El Parlamento Europeo destituye a la vicepresidenta Eva Kaili, acusada de aceptar sobornos de Qatar
La Comisión Europea propone a los eurodiputados una ley para armonizar todas las leyes de los Veintisiete contra la corrupción y pide penas “duras” contra sobornos, tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito, malversación de fondos y abuso de poder
El Parlamento Europeo ha dado el primer paso formal de reprobación en el caso de los supuestos sobornos de Qatar. El pleno ha votado este martes abrumadoramente a favor de la destitución como vicepresidenta de la eurodiputada socialista griega Eva Kaili, imputada por corrupción y blanqueo de dinero por un juez belga en el ...
El Parlamento Europeo ha dado el primer paso formal de reprobación en el caso de los supuestos sobornos de Qatar. El pleno ha votado este martes abrumadoramente a favor de la destitución como vicepresidenta de la eurodiputada socialista griega Eva Kaili, imputada por corrupción y blanqueo de dinero por un juez belga en el conocido como Qatargate. La investigación de la trama, que ha sacudido al hemiciclo comunitario como no ocurría desde hace mucho tiempo, puede aún arrojar nombres de nuevos implicados. Kaili ha sido ya expulsada de su partido en Grecia (Pasok) y del grupo de Socialistas y Demócratas (S&D), al que pertenecía en Bruselas, pero por el momento mantiene su escaño como eurodiputada. La Comisión Europea, que ya el lunes planteó un organismo único de ética para todas las instancias europeas, ha propuesto ahora, además, la armonización de las leyes y penas de los Veintisiete contra la corrupción “en todas sus formas”, según ha subrayado la comisaria de Interior, Ylva Johansson, ante los eurodiputados.
Reunidos en su último plenario del año en Estrasburgo, los parlamentarios superaron sin problemas la mayoría de dos tercios necesaria para despojar de todos sus cargos a Kaili ―formalmente imputada desde el domingo y en prisión preventiva desde el viernes―, que ocupaba una de las 14 vicepresidencias de la Eurocámara. De los eurodiputados presentes en el hemiciclo en Estrasburgo, 625 votaron a favor de destituirla, uno en contra y hubo dos abstenciones. La griega, no obstante, seguirá siendo eurodiputada, puesto que el Parlamento Europeo no puede quitarle el escaño a la interesada si no dimite. Además, la investigación judicial aún está abierta.
La Conferencia de Presidentes de los grupos políticos se reunió a primera hora de la mañana y aprobó “unánimemente” iniciar el proceso de destitución, según informó la presidenta del Parlamento, Roberta Metsola, que puso la votación como primer punto de la agenda. La rapidez de un proceso que puede tardar varios días, pero fue finiquitado en apenas unas horas, muestra la preocupación que este caso ha suscitado en la Eurocámara y en las demás instituciones europeas, que se han apresurado a prometer mejoras en materia de transparencia e “integridad” de los órganos rectores de la UE. En un gesto significativo, el propio Parlamento ordenó sellar este martes las oficinas en la sede de Estrasburgo de los 10 eurodiputados y asistentes parlamentarios cuyos despachos fueron registrados el lunes por la policía belga en Bruselas.
La propia Metsola, que no ha podido ocultar estos días su “cólera” por un escándalo que ha estallado en el tramo final de un mandato que siempre ha asegurado dedicar a la lucha contra la corrupción, ha afirmado estos días que “no habrá impunidad” alguna en la Eurocámara y ha anunciado una investigación interna, cuyos detalles aún están por conocer.
De hecho, aunque la mayoría de los grupos políticos se han mostrado favorables a este proceso, hay divergencias sobre los tiempos: mientras que la Izquierda y los Verdes reclamaban su comienzo inmediato, otros como Renew o el Partido Popular Europeo (PPE) abogaban por esperar a que acaben las investigaciones judiciales para no interferir en el proceso y tener claridad jurídica —también sobre el número final de implicados— antes de comenzar la purga interna. “Sería un error adelantarnos y sustituir a la justicia en esta tarea”, dijo antes de la votación el presidente de Renew, Stéphane Sejourné.
Bruselas quiere una ley única en toda la UE contra la corrupción
Durante el debate vespertino sobre las “sospechas de corrupción de Qatar y la necesidad de transparencia y rendición de cuentas en las instituciones europeas”, la mayor parte de los ponentes condenó el caso de los sobornos de Qatar que, como lamentó el popular Jerone Lenaers, “es como una película mala de Netflix: hay bolsas de dinero, oficinas y casas registradas, pero no es una película, es la cruda realidad”. Al inicio del debate, la comisaria de Interior, Ylva Johansson, confirmó la intención del Ejecutivo europeo de presentar, el año que viene, una propuesta legislativa para “criminalizar todas las formas de corrupción en todos los Estados”.
“Tenemos que acabar con las diferencias en las leyes nacionales que obstruyen la lucha contra la corrupción”, dijo Johansson, recordando la propuesta lanzada por la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, durante su discurso anual en Estrasburgo el pasado septiembre. Para el Ejecutivo europeo también es crucial ampliar el concepto de corrupción para que no queden resquicios en ningún país del club comunitario. “Tenemos que criminalizar todas las formas de corrupción en todos los Estados miembros, no solo sobornos, como es el caso de ahora, sino también tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito, malversación de fondos y abuso de poder”, subrayó la comisaria, quien abogó asimismo por “imponer penas duras en toda la UE para estos crímenes”.
El comisario Schinas se defiende: “Un balón, bombones y souvenirs del Mundial” tras su visita
El riesgo de que el escándalo salte a otras instituciones se agudizó en los últimos días al ser señalados responsables de otros organismos como el comisario para la Promoción del Modo de Vida Europeo, Margaritis Schinas. El griego visitó Qatar para la inauguración del Mundial de fútbol y, en varios tuits, defendió los avances en derechos laborales realizados por el país del Golfo.
En una comparecencia en Estrasburgo este martes, Schinas quiso despejar las dudas de una vez por todas y aseguró en una rueda de prensa que todos sus mensajes son “100% compatibles con la política” y posición de la Comisión Europea respecto a Qatar. También defendió su visita al país del Golfo en representación del Ejecutivo europeo. “Fue el primer evento deportivo global postpandémico y Europa no podía estar ausente del evento”, subrayó.
El comisario también se permitió ironizar sobre potenciales sobornos recibidos durante su viaje. “[Me dieron] un balón, una caja de bombones que dejé al chofer que me llevaba al estadio (…) y algunos souvenirs del Mundial de Qatar”. Todo ello, agregó, por debajo del valor económico permitido para recibir presentes durante visitas oficiales o reuniones. A su vez, continuó socarrón pese a la gravedad del caso, como él mismo reconoció, en sus encuentros con los ministros cataríes replicó el gesto con “el famoso regalo protocolario de la Comisión: una vela y un pisapapeles”.
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