EE UU y los países del G-7 aprobarán más sanciones contra Rusia por la guerra de Ucrania, según Washington

Las medidas quieren “aislar económicamente a Rusia y debilitar su capacidad de combatir en la guerra”, según un alto funcionario estadounidense

Agentes de la policía japonesa en la estación de Hiroshima en vísperas de la cumbre del G-7ISSEI KATO (REUTERS)

La cumbre del G-7 que se inaugura este viernes en Hiroshima (Japón) va a dar un nuevo golpe sobre la mesa para castigar a Rusia por la guerra de Ucrania. Estados Unidos y el resto de miembros del grupo de economías avanzadas van a imponer sanciones y controles a la exportación adicionales sobre Moscú, según ha anunciado un alto funcionario de EE UU que ha hablado con la prensa bajo la condición del anonimato desde la ciudad nipona.

El objetivo de las nuevas medidas es, sobre todo, reforzar las ya existentes y hacerlas ...

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La cumbre del G-7 que se inaugura este viernes en Hiroshima (Japón) va a dar un nuevo golpe sobre la mesa para castigar a Rusia por la guerra de Ucrania. Estados Unidos y el resto de miembros del grupo de economías avanzadas van a imponer sanciones y controles a la exportación adicionales sobre Moscú, según ha anunciado un alto funcionario de EE UU que ha hablado con la prensa bajo la condición del anonimato desde la ciudad nipona.

El objetivo de las nuevas medidas es, sobre todo, reforzar las ya existentes y hacerlas más eficaces. Según el alto funcionario, la intención es “recortar la capacidad de Rusia de obtener material para librar su guerra”, “cerrar los huecos utilizados para evadir las sanciones” hasta el momento, así como limitar la dependencia por parte de otros países del gas y el petróleo rusos y reducir el acceso de Moscú a los sistemas financieros internacionales.

La nueva ronda, que se aprobará durante los tres días de reunión de las naciones industrializadas y países invitados en la primera ciudad atacada por una bomba atómica, busca acrecentar la presión sobre el Kremlin y hacer alarde de la determinación y unidad de Occidente en su apoyo a Ucrania, tras quince meses de guerra y cuando Kiev prepara una gran contraofensiva para tratar de recuperar territorio ocupado.

Desde el comienzo de la invasión rusa del país vecino, en febrero de 2022, Washington ha encabezado los esfuerzos internacionales por imponer castigos a empresas e individuos rusos, incluido el presidente Vladímir Putin y toda una serie de oligarcas en los que se apoya el régimen. Miles de entidades y personas se han visto afectadas en lo que son algunas de las medidas más duras impuestas contra una gran economía.

Pero hasta el momento esas sanciones no han causado el efecto destructor esperado en la economía rusa, que el año pasado solo retrocedió un 2,1%. Aunque Europa redujo su consumo de energía procedente de su vecino, otros países, como India o China, se lanzaron a llenar el vacío dejado por la UE y adquirir el excedente. Mientras tanto, arrecian las denuncias sobre violación de las medidas desde terceros países, como Kazajistán o Emiratos Árabes Unidos, que aportan importantes bocanadas de aire a la economía del gigante exsoviético y materiales imprescindibles, como equipamiento electrónico, a las tropas del Kremlin.

“Todos los miembros del G-7 se preparan para poner en marcha nuevas sanciones y controles a las exportaciones”, ha apuntado el alto funcionario, que no ha querido precisar cuáles exactamente serían los pasos dados por el resto de países del grupo. “Estados Unidos desvelará un grupo propio y sustancial de medidas”.

Entre ellas, ha apuntado, Washington ampliará los controles a sus exportaciones “para dificultar aún más a Rusia el mantener su maquinaria de guerra”. Esto incluye la restricción de categorías de materiales clave para el combate y la inclusión de cerca de 70 entidades rusas y de terceros países en las listas negras del Departamento de Comercio de EE UU. Esas entidades no podrán recibir exportaciones estadounidenses.

Para impedir la evasión de las medidas, bloquear el acceso ruso a los mercados financieros internacionales y limitar la dependencia de la energía rusa, Estados Unidos impondrá cerca de 300 nuevas sanciones contra empresas, individuos, buques y aviones en Europa, Oriente Medio y Asia. “También ampliaremos nuestras sanciones a sectores de la economía rusa claves para su complejo militar-industrial, e impondremos nuevas prohibiciones para impedir que Rusia se beneficie de nuestros servicios”, agrega la fuente.

Estados Unidos, que en sus propias sanciones ha intensificado en los últimos meses el énfasis sobre la tecnología dual —aquella que puede emplearse tanto para fines civiles como militares—, ha aumentado la presión en las últimas semanas sobre sus aliados para que intensifiquen su vigilancia del cumplimiento de las mismas.

“Nuestro compromiso a continuar aumentando la presión sobre Rusia sigue siendo tan firme como el año pasado”, ha declarado el alto funcionario.

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