Detenido un sospechoso por el asesinato de cuatro estudiantes en Idaho que mantenía en vilo a Estados Unidos
Bryan Kohberger ha sido localizado en casa de sus padres en Pensilvania, a cuatro mil kilómetros del lugar de una matanza a puñaladas que ha conmocionado al país
Han hecho falta 47 días, la celebración de 300 interrogatorios y la revisión de 16.500 pistas, 9.025 correos electrónicos y 4.575 llamadas telefónicas para dar con un sospechoso del asesinato, el pasado 13 de noviembre, de cuatro alumnos de la Universidad de Idaho, apuñalados de madrugada, mientras dormían en la casa que compartían en la localidad de Moscow, en el Estado de la parte nororiental del país. Se trata de Brya...
Han hecho falta 47 días, la celebración de 300 interrogatorios y la revisión de 16.500 pistas, 9.025 correos electrónicos y 4.575 llamadas telefónicas para dar con un sospechoso del asesinato, el pasado 13 de noviembre, de cuatro alumnos de la Universidad de Idaho, apuñalados de madrugada, mientras dormían en la casa que compartían en la localidad de Moscow, en el Estado de la parte nororiental del país. Se trata de Bryan Kohberger, doctorando en criminología de 28 años. Las fuerzas especiales lo han arrestado esta madrugada cerca de Scranton (Pensilvania). Se ocultaba en casa de sus padres en las montañas Pocomo, en la otra punta de Estados Unidos, a cuatro mil kilómetros de distancia del lugar del crimen. Tras una vista ante el juez fijada para el 3 de enero, le aguarda la extradición a Idaho, donde lo buscan por cuatro delitos de asesinato en primer grado.
De momento, no ha trascendido más información sobre los posibles motivos de Kohberger o si tenía alguna relación con las víctimas. Sí se sabe que no era alumno del mismo centro educativo, sino que estudiaba a unos 16 kilómetros, en la cercana localidad de Pullman, donde se encuentra uno de los campus de la Universidad del Estado de Washington. Allí continuaba su educación, tras titularse en Pensilvania.
Un portavoz de la policía de Moscow ha ofrecido por la tarde del viernes una conferencia de prensa en la que ha evitado responder a la mayor parte de las preguntas de los periodistas, amparándose en el secreto de una investigación en marcha. Ha pedido a cualquiera que sepa algo sobre Kohberger que acuda a la policía. Cuando el sospechoso fue detenido de madrugada, preguntó a los agentes si él era el único arrestado por la matanza de los estudiantes.
Decir que la muerte de Kaylee Goncalves y Madison Mogen, de 21 años, y de Xana Kernodle y su novio, Ethan Chapin, ambos de 20, conmocionó la ciudad universitaria en la que vivían es quedarse corto. La matanza era el primer asesinato registrado en la localidad (25.000 habitantes; de los que 11.000 son estudiantes) en siete años. La tardanza de la policía en ofrecer respuestas encendió los ánimos de la pequeña comunidad, y dio rienda suelta a las teorías de la conspiración en internet.
El caso tomó un nuevo rumbo, más público, después de que la policía pidiera ayuda ciudadana para encontrar un sedán blanco que se vio cerca de la casa en la noche de autos. La solicitud de colaboración desbordó las expectativas, y las autoridades locales tuvieron que pedir ayuda al FBI para gestionar el alud de llamadas.
En el momento de su detención, las autoridades se han incautado también de un Hyundai Elantra que coincide con la descripción policial, aunque no han encontrado el cuchillo empleado en la matanza.
Tres de las cuatro víctimas compartían una casa alquilada de tres pisos junto a otros dos estudiantes, que dormían en la planta baja y salieron ilesos. Fueron ellos, Dylan Mortensen y Bethany Funke, los que descubrieron los cadáveres a la mañana siguiente. La cuarta víctima, Ethan Chapin, estaba allí pasando la noche con su novia. Las autopsias indicaron que los cuatro probablemente estaban dormidos en el momento del ataque. Algunos resultaron heridos al tratar de defenderse de la serie de puñaladas. No había señales de agresión sexual.
El temor porque un asesino múltiple andara suelto en Moscow provocó que casi la mitad de los alumnos del campus optara por las clases online. Muchos de ellos cambiaron la excitante vida universitaria por la seguridad de volver a casa de los padres. La Universidad de Idaho contrató a una empresa de seguridad adicional y la policía intensificó su presencia en las calles por las noches. Tras la detención anunciada hoy en la otra punta del país, es posible que sus vecinos duerman más tranquilos esta noche.