Bolsonaro afirma que pretende volver a Brasil “en las próximas semanas”
El expresidente brasileño llegó a Florida a finales del año pasado y no había comunicado sus planes de regreso
El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro ha dicho este sábado en Florida (Estados Unidos) que tiene la intención de regresar a su país “en las próximas semanas”. El comentario lo ha realizado durante un acto en una iglesia evangélica y es la primera vez que Bolsonaro hace una declaración en público sobre su regreso desde que incumplió con su supuesta intención de adelantar su vuelta para antes de finales de enero. ...
El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro ha dicho este sábado en Florida (Estados Unidos) que tiene la intención de regresar a su país “en las próximas semanas”. El comentario lo ha realizado durante un acto en una iglesia evangélica y es la primera vez que Bolsonaro hace una declaración en público sobre su regreso desde que incumplió con su supuesta intención de adelantar su vuelta para antes de finales de enero. “Yo también quiero volver a Brasil, pretendo volver a Brasil en las próximas semanas”, ha dicho.
Bolsonaro viajó a Orlando (Florida) el pasado 30 de diciembre en una especie de exilio autoimpuesto. Con el viaje a Estados Unidos en los últimos días de su presidencia, Bolsonaro evitaba el trago de imponer la banda presidencial y hacer el traspaso solemne del poder a su sucesor y rival, Luiz Inácio Lula da Silva. Bolsonaro está sujeto a varias investigaciones sobre su gestión, por lo que se ha especulado con que su salida del país buscaba esquivarlas.
A esas investigaciones pendientes se ha unido ahora la relativa a su papel en el asalto por sus partidarios a las instituciones de Brasilia del pasado 8 de enero. “Hemos hecho un gobierno sin corrupción. Trabajamos con el corazón, con honestidad. Y tenemos que afrontar los problemas. A veces tenemos que correr riesgos. Merece la pena. Pueden estar seguros de que la mayoría del pueblo brasileño está con nosotros”, ha dicho el expresidente tras anunciar sus planes de retorno.
Bolsonaro llegó a Estados Unidos con un visado diplomático de un mes al ser todavía presidente de Brasil en el momento de su entrada en el país. Ese visado expiró a finales de enero y Bolsonaro ha solicitado un visado de turista con el que prolongar su estancia en el país. Llegó al aeropuerto Signature Flight Support de Orlando a bordo del avión presidencial y fue trasladado, escoltado por su servicio de seguridad, a una mansión del exluchador de artes marciales mixtas brasileño José Aldo da Silva, en la que se ha estado alojando.
Desde entonces se especula con el tiempo que podría pasar sin volver a Brasil. Su mujer, Michelle Bolsonaro, y su hija volvieron a Brasil a finales de enero, pero la incógnita sobre el expresidente sigue abierta. Su primogénito, el senador Flávio Bolsonaro, ahondó en la incertidumbre hace dos semanas: “No hay previsión, es él quien sabe. Puede ser mañana, en seis meses, puede no regresar nunca. No lo sé”, declaró.
El acto de este sábado en Florida se ha celebrado en portugués y a él han asistido una multitud de partidarios de Bolsonaro. Estaba organizado por el grupo derechista Sí Brasil USA y Bolsonaro ha sido vitoreado durante todo el acto, según AP.
La declaración de Bolsonaro llega al día siguiente de la visita del actual presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, a Estados Unidos. Joe Biden le invitó a la Casa Blanca justo después del asalto a las sedes del Gobierno, el Congreso y el Tribunal Supremo en Brasilia, que evocaba lo ocurrido en el Capitolio de Washington el 6 de enero de dos años antes. En la declaración conjunta que emitieron este viernes al término de la reunión, Biden y Lula evocaron la defensa de la democracia y del Estado de derecho como valores compartidos.
Con motivo de la visita, Lula concedió una entrevista al canal CNN en la que calificó a su predecesor en el palacio de Planalto de “fiel imitador” de Donald Trump. El presidente brasileño recordó que la justicia está investigando a Bolsonaro por instigar el ataque a la democracia, aunque también subrayó que no tenía intención de pedir a Biden la extradición del ultraderechista.
Por primera vez en su carrera política de más de tres décadas como legislador y luego como presidente, Bolsonaro ya no goza del aforamiento especial que exige que se le juzgue en el Tribunal Supremo y sus casos han sido enviados al tribunal de primera instancia esta semana pasada.
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