego de la inflación”. Según el diario The Washington Post, Munchin sí dijo estar dispuesto a apoyar una rebaja del precio de los medicamentos y una ampliación de las subvenciones a Medicare, el programa de cobertura sanitaria para los mayores.
Así pues, ninguna de las posturas es estrictamente novedosa: ni la intención de la Casa Blanca de abordar el cambio climático como amenaza acuciante, ni el rechazo de entrada de Manchin, cuyos intereses, así como los de su familia y los del Estado que representa, dependen de la generación de combustibles fósiles. Pero con Biden bajo el escrutinio público -también por su visita oficial a Arabia Saudí, el país al que prometió convertir en un paria de la comunidad internacional, en busca de más petróleo-, la negativa de Manchin resuena con mayor eco.
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